Juanes ya es un Caballero de la Orden francesa de las Artes y las Letras con una batalla muy especial por librar a través de su música: la paz en su Colombia natal y en todo el mundo, según confesó en París, durante la ceremonia oficial de su condecoración.

"No estoy involucrado en ningún tema de política. Sólo estoy preocupado por la paz. Lo que realmente necesitamos en Colombia es paz, nada más y sólo sentándose a negociar se conseguirá. No existe otra forma", afirmó el cantante en declaraciones a la prensa tras recibir el galardón francés.

Con su nuevo peinado de pelo corto `a cepillo', sus penetrantes ojos verdes y su nueva insignia -una medalla a rayas blancas y verdes con una cruz- prendida en la camisa, rigurosamente negra como el pantalón, un simpático y modesto Juanes definió la condecoración como "un regalo muy grande, que no entiendo por qué me lo concedieron".

"Seguir el camino del corazón es la lección más grande que me ha dado la vida. (...) Ese camino me trajo hasta aquí, un momento de los más grandes", afirmó al recibir la medalla, una recompensa a los artistas que se han distinguido por sus creaciones y la contribución aportada a las artes en Francia y en el mundo.

Artista "abierto y generoso" pero, "ante todo, comprometido", como lo definió el ministro francés de Cultura, Renaud Donnedieu De Vabres, Juanes se refirió a su compromiso contra las minas antipersona en Colombia y a su fundación en favor de las víctimas de esos mortíferos artefactos.

"Estoy encontrando sensibilidad pero es un tema muy complejo", reconoció al hablar de "Mi sangre", el nombre de su fundación, como el título de su último trabajo y de su actual gira que lo llevó en los últimos 19 meses a 32 países.

"La gente se olvida muy pronto de estas cosas pero creo que nuestro trabajo tiene que seguir. Ojalá que algún día podamos trabajar en favor de bibliotecas o parques y que el problema de las minas no exista más", añadió.

Con respecto a su gira, que terminará el 5 de agosto tras completar la actual etapa europea, Juanes se mostró muy satisfecho.

"El público es el regalo más grande que puede tener un artista. (...) Sentí su receptividad", señaló al destacar el importante papel como puerta de entrada en el mercado europeo jugado por su éxito en España.

Admirador de U2 y de David Bowie, destacó la importancia de la música, "que la gente la interpreta como desea". Es una forma de comunicar y expresar y cada uno la toma como quiere", dijo.

Sin embargo, reconoció su necesidad de descansar, "para recargar las baterías", pues "hemos estado sin parar" y citó el año de `retiro' que tiene previsto tomarse en su Medellín natal, junto a su esposa y a sus dos hijas, para dedicarse a componer y grabar su nuevo trabajo.

"Seguiré trabajando pero en un solo lugar, recuperando el tiempo que se ha ido", afirmó al precisar que los temas que inspirarán su nuevo disco "son los mismos que me inspiraron hasta ahora, la vida, la muerte, el amor, el desamor".

Reconoció que su próximo trabajo también tendrá, como ya es habitual en él, contenidos sociales y comprometidos, pues será el "reflejo de nuestro mundo actual", ya que "es difícil obviar lo que está pasando".

El colombiano, sin embargo, se mostró tajante al afirmar que no cantará en inglés, pese al trabajo que acaba de realizar con el veterano cantante estadounidense Tony Bennett, quien "ha cantado dos líneas en español y yo otras dos en inglés".