Un chaleco antibalas hecho en base a moléculas de telaraña, la reproducción sin sexualidad y la manipulación genética son algunos logros de la biotecnología, que consiste en el uso de sistemas biológicos para producir bienes y servicios, lo que también generó una discusión ética en el ámbito científico.

El director del Programa de Innovación y Transferencia de Tecnología de la Universidad de Quilmes, Alberto Díaz, definió a la biotecnología "no sólo como genética o genética aplicada, sino que básicamente es el uso de sistemas biológicos y sus partes para producir bienes y servicios. Todo lo que hoy ofrece la biotecnología comenzó cuando en la década del '80 se logró tener la insulina disponible en el mercado. La insulina fue el primer medicamento fabricado gracias a técnicas de ADN recombinante, y desde entonces se pudieron insertar genes de una especie en otra y por lo tanto programar organismos vivos para que realicen un sinnúmero de tareas".

Esa técnica cambió la manera de producir, por ejemplo, medicamentos "y alteró la industria. Se puede producir cosas que hasta hace poco tiempo no eran posibles, en cantidades industriales y en cualquier lugar. Ya no se necesitan ni vacas ni cerdos".

El avance de la biotecnología se centra en tres grandes sectores industriales, de los cuales "el principal es el de la salud, que se llama `biotecnología roja'. El segundo sector, la `biotecnología verde', apunta al agro e incluye los alimentos, más conocido transgénicos. La `biotecnología blanca' es la que permite transformar recursos renovables en productos químicos, farmacéuticos, colorantes, vitaminas y biocarburantes.

"El proyecto genoma humano es un trabajo enorme desde el punto de vista químico y cuando se terminó de hacer no fue el fin del proyecto sino el comienzo de otro más grande, con cuestiones que ya están siendo alcanzadas, pero no sin límites".