Con una producción que dejó varios elementos para ser ensalzados, Santa Fe Rugby Club venció al Jockey Club de Rosario por 20 a 13, alcanzando de esta forma un éxito fundamental para reafirmar sus altivas pretensiones en el certamen.
La primera consideración debe direccionarse hacia la real valorización de esta victoria, ya que fue conseguido en un partido clave. Partiendo del omnipresente hecho de que la entidad de Fisherton es siempre un rival directo para pugnar por los sitios de privilegio.
Pero además, porque llegaba ostentando la condición de invicto, y por ende, se erigía en un potencial líder, atendiendo a que aún posee dos partidos pendientes (ante Los Caranchos y Provincial), producto de haber efectuado una gira por Sudáfrica.
Frente a semejante desafío, el multicampeón santafesino respondió en forma ideal, ya que asumió el protagonismo necesario como para imponer condiciones ante un adversario de real valía.
Resulta imposible no señalar que las impiadosas condiciones meteorológicas imperantes en la víspera, conspiraron severamente con las características reales que poseía el atrayente partido, partiendo de que resultó imposible utilizar la cancha principal.
Ante esto, con la sapiencia emergente de sus reconocidas cualidades, ambos se adaptaron rápidamente. Por ende, el juego evidenció una enorme intensidad, en un contexto donde el cuidado de la pelota y su ubicación en campo adversario, resultaron prioritarios.
Con paciencia, orden y buenas intenciones, los dos intentaron prosperar de esa manera, además de aferrarse a estructuras defensivas que sin dudas lucieron muy sólidas.
Así, la primera mitad de la etapa inicial mostró cierto predominio territorial rosarino; el que no logró vislumbrarse en el marcador, debido al impecable cerrojo defensivo santafesino, elemento que resultaría fundamental para el devenir de las acciones.
A partir de esa confiabilidad defensiva, Santa Fe Rugby comenzó a desplegar el potencial de un pack de forwards que jugó un partido inolvidable en función de tal.
Porque no sólo se erigió en el ariete que perforó la "muralla rosarina" por los espacios reducidos, sino que con el correr de los minutos se convirtió en una especie de emblema de la entereza y convicción que pergeñaron un triunfo tan importante como merecido.
A partir del 6 a 0 con el que se cerró el parcial, llegarían los mejores momentos del partido: léase, la totalidad del complemento, en el que el emocionante despliegue denotado, hasta hizo olvidar las penosas condiciones meteorológicas imperantes; sobre todo para quienes estoicamente lo observaron.
Aferrándose a la escueta diferencia a su favor, Santa Fe Rugby Club se mostró envalentonado, dominante, decidido..., orgulloso de sus propias fuerzas, podría decirse.
Por eso, no extrañó que la figura del partido: Exequiel Milessi, apoyara rápidamente un ensayo acorde a sus excelsas condiciones, arremetiendo a partir de una pelota suelta contra todo aquel rosarino que osara colocarse en su camino.
Pero amén de esta circunstancia tan importante, que estiró la diferencia a 11 a 0, el flanker lució las virtudes que -por ejemplo- lo erigieron en el mejor rugbier santafesino de 2005. Fue una verdadera "máquina de tacklear" durante todo el partido, transformándose en una especie de estandarte del corazón valiente que enarboló el vencedor durante los más de ochenta minutos de juego.
Lo que se revalorizó en los tramos finales, cuando Jockey entregó lo mejor de sí en pos de intentar revertir un resultado, que a partir de un par de ensayos, quedó "a tiro" de la igualdad hasta el mismísimo epílogo.
Amén de la solvente actuación colectiva en el aspecto defensivo; el lucimiento del pack de forwards en la obtención, la recuperación y el control de la pelota; y la descollante producción de Milesi, hubo otros factores que también resultaron determinantes: la excelente condición atlética denotada una vez más por la totalidad de los integrantes del plantel, la que en un contexto como el de ayer, cobró una importancia capital. Así también, al retomar los aspectos individuales, surge el apertura Gregorio Favre, quien cumplió una tarea formidable. Porque una vez más se convirtió no sólo en sapiente conductor; sino además en autor material de quince puntos clave, conseguidos merced a tres drops y un penal.
En síntesis, Santa Fe Rugby Club puede disfrutar en plenitud de una victoria trascendente. De esas que retemplan los espíritus y refrendan las apetencias que imprescindiblemente deben ostentar los equipos importantes.
El match se disputó en la cancha número 3 de Sauce Viejo, ante un discreto marco de público, con el correcto referato del entrerriano Jorge Caíno.
César Miño