Martino confía plenamente en que Juan Cominges puede ser el conductor del equipo. Por algo lo sigue poniendo. Y hasta se explaya diciendo que "para el que lo ve en el trabajo diario, se da cuenta por qué mi insistencia y confianza en ponerlo en esa posición", dice el técnico.

Cominges no anduvo bien con Gimnasia y con Racing. Y tampoco había rendido ante Instituto, en la última fecha del torneo pasado, cuando Martino lo puso por primera vez en esa función.

Quizás, lo mejor de Cominges haya sido, jugando de enganche, en el primer pasaje del partido con Racing. Ocurre que el aporte de Cominges es interesante en cuanto a movilidad. Y quizás también por empuje. Pero el peruano adolece -al menos jugando con la camiseta de Colón- de concepto para convertirse en el armador del juego.

No vi el partido de anoche con Chile. Pero los colegas hablan de precisión y claridad, atributos imprescindibles en un enganche. Pues bien. Si Cominges logra darle esto a su juego, evidentemente Martino habrá ganado la pulseada y justificado su insistencia en ponerlo como enganche.

Además, el equipo obtendrá lo que le falta: ideas en los últimos metros. Claro que a eso le tendrá que agregar contundencia, porque ya a esta altura empieza a preocupar algo: la escasa agresividad y contundencia para lastimar al rival.