La incorporación plena de Venezuela, la expectativa de que Bolivia avance en el mismo sentido, la negociación de un acuerdo de libre comercio con Israel y las bases para un código aduanero común, serán los ejes de la próxima cumbre del Mercosur, a mediados de julio en Córdoba.

El principal logro que exhibirán los presidentes de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay será la firma del protocolo por el que Venezuela se convertirá en el quinto miembro pleno del bloque, un hecho de relevancia en el medio de las desaveniencias de los dos socios rioplatenses por la cuestión de las pasteras.

El protocolo de incorporación, la primera desde que fue creado el Mercosur, deberá luego ser ratificado por los parlamentos de los cinco países, trámite en el que no se prevén trabas en los casos de la Argentina, Brasil y Venezuela.

"Existen algunas dudas en cuanto al debate que se generará en los parlamentos de Uruguay y Paraguay, pero creo que no pasará de fin de año para que quede formalizada la incorporación de Venezuela", indicó el subsecretario de Integración Americana y Mercosur de la Cancillería, Eduardo Sigal.

Una vez transcurridos 30 días desde la aprobación legislativa, Venezuela será miembro pleno del Mercosur, aunque en la práctica comenzará a funcionar como tal cuando termine de adoptar el arancel externo común (AEC) dentro de cuatro años.

No obstante, Venezuela participará en las reuniones del Grupo Mercado Común (GMC) y del Consejo Mercado Común (CMC), los órganos técnico y político, respectivamente, casi con las mismas atribuciones que los cuatro socios fundadores.

"Venezuela ya participó en las reuniones que el Mercosur tuvo con la Unión Europea en la cumbre de Viena, lo que significó una señal de reforzamiento del bloque", recordó Sigal.

El subsecretario admitió que "hay muchos interrogantes" sobre Venezuela en el Mercosur por parte de los europeos que "hacen una lectura ideologista", pero resaltó que "los venezolanos se ubican muy bien en las negociaciones, con un nivel muy profesional".

"Si se plantean discusiones técnicas, los venezolanos discuten desde lo técnico. Venezuela está aceleradamente ubicándose en el nuevo escenario en que le toca moverse", precisó.

Sigal sostuvo además que existe alguna expectativa de que Bolivia solicite la membresía plena en la próxima cumbre, aunque reconoció que "no hay aún decisión política ni señal en ese sentido".

"Existe la sensación de que Bolivia ve agotada la integración en la Comunidad Andina y que está mirando con simpatía al Mercosur pese a las críticas", dijo.

El funcionario agregó que el bloque "generará las condiciones" para facilitar la incorporación del país del altiplano, que hoy es miembro asociado.

Explicó que como los Acuerdos de Complementación Económica de Bolivia con los cuatro miembros del Mercosur "están en plena vigencia, es más simple su incorporación que en el caso de Venezuela".

"Una eventual solicitud de Bolivia y la firma del protocolo con Venezuela en la cumbre contrarrestaría la imagen de crisis en el Mercosur que se generó por el conflicto con Uruguay", resumió Sigal.

Otra expectativa de la cumbre es la posibilidad de firmar un acuerdo de libre comercio con Israel, promovido por Uruguay y la Argentina, que esperan el acompañamiento de Brasil y Paraguay.

También se firmará un acuerdo comercial marco con Paquistán, y se aprobará la armonización de los Acuerdos de Complementación Económica (ACE) que los cuatro miembros del Mercosur tienen con Cuba.

En este sentido, Sigal señaló que este paso "ampliaría el universo de intercambio y la desgravación, ya que se adoptarán los aspectos más benévolos de cada uno".

"Los cuatro ACE en un solo acuerdo es un salto muy importante teniendo en cuenta que Uruguay no tenía relaciones diplomáticas con Cuba hasta que llegó el Frente Amplio al gobierno", concluyó.

Una gran parte del déficit comercial que la Argentina mantiene desde hace 3 años con Brasil se debe a que ese país sustituye bienes argentinos por los de origen chino, advirtió un informe privado.

"A principio de los '90, el comercio bilateral entre Brasil y Argentina superaba en gran medida al existente con China. Sin embargo, la presencia de productos `made in China' en Brasil creció a tasas superiores a las argentinas", indica un trabajo de la consultora Abeceb.com.

El trabajo señala que "entre los años 1998 y 2002 las ventas argentinas hacia el socio brasileño cayeron un 41 por ciento, mientras que el gigante asiático ganó participación creciendo un 50,3 en el mismo período".

Según Abeceb.com tras la salida de la Convertibilidad, entre los años 2002 y 2005, las exportaciones argentinas hacia Brasil fueron recuperándose con un crecimiento del 31,6 por ciento.

Sin embargo, de acuerdo con el informe privado las ventas de China crecieron a tasas superiores al 200 por ciento "ganando una mayor importancia en el mercado brasileño".

"Mientras que Brasil en 2002 le compraba a la Argentina 4.743 millones millones de dólares y 1.554 millones a China, en 2005 las mismas fueron de 6.241 y 5.354 millones, respectivamente", advierte el reporte.

En los primeros cinco meses la balanza comercial acumula un saldo negativo con el país vecino de 1.503 millones de dólares, que representa el mayor déficit de los últimos 3 años para igual período.

Código Aduanero

El Consejo del Mercado Común aprobaría en la cumbre de Córdoba las bases para la redacción del código aduanero, que marcará un hito en la consolidación institucional del Mercosur en su carácter de unión aduanera. La mayoría de los puntos controvertidos para consensuarlo fueron acordados el mes pasado y sólo falta subsanar dos aspectos técnicos, que se espera sean resueltos en la reunión del Grupo Mercado Común, los días 20 y 21 de este mes. Sin embargo, aún quedarán por determinar los mecanismos de la distribución de la renta aduanera, a partir de la eliminación del doble cobro arancelario, tema que está en manos de la Comisión de Comercio del bloque y puede tener definiciones a fin de año.