Uno de los objetivos de la biología molecular
Cáncer: nueva quimioterapia lo haría una enfermedad crónica
La quimioterapia clásica busca la destrucción de células cancerosas, mientras que las nuevas moléculas para tratar los tumores pretenden detener el avance del cáncer y conseguir que éste sea, algún día, una enfermedad crónica.

EFE

Este es uno de los objetivos de la biología molecular, la vía en la que hay más esperanzas para cambiar el pronóstico de muchos cánceres que provocan la muerte, según señaló hoy el catedrático y jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario San Carlos de Madrid, Eduardo Díaz-Rubio.

Desde hace menos de cinco años la medicina cuenta con ocho nuevas moléculas capaces de aumentar la supervivencia de los pacientes entre un 20 y un 30% en cánceres avanzados para los que hasta ahora no había remedio.

Díaz-Rubio y el presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom), Alfredo Carrato, hicieron hincapié en que dentro de unos años se espera que se produzca una gran revolución en el tratamiento del cáncer, gracias al desarrollo de la biología molecular.

En la presentación de la obra "Aportación de la biología molecular en el diagnóstico y tratamiento del cáncer", los oncólogos destacaron la importancia de este nuevo campo, que abre posibilidades impensables hasta hace muy poco.

Eduardo Díaz-Rubio pidió a las autoridades más apoyo a esta investigación y una mayor conexión entre los clínicos y los básicos para que los avances lleguen cuando antes a los pacientes.

Nivel de respuesta

La investigación en biología molecular permite ya, y lo hará más en el futuro, reconocer antes de iniciar un tratamiento si va a responder o no en un paciente concreto y también conocer con antelación las características de las personas que presentan mayor riesgo de padecer algún tipo de cáncer.

Uno de los ejemplos es el tratamiento de los linfomas, que han sido tradicionalmente uno de los tumores más difíciles de tratar, pero que gracias a las nuevas terapias se ha conseguido en muchos casos cambiar el curso de esta grave enfermedad y aumentos espectaculares de supervivencia.

Los tratamientos basados en el código genético de cada paciente, que podría dar lugar en el futuro a una medicina muy individualizada, permiten también menores niveles de toxicidad y un mayor perfil de tolerancia.

La Seom presentó también esta semana una guía para el tratamiento del dolor oncológico, coordinada por Javier Cassinello, del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Guadalajara, y por Carlos Camps, responsable de Oncología del Hospital General de Valencia.

El dolor es uno de los síntomas más frecuentes en los pacientes con cáncer y, según los oncólogos, es fácil evitarlo con los tratamientos actuales.

Calidad de vida

Cassinello afirmó que es una responsabilidad ética de los oncólogos que el enfermo con cáncer no sufra y tenga una buena calidad de vida, no sólo en las fases finales de la enfermedad, si es que no se ha conseguido su curación, sino en estadios iniciales.

Camps llamó la atención acerca de la necesidad de que los pacientes sean conscientes de que la utilización de tratamientos como la morfina no significa que los enfermos estén desahuciados y explicó cómo uno de sus pacientes se negó a recibir este tratamiento por "falta de cultura y miedo".

Los oncólogos afirmaron que hay que acabar con muchos de estos mitos, todavía presentes en la sociedad, que asocia este tratamiento con las fases finales de la vida, con problemas de dependencia o con la pérdida de control mental.

Explicaron que con la administración de estos medicamentos no hay que temer estos efectos y que muy al contrario permiten al paciente tener una buena calidad de vida y no sufrir.

Cada año se diagnostican en España más de 160.000 nuevos casos de cáncer y se calcula que uno de cada tres hombres y una de cada cinco mujeres sufrirá algún tipo de tumor a lo largo de su vida.