La reacción de la empresa tras la liquidación efectiva de las garantías: cargará esos 68,2 millones -que no renovó y la provincia ahora tiene en sus cuentas- al juicio ante el órgano arbitral del Banco Mundial. Otra mala nueva: también pretende hacer responsable a Santa Fe de supuestas pérdidas por no lograr vender sus acciones (a Emgasud).