Una fábrica de cosechadoras y los contratistas mueven su economía

San Vicente es un pueblo que cosecha más de lo que siembra

El pueblo del departamento Castellanos es sede de la Fiesta Nacional de la Cosechadora, que se lleva a cabo en el Club Atlético Brown, de 17 hectáreas. Foto: El Litoral.. 

San Vicente es sinónimo de cosechadoras. Su fábrica Bernardín y sus 66 empresas de contratistas son parte de un perfil industrial metalmecánico que se respira en las calles de este pueblo.

Por Martín Scandol

Bernardín es hoy la marca emblemática de San Vicente, un pueblo que fue sede de la primera fábrica de cosechadoras de Sudamérica, cuando en 1921 se instaló Senor.

Agroindustrial San Vicente SA, la firma que desde 1925 produce estas máquinas, hoy con la marca Bernardín, emplea a 240 personas, cuenta con una planta industrial de 20 mil metros cuadrados y está entre los mayores fabricantes argentinos de cosechadoras, detrás de Vassalli Fabril, de Firmat.

Además, hay una serie de talleres satélites en San Vicente que se nutren de la tercerización de Bernardín.

Pero la economía no sólo es motorizada por esta industria. Hay 66 empresas de contratistas que reúnen unas 250 cosechadoras de distintas marcas y que, desde Bolivia hasta Río Negro se la pasan de campo en campo convirtiendo superficies de cultivos en granos.

"Ahora están casi todos en Buenos Aires, levantando trigo. También se vienen el maíz y el girasol", dice Gustavo Welschen, presidente comunal.

El perfil industrial metalmecánico de San Vicente está a la vista. No por casualidad, Claas, cuando se instaló en Argentina, lo primero que hizo fue estudiar a San Vicente: ¿qué pasa en ese pueblo que tiene la mayor relación de cosechadoras por habitante del mundo?, se preguntaban.

La Finaco y mucho más

Desde ya, San Vicente es sede la Fiesta Nacional de la Cosechadora (Finaco), que en 2005 se realizó del 23 al 25 de setiembre en el Club Atlético Brown. Además, posee uno de los bingos más fuertes del país, que se realiza en la misma entidad.

Este club, caracterizado por el verde y el blanco, cuenta con 17 hectáreas y 10 disciplinas, entre las que se destaca el fútbol. Precisamente, acaba de obtener el ascenso al Grupo 1 de la Liga Rafaelina, una de las más fuertes de la provincia. Su principal logro en ese deporte fue en 1985, cuando obtuvo el campeonato de clubes del mapa santafesino.

También es importante lo que se hace en rugby, un deporte que se practica allí ininterrumpidamente desde hace 40 años. Hoy la institución tiene 150 chicos detrás de la ovalada.

Pero no toda su economía se agota en las máquinas que levantan cosechas. Desde San Vicente también se exportan productos veterinarios a través de Over y hay empresas de otros rubros que están creciendo a ritmo vertiginoso.

Por ejemplo, hay un taller que se encarga de producir y mantener máquinas para Edival, por lo que las autopartes también están presentes en este pueblo que queda justo a mitad de camino entre el cluster autopartista de Rafaela y el de maquinaria agrícola del departamento Belgrano.

También una importante firma de acero inoxidable ha instalado una división en San Vicente.

La capacidad de la mano de obra es uno de los factores que permiten esta realidad. "Aquí se trabaja al micrón", dice Welschen, para graficar la exactitud con que se desempeñan los trabajadores del sector.

Rafaela es referente

El presidente comunal considera que "si bien estamos cerca de ciudades importantes como Santa Fe, Rafaela, San Francisco y Rosario, hoy somos como un barrio más de Rafaela".

La cercanía ("estamos a 20 minutos") con Rafaela y las soluciones que ese centro poblacional, uno de los 4 más importantes de la provincia, aporta a San Vicente son casi insuperables.

Con Santa Fe hay problemas con el transporte. "Si bien muchos chicos nuestros van a estudiar a esa ciudad, hay pocos colectivos. Los fines de semana son complicados en ese sentido", agrega. Con Rosario, en cambio, sí hay más disponibilidad de micros.

La terminal de San Vicente está precisamente en la plaza principal, que es enorme y está muy elegantemente parquizada.

San Vicente

es un pueblo que está sobre el sureste del departamento Castellanos, con 5.813 habitantes según el censo de 2001 (hoy hablan de 7 mil), una superficie de 132 kilómetros cuadrados y una densidad de 44,04. Desde Santa Fe se llega yendo por la ruta 19 hasta el cruce de Angélica, donde se toma la 34 a la izquierda hasta llegar a su entrada, que está a la derecha.

Todavía faltan gas y cloacas

En cuanto a obras de infraestructura, a San Vicente todavía le faltan el gas y las cloacas. Precisamente, se está por presentar en febrero de 2006 el proyecto para concretar el primero de los objetivos.

Para estas obras no ayuda el sistema electoral, dice Welschen, ya que cada 2 años hay elecciones.

Con la crisis de 2001 San Vicente, a duras penas, siguió de pie con una comunidad que tributaba el 60 % de las tasas emitidas.

"Nosotros tenemos un evidente perfil industrial, no somos un pueblo de campaña. Por ejemplo, el crack de la lechería no nos afectó tanto como a otros porque sólo hay 5 tambos en toda la colonia. Tampoco somos tan ganaderos como otros pueblos", comenta el presidente comunal.

Según el sitio de Internet de la comuna de San Vicente, se destinan 9 mil hectáreas a la agricultura y 3 mil a la ganadería. La soja y el trigo son los principales cultivos, en ese orden. También hay apicultura, con 4 mil colmenas.