Análisis
Las señales de los mercados

Arcadio Sapino, presidente del Centro de Cereales y Oleaginosas de Santa Fe, participó en fecha reciente del congreso "A todo trigo", realizado en Mar del Plata.

En dicha ocasión, en la que participaron unas 2000 personas, se analizaron las perspectivas de los principales mercados de granos. "Una gran preocupación nos invadió durante el congreso por el cierre temporal de los registros de exportación de trigo", indicó en una comunicación con El Litoral pero al mismo tiempo sostuvo que "los pronósticos mundiales de los commodities agrícolas a mediano y largo plazo son completamente favorables para la Argentina" y citó algunos motivos.

Entre ellos las malas cosechas de trigo en casi todo el mundo debido a que factores climáticos provocaron una importante reducción del stock. A esto se agrega, la reducción de la siembra en Brasil por la sobrevaluación del real, los altísimos costos de flete, los problemas climáticos y el gran endeudamiento de sus productores.

Con respecto al maíz, Sapino considera que va a haber una gran demanda mundial sobre todo por parte de los Estados Unidos para producir etanol. "El nuevo paradigma para la agricultura mundial son los biocombustibles que van a crear una demanda adicional de cereales y oleaginosas para producir biodiésel y etanol", dice a este diario.

Sapino destaca que la infraestructura de la industria aceitera en nuestro país es la más grande del mundo, con una capacidad de molienda del orden de los 50 toneladas de soja y girasol por año. Por otra parte -continúa- nuestra producción de soja es de 40 millones de toneladas, por lo que se necesitaría importar los restantes 10 millones para no tener capacidad ociosa. Esta coyuntura es favorable para el productor argentino por la demanda permanente de mercadería para moler.

El presidente del Centro de Cereales opina que otro punto a tener en cuenta es el crecimiento demográfico del mundo. Para cubrir la mayor demanda se tendrá que producir tres veces más de lo que se hace actualmente, pero "se teme que la biogenética y la tecnología no brinden la solución para cubrir las necesidades que demandará la población mundial. La única posibilidad que tiene la humanidad para generar alimentos es el cultivo de grandes extensiones de tierra con buena capacidad productiva. Quedan pocos lugares en el mundo en los que se puede expandir la superficie productiva. Algunas de esas regiones son Croacia y el sur de Rusia pero ahora están produciendo muy poco debido a problemas políticos y a la falta de tecnología". Agregó que Brasil tiene 92 millones de hectáreas aptas para agricultura que aún no se están utilizando y, en nuestro país, aún existe la posibilidad de sumar tierras a la producción.

Sapino sostiene que lamentablemente los pronósticos internos "son preocupantes. Permanentemente, se nos está expropiando la rentabilidad de nuestra producción como ya sucedió con la carne; está ocurriendo con el trigo y, muy probablemente, suceda con el maíz.

"A pesar de todo, la nave sigue andando", asevera. "Pero todas estas circunstancias favorables que se están produciendo a nivel mundial son oportunidades que nos permitirían crecer a pasos agigantados, pero nos las estamos perdiendo y, seguramente, estas circunstancias no serán eternas".

Sapino considera que el conocimiento acabado de la tecnología y ciencia aplicados a la producción de trigo, así como el comportamiento y las tendencias que experimentan los mercados de los principales commodities, tanto en su faz local como en la de los mayores competidores, son elementos que no pueden ser desconocidos por el productor y agentes que integran la cadena agrícola a la hora de tomar sus decisiones más importantes. "Es significativo conocer el diagnóstico actual pero más lo es proyectar a futuro posibles escenarios".

Enfatiza la necesidad de estos congresos, "toda vez que en nuestro país las decisiones de producción, comercialización, industrialización y exportación de granos se toman a riesgo de cada uno de los operadores y en función de la tecnología disponible y de las expectativas del comportamiento de los mercados. No existen programas especiales que puedan inducir decisiones al margen de estas señales del mercado", concluye.