Cartas a la Dirección

¿Quién cierra las escuelas?

Las noticias, ampliamente difundidas por los medios de comunicación, sobre el cierre de la escuela N° 884 por la escasa cantidad de alumnos inscriptos, rápidamente desmentidas por nuestro gobernador, y las dificultades para mantener la matrícula en la escuela N° 4, nos deberían hacer reflexionar a todos, especialmente a los docentes.

Los establecimientos antes mencionados no son los únicos que tienen este inconveniente. Es verdad que el mapa demográfico es dinámico y que la población escolar cambia en algunas zonas de la ciudad, pero llama la atención que la mayoría de las escuelas privadas no tenga estos inconvenientes.

Cuando los padres, en un gran porcentaje, deciden "enviar" a sus hijos a otras escuelas de gestión pública o privada alejadas de sus domicilios, con los inconvenientes que eso les provoca y no lo hacen a las que están cercanas a sus casas, están dando claras señales de que no están conforme con la calidad educativa que esas instituciones están brindando.

Brindar calidad educativa con un acertado fundamento pedagógico es tarea del equipo docente de cada escuela. Estos no solamente deben estar integrados por los maestros, los profesores, los auxiliares docentes y los directivos, sino también y de manera relevante por el cuerpo de supervisores y equipos de especialistas.

Los fenómenos anteriormente expuestos también se dan en ámbitos rurales de la provincia de Santa Fe. Las políticas económicas que se implementaron en las últimas décadas obligaron a los productores agropecuarios a modificar sus actividades y/o reconvertirlas.

La afirmación del gobernador Obeid, que durante su gestión no se cerrará ninguna escuela, aunque tenga muy pocos alumnos, me llena de satisfacción como maestro y permite al dirigente proponerle, a las autoridades que correspondan, la reformulación de las actuales normas sobre creación y categorización de los establecimientos educativos. La cantidad de alumnos que asisten no debe ser la única variable a tener en cuenta. Sugiero que, para tal fin, se valoren la cantidad y complejidad de los servicios que brinda la institución, como así también, las dificultades que deben superar como la ubicación geográfica muchas veces desfavorable por diversas causas.

Los maestros, especialmente los rurales somos especialistas en la atención simultánea de niños con diferentes edades, procuramos permanentemente resignificar la práctica aúlica; asumimos la heterogeneidad como opción didáctica, utilizamos estrategias múltiples y optimizamos los recursos disponibles con el objeto de eficientizar el proceso enseñanza-aprendizaje. Si conseguimos que la institución escolar alcance sus propósitos, seguramente estaremos contribuyendo, en gran medida, para que la escuela no deba cerrar sus puertas.

Carlos Barrera - Presidente de la Asociación de Maestros Rurales de la provincia de Santa Fe. San Agustín, Las Colonias.