Castro propone navegar con GPS contra la corrupción

EFE

La lucha contra la corrupción es una de las principales preocupaciones del presidente cubano, Fidel Castro, que plantea emplear el sistema de localización GPS para vigilar que los vehículos oficiales cumplan su cometido.

El anuncio de Castro sobre que Cuba está en condiciones de fabricar 30.000 aparatos de GPS (Sistema Global de Posicionamiento) da una vuelta de tuerca más al meticuloso trabajo que comenzó ya hace unos meses con la intervención de jóvenes trabajadores sociales en la inspección y la supervisión de las tareas en las gasolineras.

Los resultados de aquel trabajo, que comenzó a mediados de octubre, revelaron que en las gasolineras del país se estaba robando casi 100.000 dólares diarios y que en algunas provincias, como Santiago de Cuba, cuna de la revolución, los ingresos habían incrementado 5,5 veces con la gestión de los jóvenes movilizados.

"Había un desvío tremendo de recursos de combustible por parte de los nuevos ricos, de los que a raíz del Período Especial (de crisis económica) lograron grandes ganancias", denunció Castro el pasado 6 de diciembre durante el cumpleaños de Elián González, el niño balsero, en su localidad natal de Cárdenas.

Junto a Santiago, encabezaron la lista de provincias afectadas Las Tunas y Granma, dos de las más empobrecidas de la isla, y, en promedio, se elevaron las recaudaciones 2,13 veces en todo el país.

El valor que Castro ha otorgado a esta situación lo expresó en su discurso en la Universidad de La Habana del pasado 17 de noviembre, cuando el gobernante recalcó la enorme trascendencia que siempre ha tenido para el movimiento revolucionario el entorno académico y su aplicación actual para declarar guerra sin tregua a la corrupción.

Allí dijo que "en esta batalla contra el vicio no habrá tregua con nadie, y las cosas se llamarán por su nombre".

Castro vinculó este cometido con la otra gran tarea para el año entrante: la de conseguir el máximo ahorro de energía en un país inmerso en una profunda renovación de sus fuentes energéticas y los medios de distribución de ésta.

El último capítulo de esta travesía para depurar de errores la revolución tuvo lugar la pasada semana en la Asamblea Nacional (Parlamento), donde anunció los resultados de unas pruebas realizadas en vehículos del Estado con un sistema de localización por satélite.

Desde un ómnibus hasta un tractor, Castro presentó ante los diputados las transgresiones realizadas con los vehículos controlados y cómo no se habían respetado las reglas en pasos a nivel de tren, señales de tránsito o límites de velocidad, así como el despilfarro de combustible.