Activan una causa por la muerte de un joven

El fallecimiento de un muchacho de 21 años ocurrido en 1997 dio lugar a una causa judicial promovida por su padre, quien denunció una serie de irregularidades como mala praxis, encubrimiento y complicidades que -según sus dichos- le impiden conocer "el verdadero motivo del deceso". El expediente había sido archivado, pero la Justicia hizo lugar al pedido de la familia para rever algunas medidas.

Gustavo Andrés Maciel dejó de existir el 22 de octubre de 1997 a la 1 de la madrugada, y según el parte médico de defunción fue de "muerte violenta". Una de las versiones dice que el muchacho se electrocutó mientras se bañaba en la casa de un compañero, y de ahí lo trasladaron al hospital, donde habría llegado sin vida.

Su padre, Felipe Maciel, acredita en cambio que "Gustavo fue envenenado con paratión" y llegó vivo a la guardia médica, donde, según cree, habrían incurrido en mala praxis y le ocasionaron la muerte.

Siete años y medio atrás nadie recomendó la realización de una autopsia sobre el cuerpo, y cuando el juez que intervino decidió hacerlo el estado del cadáver impidió detectar detalles fundamentales para deslindar responsabilidades sobre la muerte.

Esto dio lugar a la denuncia del señor Maciel, que dice que a su hijo le robaron los órganos para evitar que se encuentren rastros de alguna sustancia tóxica. En torno de estas declaraciones fueron citados los médicos de la guardia, forenses, y una serie de personas ligadas al joven, pero el juez entendió que no había motivos para avalar las sospechas.

Felipe Maciel logró hace unos días que la Corte Suprema de Justicia de la provincia le acreditara la realización de un peritaje que le podría permitir al juez que tiene la causa reabrir el expediente.

Cuando se produjo el incidente que terminó con la vida de Maciel, el juez de turno era el Dr. Roberto Priu Mántaras. Ante el traslado del magistrado, el Juzgado de Instrucción de la octava nominación estuvo vacante varios meses, hasta que ocupó el cargo el Dr. Jorge Patrizi, quien recibió a Maciel y escuchó su pedido.