Rechazan renovar la ley Patriota

El Senado de Estados Unidos rechazó renovar la ley antiterrorista de 2001, la llamada "ley Patriota", en una clara derrota política para la Casa Blanca y los republicanos que dominan en esa Cámara.

Los partidarios de la medida sólo lograron 52 votos, de los 60 requeridos para poner un límite de tiempo al debate y vencer las tácticas dilatorias de la oposición demócrata, que exigía más salvaguardas para los derechos civiles.

En una clara politización del asunto de cara a los comicios de 2006, otros republicanos dejaron entrever que harán responsables a los demócratas si no se llega a un acuerdo en los próximos días y la ley caduca a finales de diciembre.

El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, reiteró que, "en la lucha contra el terror, no podemos estar sin estas herramientas clave por un solo momento".

Pero senadores demócratas como Harry Reid y Patrick Leahy insistieron, en nombre de la oposición, en que debe haber un equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos civiles, del que carece la medida derrotada.

El senador demócrata Edward Kennedy denunció que la ley establecía un "Gran Hermano" para espiar al ciudadano de a pie.

"No podemos proteger nuestras fronteras si no protegemos nuestros ideales. Necesitamos un consenso bipartidista que proteja tanto nuestra seguridad como nuestra libertad y, a la vez, recuperar la confianza del público", añadió.

La medida incluye 16 artículos que vencen el próximo 31 de diciembre, pero los demócratas -y algunos republicanos- insistieron en que la norma no incluía suficientes modificaciones.

Bush y altos funcionarios de su gobierno, entre ellos, el secretario de Justicia, Alberto Gonzales, encabezaron una campaña de presión para que el Congreso renovase la ley, por considerarla una herramienta clave en la lucha contra el terrorismo.

Ahora, una posibilidad es que el líder de la mayoría republicana en el Senado, Bill Frist, intente llevar a votación la medida a comienzos del próximo año.

Frist no quiso ceder a las presiones de la oposición demócrata que, como término medio, propuso prorrogar la ley durante tres meses, mientras se dirimen las diferencias entre los legisladores.

Visiblemente molesto, Frist aseveró que "debemos temer más al terrorismo que a esta ley Patriota".

La norma, muy criticada por grupos de derechos civiles y centenares de comunidades en EE.UU., amplía los poderes policiales para espiar a presuntos terroristas y escudriñar los archivos privados de los ciudadanos de a pie.

La versión final del proyecto de ley ante el Senado daba vigencia permanente a 14 artículos, mientras que los dos restantes serían extendidos hasta el año 2009.

EFE