El conflicto en Medio Oriente
Hay numerosos obstáculos para una fuerza internacional de paz
El envío de una fuerza de interposición entre Israel y Hezbolá en Líbano cuenta con numerosos obstáculos, entre ellos el hecho de que muchos países presentes en Afganistán o Irak están limitados en sus capacidades de despliegue militar.

Los problemas para la mediación de una fuerza internacional de paz en la región son tan complicados que, incluso con un acuerdo para un alto el fuego, el Consejo de Seguridad de la ONU debería determinar a continuación cuestiones como tamaño, mandato y formación de esta fuerza de estabilización para la región.

El primer ministro británico, Tony Blair, consideró el lunes en la Cumbre del G-8 en San Petersburgo que la fuerza internacional de Líbano debería incluir a muchos más de los 2.000 hombres que integran la misión de la ONU que ya se encuentra en el sur del país.

Blair descartó, sin embargo, el envío de tropas británicas.

La Unión Europea (UE) se declaró dispuesta a formar parte de una fuerza internacional fuerte en el sur de Líbano que fuera aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU. La cuestión que se plantea es saber qué países aceptarán participar, ya que, por ejemplo, Francia, Alemania y España están ya comprometidos en Afganistán.

"No estarán muy dispuestos a hacerlo", asegura Charles Heyman, redactor jefe de dos revistas militares sobre armas británicas y de la UE. "Los estadounidenses quizá no podrían encontrar ni a media docena de soldados" para dicha misión, añade.

Al límite

En cuanto al ejército británico, los responsables del Estado Mayor en Londres admiten que éste se encuentra al límite de sus capacidades de despliegue, con un 18 % de sus soldados ya en el extranjero, sobre todo en Irak y Afganistán.

Para Christopher Langton, responsable del departamento de defensa en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres, no basta con encontrar el número necesario de tropas, sino que además deben ser eficaces y aceptadas por todas las partes que participan en el conflicto.

Países como Pakistán, Bangladesh o India podrían ofrecer sus soldados, pero según Langton habría que ver si Jerusalén o Beirut los aceptan.

"No deben menospreciarse los problemas para determinar cuáles son los países cuyas tropas son aceptables por ambas partes", subraya el experto.

Heyman se plantea otra pregunta: "¿Tendrá esta fuerza de interposición el compromiso y la fuerza necesarios para enfrentarse a Hezbolá e Israel?".

"Ambas partes deben tener miedo de ella", insiste, al tiempo que recuerda que desde hace 20 años el ejército israelí es responsable de la mayoría de las víctimas registradas en las filas de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (Finul).

Todos los expertos interrogados coinciden en que si bien la ONU ha sabido cumplir con éxito sus misiones de observación, no ha demostrado sin embargo su capacidad para imponer la paz entre las partes beligerantes en los conflictos.

Rechazo al plan de Annan

Por otra parte, el Hezbolá rechazó el plan del secretario general de la ONU, Kofi Annan, que propuso un cese inmediato de las hostilidades y la liberación de dos soldados israelíes, según Hussein Hajj Hassan, diputado de la formación chiíta libanesa.

"Es normal que rechacemos este plan", dijo el diputado. "Lo único que aceptamos es un alto el fuego incondicional, seguido de negociaciones indirectas sobre el intercambio de prisioneros".

En tanto, Israel recibió con reservas el llamamiento de Annan, al mismo tiempo que dejó abierta la posibilidad de una negociación para poner fin al conflicto.

"Es lamentable que Kofi Annan crea necesario equiparar a Israel y a Hezbolá, cuando la organización reconoce que es este movimiento terrorista el que viola sus resoluciones", declaró ante la radio pública el representante de Israel en la ONU, Dan Gillerman.

Advertencia a Israel

La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Louise Arbour, ha asegurado que la actuación de las personas que dan las órdenes de acciones militares en el actual conflicto libanés podría ser analizada por la Corte Penal Internacional (CPI).

La jurista canadiense afirma que en la guerra se acepta la destrucción de infraestructuras civiles, como los puentes, con la única condición de que tengan una dimensión claramente militar y no afecten a las necesidades básicas de la población.

Asimismo, la Comisión Internacional de Juristas (CIJ) pidió hoy a la ONU que tome medidas inmediatas y efectivas para proteger la vida de los civiles del Líbano y Gaza de los ataques israelíes, así como las infraestructuras de ambos territorios.

La organización no gubernamental expresó su "profunda preocupación por la apatía" de la comunidad internacional y la "inactividad" de los principales gobiernos frente a las actividades de Israel en el Líbano y Gaza y al "asesinato generalizado de civiles".

La organización también recuerda a Israel que tiene la obligación de respetar la vida y la seguridad de la población civil, de acuerdo con las Convenciones de Ginebra, de las que ese Estado es firmante.

Escudos humanos

La organización humanitaria Oxfam pidió hoy al primer ministro británico, Tony Blair, que presione a Israel para que investigue y castigue a los responsables de la presunta utilización de civiles palestinos como escudos humanos en Gaza.

B'Tselem, una de las organizaciones socias de Oxfam en Israel y los territorios palestinos, ha investigado y documentado unas acusaciones según las cuales el ejército israelí utilizó presuntamente el pasado lunes a seis civiles, dos de ellos niños, como escudos humanos durante doce horas.

Los hechos se produjeron supuestamente durante un enfrentamiento entre soldados israelíes y palestinos armados en Beit Hanun, en el norte de la franja.

AFP-EFE-DyN-Télam/SNI