Aplazan nombramientos de los ministros de seguridad en Irak

Los esperados nombramientos de los ministros de Interior y de Defensa fueron nuevamente aplazados este domingo en Irak, donde la violencia sectaria dejó más de 80 muertos en las últimas 48 horas.

La situación de los cuatro rusos secuestrados el sábado en Bagdad seguía siendo confusa después de que el anuncio de su liberación por parte de la televisión pública Iraqia fuera desmentido por una fuente del ministerio del Interior.

"Aún no hemos liberado a los cuatro rusos secuestrados ayer, pero hacemos todo lo posible para obtener su liberación", declaró a la AFP una fuente de alto rango en ese ministerio.

Por la mañana, la televisión pública anunció que los cuatro miembros habían sido liberados, citando al mismo ministerio.

Un empleado ruso de la embajada murió y otros cuatro fueron secuestrados por hombres armados el sábado por la tarde en el barrio Mansur, al oeste de Bagdad.

En el ámbito político, el primer ministro Nuri al Maliki no pudo respetar una vez más la fecha límite que se había fijado para el nombramiento de los ministros de Interior y de Defensa, que debían ser presentados este domingo al Parlamento para su investidura.

"Hemos decidido aplazar la sesión de hoy a fin de dar más tiempo al primer ministro Nuri al Maliki para encontrar al mejor candidato capaz de obtener un consenso", declaró a la prensa el jeque Jaled al Attiya, vicepresidente de la asamblea iraquí.

Maliki presentó al parlamento el 20 de mayo un gobierno incompleto, sin los titulares de los ministerios de Interior y de Defensa y de la secretaría de Estado de Seguridad Nacional, dado que no pudo llegar a un acuerdo sobre sus nombres con las coaliciones chiíta, sunita y kurda.

Más de cinco meses después de las elecciones legislativas del 15 de diciembre, de las que salió el primer parlamento permanente desde la invasión estadounidense del país en marzo de 2003, Irak sigue privado de ministro de seguridad en un país presa de una insurrección y de la violencia intercomunitaria sangrienta.

AFP