Para una exposición en Francia

Expertos peruanos reparan tejidos de Paracas con más de 2.000 años

Hebra por hebra, los expertos procuran devolverle la frescura a los exquisitos y antiquísimos tejidos. Foto: AFP. 

Se trata de 47 piezas, entre las que se cuentan 15 mantos funerarios, que fueron urdidos hace más de 20 siglos. Los tejedores de Paracas, una península ubicada 300 km al sur de la capital peruana, fueron considerados como los más refinados de América.

Expertos peruanos están restaurando 47 textiles de la cultura prehispánica Paracas, de los cuales 15 son mantos funerarios con más de 2.000 años de antigüedad, que serán expuestos en el 2008 en el museo del Quai Branly en Francia.

"Los textiles representan una de las colecciones más emblemáticas del Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia", dijo a la AFP la jefa de los restauradores, Carmen Thays Delgado.

Las piezas, en las que se incluyen mantos, esclavinas (ponchos pequeños sin mangas que cubren parte de la espalda y el pecho), mantos en miniaturas, uncos (camisas), tocados, abanicos y bastones, son restauradas en el marco del proyecto de conservación de mayor envergadura realizado en Perú en los últimos años.

Todos los textiles fueron descubiertos entre 1925-1928 por el arqueólogo peruano Julio C. Tello en la península de Paracas, unos 300 km al sur de Lima.

Los mantos de Paracas, encontrados en cavernas, presentan un trabajo fino con gran cantidad de diseños y múltiples colores, y servían para cubrir los cadáveres que eran enterrados sentados.

De 2,80 metros de largo por 1,76 metros de ancho, los mantos son tejidos de algodón, hechos de una sola pieza, y llevan dibujos que representan divinidades antropomorfas y seres demoníacos.

Los tejedores de Paracas -considerados como los mejores de América- lograron crear 120 matices derivados de siete colores básicos, con elementos naturales descubiertos en la zona, dijo Carmen Thays.

El proyecto para restaurar los textiles se inició en enero de 2005 y se extenderá hasta octubre 2006, y se convertirá en una de las primeras exposiciones temporales del museo francés Branly.

La investigadora indicó que la labor es delicada porque cada pieza tiene diferente estado de conservación. "Al 98 % de los textiles era necesario hacerle una intervención para su puesta en valor y que esté apta para la exhibición en Francia", subrayó.

"Cada pieza es sometida a rigurosos análisis para determinar su estado de conservación, luego los restauradores se documentan a fin de respetar la historia de cada trazo, dibujo o color", destacó Thays.

Con los resultados de los análisis, las fotos y documentos se procede a la recuperación respetando los valores histórico y estético.

Thays dijo que el financiamiento de tan meticuloso trabajo corre por cuenta de Francia a un costo de 68.000 euros (unos 75.000 dólares), bajo la coordinación del presidente del Museo del Quai Branly, Stéphane Martin.

La muestra peruana en el museo francés se extenderá desde marzo hasta julio de 2008 e incluirá a los grandiosos mantos reales de las tumbas de la época, unas 15 piezas únicas en el mundo. Una vez culminada la exhibición, los textiles regresarán a Perú para su exposición en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia.

Por Roberto Cortijo (AFP)