Abogado, como tantos en esta bendita ciudad de Garay. "Me recibí de grande, porque arranqué, abandoné y seguí. Para retomar y no tirar todo a la basura, fue importante haber hecho un click con la muerte de mi viejo". Casado con Silvia, la madre de sus tres hijos: Federico (12 años, delantero de Universidad Nacional del Litoral en la Liga), Joaquín (10 años, juega al rugby en Universitario) y Joselina (8 años: "ella dice que juega al hochey", ironiza). Radical de toda la vida, desde antes de la Facultad. En el arranque de la charla, comenta a El Litoral una decisión: "Estoy retirado de la militancia, porque no quiero joder a los sentimientos. A mí me votaron gente de todos lados, no sólo radicales. No es que estoy retirado de borrar mi afiliación en el Partido. Mi retiro es ético, moral. Ser presidente de Colón es mucho más importante que un cargo político en el campo social. Entonces, si hubiera seguido en el Partido estaría jodiendo a los sentimientos".

Comenta que su vida, de ahora en más, pasará por la familia, el trabajo profesional y Colón. Y si bien ése no será el orden, se nota algo distinto en la frase que se viene: "El tiempo que necesitó Colón hasta acá se lo quité a la familia y -en estos primeros días- a la profesión; pero a esto último lo voy a recuperar, porque Colón no será Lerche. Para eso justamente es que hay que armar grupos de trabajo en serio, hacer una apertura creíble y formar lo que tenemos hoy en el club: un verdadero ejército de directivos.

Esta noche, la asamblea de socios del Club Atlético Colón deberá avalar con su voto la decisión judicial, política, económica y administrativa de haber presentado el concurso preventivo de acreedores.