Thriller inteligente, con notables interpretaciones

Charles Schine (Clive Owen) es un hombre normal y estructurado, ejecutivo de segunda línea de una empresa publicitaria, con una vida común que roza el tedio. Dentro del esquema inamovible de su rutina, todas las mañanas aborda el tren de las 8.43 para ir a su trabajo. Pero un día -y aquí se produce el quiebre que da inicio al filme- pierde el expreso y conoce, en circunstancias singulares, casi increíbles, a una inquietante mujer llamada Lucinda (Jennifer Aniston).

Dar más detalles de la trama del filme "Descarrilados", título ciertamente metafórico que refiere a la situación que abre la historia, sería privar al espectador de una de las mayores virtudes que tiene este filme, que es su calidad de impredecible y su capacidad para sorprender, valiéndose de un suspenso dosificado y de una serie de inesperadas vueltas de tuerca, al estilo de "Los tramposos" o "Los sospechosos de siempre".

Con algunas reminiscencias -muy leves- de las películas de Hitchcock, la historia trabaja sobre las reacciones de un hombre común, que se ve envuelto a partir de un hecho casi fortuito en una serie de situaciones que lo exceden y lo obligan a cambiar de plano su forma de vida.

Entretenida, sin fisuras, "Descarrilados" ofrece un notable despliegue visual, con un buen trabajo de fotografía y montaje, que se suma a un guión muy inteligente, que contiene por momentos algunos diálogos muy chispeantes.

Pero la característica más sobresaliente tiene que ver con la gran calidad de sus intérpretes, no sólo de los protagonistas, sino de la mayoría del reparto. El británico Owen Wilson está soberbio en su papel de un hombre normal enfrentado a una serie de situaciones que ponen en riesgo su equilibrada existencia. Vincent Cassel compone correctamente -aunque a veces incurre en la exageración- a un despiadado asesino francés que se introduce raudamente en la trama.

Pero la sorpresa es, sin lugar a dudas, la hermosa Jennifer Aniston, quien por primera vez en su carrera trasciende su popular personaje de la serie televisiva "Friends", que orientó y encasilló su carrera hacia las comedias ligeras. En esta ocasión, compone una perfecta femme fatale, un objeto de deseo que motoriza toda la acción de la película.

Si bien en algún momento se torna un tanto reiterativa, se demuestra la capacidad del director y del guionista de cerrar la historia en el momento adecuado, y para cerrar todas las subtramas que quedan abiertas a lo largo del filme, subsanan esa tendencia, que se acentúa después de la brillante primera media hora.

"Descarrilados" es una de esas películas menores, pero que consigue su cometido: ofrecer un buen entretenimiento, basándose en el trabajo correcto de cada uno de los que intervienen, desde el director hasta los intérpretes y los encargados de los apartados técnicos. Por todo eso, realmente vale la pena verla.

"Descarrilados" (USA, 2005), dirección: Mikael Hafstršm, intérpretes: Clive Owen, Jennifer Aniston, Melissa George, Vincent Cassel, Xzibit , Addison Timlin, Giancarlo Esposito, David Morrissey, Denis O'Hare; guión: Stuart Beattie, basado en la novela de James Siegel; producción: Lorenzo di Bonaventura; música: Edward Shearmur; fotografía: Peter Biziou; montaje: Peter Boyle; diseño de producción: Andrew Laws, vestuario: Natalie Ward.

Juan Ignacio Novak