La polémica pena de muerte

Ancianos y enfermos en los corredores de la muerte

La cámara de la muerte. En la prisión de Huntsville, el Estado de Texas ejecuta a los prisioneros con una inyección letal. La pena de muerte es legal en 38 de los 50 Estados norteamericanos. Foto: ARCHIVO EL LITORAL. 

La ejecución esta semana de un detenido de 77 años relanzó el debate sobre la enfermedad y la edad en los corredores de la muerte en Estados Unidos y su corolario: la aplicación de la pena de muerte a ancianos.

Con el pelo y bigote canosos, John B. Nixon fue ejecutado el miércoles pasado por inyección letal en la penitenciaría de Parcham, Mississippi (sur). Se convirtió así en el detenido más viejo en ser ejecutado desde el restablecimiento de la pena de muerte en 1976. Nixon había pasado 20 años en el corredor de la muerte.

En un comunicado, la organización Amnesty International criticó al gobernador del Estado Haley Barbour por haber rechazado conmutar su pena por prisión perpetua, precisando que Nixon era también el prisionero más viejo en ser ejecutado en Estados Unidos en más de un siglo.

"Creemos que la pena capital siempre es injusta", dijo el director de Amnesty-Estados Unidos, William Schultz, "pero el caso de John Nixon es un ejemplo particularmente cruel de la injusticia de un sistema que falla".

Nixon había sido condenado por el asesinato en 1985 de Virginia Tucker, encargado por su ex esposo, que había pagado 1.000 dólares a Nixon y tres cómplices, un asesinato que siempre negó.

El condenado a muerte más anciano en Estados Unidos, LeRoy Nash, tiene 89 años y languidece en una penitenciaría de Arizona (sudoeste). No hay ninguna fecha fijada para su ejecución.

El año pasado, un condenado a muerte de 74 años que sufría de cáncer, enfisema y demencia, James Hubbard, fue ejecutado en Alabama (sur).

Según Los Angeles Times, cinco condenados a muerte en California tienen más de 70 años y decenas de detenidos en los corredores de la muerte de ese Estado han superado los 60.

Entre ellos está Clarence Ray Allen, de 76 años, ciego, cardíaco y en silla de ruedas, que debe ser ejecutado en enero por haber organizado detrás de las rejas el asesinato de tres personas. Sería el condenado más anciano y más enfermo en ser ejecutado desde el restablecimiento de la pena de muerte en California, en 1978.

20 años de lucha judicial

Para David Elliot, portavoz de la organización abolicionista "National Coalition to abolish the death penalty", la ejecución de John Nixon "es muy triste pero no constituye realmente una sorpresa, ya que los condenados a muerte pueden pasar más de 20 años en prisión antes de agotar todos sus recursos judiciales".

"Eso plantea dos interrogantes básicos", dijo. "¿Qué amenaza pueden representar para la sociedad hombres que pasaron más de 20 años en los corredores de la muerte y algunos de los cuales están gravemente enfermos, sufren de diabetes, han tenido infartos o se desplazan en silla de ruedas?".

"¿Y qué especie de efecto disuasorio puede tener una ejecución si se desarrolla 20 años después del crimen?", se preguntó.

Según el diario de Jackson (Mississippi), el Clarion-Ledger, las últimas palabras de Nixon fueron para reafirmar su inocencia. "Yo no asesiné a Virginia Tucker. Sé quién la mató y me hace mal decir que fue uno de mis hijos, uno de sus amigos y otra persona de Jackson", declaró.

Casi 3.500 detenidos se pudren en los corredores de la muerte de Estados Unidos, según David Elliott. "Inevitablemente, el envejecimiento de los condenados en los corredores de la muerte causará cada vez más ejecuciones de viejos", indicó.

Estados Unidos superó a comienzos de diciembre los mil ejecutados desde el restablecimiento de la pena de muerte en 1976 tras una moratoria de 10 años.

La pena de muerte es legal en 38 de los 50 Estados estadounidenses.

Pese a la gran cantidad de ejecuciones recientes, la pena de muerte tiende sin embargo a bajar. Las estadísticas muestran una reducción de 50 % en la cantidad de condenas a muerte y una baja de 40 % en la cantidad de ejecuciones desde fines de los años 1990.

AFP