Las entidades intermedias de Santa Fe remitieron una nota al gobernador Jorge Obeid para plantear la "exasperante lentitud de las obras" que se realizan en el aeropuerto de Sauce Viejo, así como por la "grave reducción de vuelos, con su extensa gama de efectos sobre personas y proyectos, y las mortificantes condiciones ambientales que padecen los pasajeros".

"Reconocemos que después de largos años de política mínima con relación al aeropuerto, el actual gobierno decidió poner en marcha las obras de ampliación de la terminal y el plan de saneamiento hídrico del predio de la aeroestación. También es cierto -dice la nota- que se realizó el circuito perimetral, se hizo la señalización horizontal de la pista, se recompuso la señalización vertical y se agilizó la gestión comercial que permitió nuevos ingresos no aeronáuticos".

"Sin embargo -añade- a enero de 2006 las obras del módico proyecto han más que duplicado el tiempo de ejecución previsto, luego de la reanudación de los trabajos en mayo de 2004. Aún siguen inconclusas y provocan diversos trastornos a los usuarios que, sin embargo, pagan la tasa de servicio. Tanto es así que, en este verano bochornoso, los equipos de aire acondicionado no han funcionado en diciembre y enero".

La nota ubica al aeropuerto como parte del "nodo logístico que impulsó el desarrollo" del centro norte provincial en el siglo XX, y plantea la "gran importancia" de recuperarlo de cara al futuro.

El texto lleva las firmas de los presidentes de la Unión Industrial de Santa Fe, Carlos Galán; Bolsa de Comercio de Santa Fe, Mario Pérez García; Carsfe, Manuel Cabanellas; Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica, Rodolfo Verde; Cámara de Comercio Exterior, Daniel Oblan; Cámara de Empresarios Turísticos, Guillermo Kees Scotta; Aseavyt y Centro Comercial de Santa Fe, Daniel Bustamante; Foro para el Desarrollo, Carlos Tomati y Sociedad Rural de Santa Fe, José Argenti.

"Los viajeros habituales -dice el texto remitido a Obeid- coinciden en señalar el reducido número de personas que trabajan en la obra, evidencia que se correlaciona con el moroso ritmo de ejecución de los trabajos. Los sectores nuevos no se habilitan y las operaciones de preembarque y arribo se concentran en reducidos e incómodos espacios".

"Las demoras -prosigue- también afectan a las obras de saneamiento hídrico, cuyo adecuado funcionamiento es clave para la buena operación del aeropuerto en época de excesos pluviales. Está detenido hace un año y falta realizar un 25%", se afirma.

"Respecto de la pista -detalla- como se le ha expresado a Ud. en distintas reuniones, la carpeta asfáltica no sólo ha ingresado en una etapa de degradación acelerada, sino que resulta angosta para recibir a los aviones de nueva generación con turbinas más potentes (como los Boeing 737-500)".

Por último la nota expresa que "las entidades intermedias reclamamos que, de una vez por todas, se dote al aeropuerto de los servicios de migraciones y aduana para atender vuelos internacionales. Esta solicitud pone énfasis en las operaciones del área Mercosur, atento a que el nivel de requerimientos ha aumentado en los últimos tiempos. Y también al hecho de que, por razones institucionales y empresariales, la capital de la provincia -en tanto centro de gestión pública y puerta de acceso a un amplio hinterland productivo- está obligada a ofrecer prestaciones ágiles a quienes visitan la zona".

Los reclamos por las demora de las obras en Sauce Viejo no son nuevos, y en todo caso forman parte de un planteo mayor para tener además un servicio acorde a las necesidades de crecimiento de la región.

A principios de enero El Litoral publicó un extenso informe sobre los retrasos en las obras de la aeroestación, que en los últimos meses sólo pudo verificar la habilitación de un cajero automático, que fue inaugurado con singular ceremonia, a pesar de tratarse de un acto administrativo elemental.

En paralelo a las obras y equipamientos pendientes, el otro gran déficit de Sauce Viejo es el de los vuelos, ya que desde el cierre de Aerovip -en septiembre de 2004- la región quedó con no más de dos vuelos diarios, reducidos a uno en la presente temporada estival.

El proyecto para subsidiar a la aerolínea Sol -uniría Rosario, Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, más Rafaela si extiende su pista- parece cerca de concretarse. La Junta Asesora del Transporte Aeronáutico desestimó quejas de Aerolíneas Argentinas por la decisión de la provincia de pagar el combustible de la empresa durante tres años (unos 9 millones de pesos).

Ahora sólo resta que termine un período de apertura del proceso, en el que otra aerolínea podría igualar la oferta de Sol para disputar el subsidio al combustible y la ruta.

Mientras tanto, más de dos años y medio llevan las obras en Sauce Viejo sin que el personal de Fuerza Aérea, Policía de Seguridad Aeronáutica y administrativos -además de los pasajeros- cuenten con condiciones elementales, en un ámbito donde también se desarrollan tareas de meteorología, comunicaciones, operaciones, plan de vuelo y otros tantos de singular relevancia.

Seguridad.

Además de marcar el deterioro de la carpeta asfáltica de la pista y sus obsoletas dimensiones, que impide recibir aviones más modernos, los empresarios le recuerdan al gobernador que "desde hace años" falta el equipo DME (medidor de distancia) que complementa el ILS para guía de aterrizajes, tal como lo recomiendan la Organización Internacional de Aviación Civil y la Fuerza Aérea Argentina. Además le recuerdan al mandatario que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos tiene un viejo compromiso incumplido para balizar la pista e instalar ayudas visuales para aterrizaje, "decisión que se posterga desde la fallida licitación de 2001".