Entrevista a Rafael Gutiérrez, presidente de la Corte Suprema de Justicia
"Me preocupa la droga como juez y como padre"
La prevención es una responsabilidad en mayor medida del Estado, recordó Rafael Gutiérrez. Foto: Archivo El Litoral. 

Según el máximo tribunal, Santa Fe no debe adherir a la ley que permite provincializar la persecución de delitos menores, como la comercialización de estupefacientes. Para Gutiérrez, la Nación debería reforzar las estructuras de la justicia federal.

Las nuevas denuncias de la jueza federal rosarina Laura Cosidoy sobre la venta de droga en bares de esa ciudad, desataron otra vez la polémica. La discusión es tan recurrente como los argumentos que se ensayan de uno y otro lado. La magistrada denuncia inacción de la institución policial y distracción del gobierno de la provincia; la policía dice que los jueces federales no libran las órdenes de allanamiento necesarias; la provincia, que no tiene competencia para intervenir. Entonces le contestan que podría adherir a la ley nacional (la 26.052 que ya votó Buenos Aires) que permite provincializar la persecución de delitos menores, como la venta de estupefacientes.

El Ministerio de Gobierno recoge el guante y vuelve la vista sobre un proyecto de ley provincial que permita dicha adhesión, pero de inmediato, otra advertencia: la Corte de Santa Fe ya se expidió sobre el tema el año pasado y dejó sentado por escrito que sería "inconveniente" dicha sanción.

Todos admiten la gravedad y preocupación que genera el tema, pero la pelota sigue picando en diferentes áreas.

"Las Cortes integrantes de la Región Centro reunidas en Córdoba en agosto de 2005, resolvieron expresar la inconveniencia de adherir a la ley nacional que deriva a las provincias la persecución de delitos menores en materia de estupefacientes", dijo el titular del máximo tribunal santafesino, Rafael Gutiérrez. La postura fue ratificada por la Corte de Santa Fe por acuerdo del 10 de agosto de ese mismo año.

- ¿Cuáles son los argumentos para no adherir?- El castigo de las conductas vinculadas al pequeño consumo es casi el 80 por ciento de lo que hoy tramita la Justicia federal. Si ese 80% se traslada a la provincia, cuando estamos reclamando mayores juzgados, infraestructura, reformas de códigos... Porque no es sólo la investigación del delito; se necesitan medidas de seguridad, rehabilitación, centros de asistencia, muchos elementos que la provincia no tiene. Es imprescindible esta infraestructura colateral médica y psicológica, que se requiere para el tratamiento. Si nos trasladan toda esta problemática sin los recursos necesarios, va a ser un fracaso. Eso es lo que queremos evitar. - ¿Quién debería garantizar los recursos?- La Nación. - Y si la Nación los garantizara, ¿igualmente seguiría siendo inconveniente la adhesión a la ley?- Hay que empezar desde un principio: primero tener los recursos, la infraestructura asistencial y después recién trasladar la competencia. Además, nuestros jueces y funcionarios no están preparados para estas competencias, que implican especialización para poder investigar. - ¿Sugiere que llevaría demasiado tiempo?- Claro. Lo que hay que hacer es empezar al revés. Primero, los organismos necesarios, los jueces necesarios, la formación necesaria y después, se pone en funcionamiento la ley. No pongamos el carro delante del caballo; pongámoslo atrás. - ¿Y en el mientras tanto qué se hace?- Bueno, las delegaciones y competencias que tienen los jueces federales en las provincias son con poca gente, administrativas; están más para entregar cédulas o pasaportes que para una cuestión policial. El gobierno nacional, en vez de trasladar el problema a la provincia, debería reforzar eso. Es como cuando hablamos de aumentar las penas y tenemos las cárceles colapsadas; o cuando hablamos de aumentar la punibilidad de los menores y carecemos de institutos para internarlos. Así, los chicos están en lugares indebidos y los presos en las comisarías cuidados por policías. - ¿Le preocupa la venta de droga en la provincia?- Sí, claro. Según las estadísticas de todo el mundo, hay un incremento de consumo de estupefacientes. Y esto no me preocupa sólo como juez sino también como padre. Yo también tengo mis dos hijos menores (16 y 18 años), y la sociedad en la que ellos viven no es la que vivimos nosotros. Uno podía andar antes libremente a altas horas de la noche y no corría ningún peligro. Pero hay algo que quiero dejar muy claro: algunos dicen que modificando el Código Procesal Penal modificaríamos la seguridad. Sin embargo, la seguridad se soluciona con la prevención, y ésa es una función neta de la policía. El Poder Judicial interviene tras el hecho consumado -se defendió-. La prevención es lo fundamental en seguridad e implica la participación de todos los actores de la sociedad. Es una responsabilidad de todos, pero en mayor medida del Estado, porque para eso está.

Antecedentes legislativos

La primera vez que se dictó una ley nacional especialmente para regular sobre estupefacientes fue en 1974 y la registraron bajo el Nro. 20.771. Previamente, el uso, abuso, suministro, venta e introducción de este tipo de sustancias era tomado por diferentes normas. La ley 20.771 sistematizó la política estatal referida al tema, por lo que la lucha contra este tipo de delitos quedó centralizada en los organismos nacionales, y la competencia para juzgar estas conductas recayó en la Justicia Federal. Una ley posterior -la 23.737 de 1989- incluyó institutos de tratamiento alternativos para los adictos, pero respetó el criterio de la competencia.

En julio del año pasado, el Congreso aprobó una nueva ley -la Nro. 26.052- que introdujo como novedad la posibilidad de que se traslade la competencia federal en la investigación y juzgamiento de ciertos delitos (por ejemplo, los vinculados al consumo), a las provincias o jurisdicciones ordinarias, en la medida en que la provincia adhiriera a la norma nacional. Hasta el momento, la única que lo hizo fue la provincia de Buenos Aires.

Fue la

jueza federal rosarina Laura Cosidoy quien, en declaraciones públicas, despertó el interés de varios sectores sobre tráfico y consumo de drogas en la provincia. Cosidoy dijo que en la provincia "existe un alto nivel de tráfico de drogas que no se condice con la gente que llega a ser juzgada, ni en cantidad ni en calidad. En mi opinión, tiene que haber complicidad policial, tienen que haber arreglos, protecciones. No hay otra explicación", denunció la magistrada.

Ivana Fux