Pagá que el campo respalda

Más allá de los cuestionamientos lógicos de una decisión así, Argentina hoy tiene reservas disponibles para darse el gusto de pagar el 8 % de su deuda externa, justamente los U$S 9.810 millones que tienen al FMI como acreedor. Y lo hará.

El campo, por supuesto, ha sido el principal motor de esta acumulación de capital en las arcas del Banco Central de la República Argentina, que pudo emitir pesos hasta cansarse para comprar las divisas de los exportadores, que vendieron granos, aceite de soja, petróleo, carnes, leche y productos metalmecánicos a todos los destinos que uno pueda imaginar.

La medida, desde ya, le permitirá al país, de concretarse, una gran libertad de maniobra. El FMI ha "recomendado" varias veces que se deje caer el dólar real, algo que al campo ni al país hubiese beneficiado. El peso de las recomendaciones, luego de esta cancelación anunciada por Kirchner, evidentemente será menor.

A todo esto, las buenas van y vienen por los campos argentinos y ratifican cada día que Argentina debe insistir en este modelo de producción.

Pauny Zanello, la empresa nacional líder en fabricación de tractores, cuya sede está en Las Varillas, Córdoba, cerca de la provincia de Santa Fe, acaba de lanzar su nuevo tractor, que competirá en el segmento de los grandes en búsqueda de lograr una mayor participación del mercado que hoy dominan marcas extranjeras.

Sabido es que Argentina tiene una excelente producción de sembradoras e implementos, pero en cosechadoras y tractores, si bien tiene empresas líderes como Vassalli en una y Pauny Zanello en otra, aún está lejos de abastecer el mercado interno, por lo que las importaciones son todavía muy importantes.

Por otro lado, SanCor acaba de mostrar a la prensa los números de 2005. No son fabulosos, pero tampoco son malos. La producción láctea nacional desaceleró su crecimiento, pero creció (ya no 15 % como en 2004, pero sí un 6 %) y la facturación global de la empresa, que fue de $ 1.500 millones, también mejoró.

Si bien lanzaron la advertencia de que la variación de la producción láctea de 2006 es imposible de estimar (podría crecer de un 2 a un 8 %), al menos calcularon que los precios al productor no podrán bajar más por mucho tiempo porque ya están en un piso, según creen.

El consumo interno, hoy de casi 200 litros per cápita, viene creciendo fuerte, como toda la demanda, por lo que posiblemente los precios del sector tengan un repunte.

El gobierno nacional sabe muy bien que, si puede cancelar su deuda con el FMI, esto se debe fundamentalmente al campo, que fue el principal aportante de IVA, de Ganancias y de retenciones.

Ignorarlo o seguir atacándolo con más retenciones podría ser gravísimo. No puede ajustarle la soga a lo más competitivo que tiene, justo al sector que, con inversiones genuinas, puede levantar la oferta y evitar la temible inflación.

Que se pueda dejar contento y con saldo cero a un acreedor que por años fue "el cuco" de la Nación, se debe pura y exclusivamente a esta cantera inagotable de divisas que es el campo argentino.