Numerosos reclamos
Comerciantes de Barranquitas piden seguridad
Titulares de distintos negocios denuncian ser blanco de una verdadera oleada de robos y asaltos.

Redacción de El Litoral

Una verdadera seguidilla de robos y asaltos a mano armada tiene a mal traer a comerciantes del barrio Barranquitas Este -también casas de familia- motivo por el cual reclaman mayor seguridad para la zona.

Uno de los peores episodios ocurrió hace unos días y provocó una verdadera conmoción en la barriada. La víctima resultó ser una niña, de 6 años, la que quedó en medio de un atraco en una librería. El resultado: la menor terminó hospitalizada ante un shock emotivo por lo vivido.

Laura Dellacqua es propietaria de la librería Kenia, de calle Iturraspe al 3300, y su relato es harto contundente para definir el real estado de situación. En poco menos de un mes su comercio fue asaltado tres veces. Cuando pidió ayuda, nunca tuvo respuestas.

Pesadilla

En diálogo con El Litoral la comerciante indicó que "esto ya es más que una pesadilla. El caso de la nena que estaba comprando y quedó en medio de un robo nos conmocionó a todos. La niña tuvo que ver con toda su crudeza a un tipo que le apuntó con un cuchillo. También la amenazó de muerte a ella.

Una vez que el ladrón se retiró con el dinero la chica intentó volver a su casa. Pero en medio del camino se detuvo en la casa de una amiguita y no podía parar de llorar. Tampoco pudo pronunciar palabra.

Hace diez días mis empleados pasaron por algo similar cuando entró un delincuente los maniató y los dejó encerrados en el baño. Alguien se preguntó alguna vez cómo queda una persona después de vivir una experiencia semejante.

En la misma sintonía que lo apuntado por la señora Dellacqua es lo sucedido en el supermercado de Iturraspe y San Lorenzo. Allí entraron varios sujetos, portando armas de fuego e hicieron un desastre. También encerraron a los empleados y se llevaron el dinero de la recaudación.

Cruzando la calle en diagonal se ubica la ferretería Disiena. Allí autores ignorados violentaron los ventanales metálicos y robaron gran cantidad de mercadería, cuyo valor económico es muy alto.

Los vecinos también

Por si fuera poco los vecinos de la zona agregaron que ellos no son ajenos esta situación. Casas de familia sufrieron la embestida de los "amigos de lo ajeno", ante la pasividad de las autoridades.

Más adelante la empresaria reclamó, de manera puntual, seguridad. "Quienes vivimos y trabajamos en la zona nos sentimos desprotegidos. Fuimos a hablar con las autoridades de la seccional 6ta. y nos contestaron con evasivas. Siempre dicen lo mismo. Que no tienen gente, que les falta un móvil. Bueno, si ellos no tienen la infraestructura para brindar seguridad, entonces para qué están", se preguntó.

Agregó que "ante esta realidad optamos por pagar un guardia privado, pero esa no es la solución. Esto ya está pasando de castaño a oscuro. Vivimos en un verdadero estado de incertidumbre. Todos los días nos preguntamos a quién le va a "tocar" hoy. Antes teníamos miedo cuando terminaba la tarde, pero ahora es en cualquier momento. Todos estamos pensando cuándo me va a tocar. Será a la mañana cuando abro, al mediodía, a media tarde. Esto es una pesadilla, culminó.