Tema central / Bulimia y anorexia
Una preocupación que se puede pagar cara
Trastornos de la conducta alimentaria.

La obsesión por la imagen corporal -que surge de manera preocupante en niños de, incluso, 8 ó 9 años- es un trastorno de tipo mental que luego repercute a nivel orgánico y, en algunos casos, lleva a la muerte. Los padres y pediatras deben advertir sobre los riesgos que la bulimia, la anorexia o la obesidad, traen para la salud de los más chicos.

Hace tres años y medio, Romina era una adolescente de 15 años que se sentía muy deprimida, mal interiormente, y creía que eso podría mejorar si cambiaba su exterior. Pensaba que si era más flaca o se veía más linda se iba a sentir mejor. Se proponía bajar cierta cantidad de kilos para una fecha, pero cuando llegaba a esa meta se seguía sintiendo mal.

Para sus amigos -que no sabían nada de lo que le pasaba- ella era la chica a la que le iba todo bien o la que mejor se vestía. En la escuela se sentía bien pero cuando llegaba a su casa tenía problemas para comer o sus padres tenían que perseguirla hasta el baño, porque era seguro que iba a vomitar. Recuerda que a los 12 años ya estaba preocupada por el tema de la imagen pero lo consideraba como un simple juego, que la llevaba a hacer una dieta propuesta por las revistas o cuidarse un poco. Pero su problema continuó y empeoró. Luego vino un cambio de personalidad: se puso más agresiva, impulsiva, falsa, totalmente diferente a lo que era.>

Un día se dio cuenta de que lo que estaba haciendo no le servía, de que su problema permanecía, y decidió pedir ayuda en su casa. Hoy tiene 18 años, está avanzada en el tratamiento de recuperación que inició en Aluba Paraná, una de las instituciones que brindan tratamiento para los trastornos de la conducta alimentaria.>

La imagen que se impone

La imagen que muestran los medios de comunicación sobre el ideal de cuerpo que deberíamos tener pasa por estar flacos, lindos y saludables, dejando de lado todo lo que no siga esa tendencia. Además, la moda también impone sus reglas al momento de vestirnos, ya que no todos disponemos siempre del talle que necesitamos al momento de la compra de nuestra indumentaria (tema que actualmente está más regulado por la denominada Ley de Talles a nivel nacional).

Esta influencia de nuestro entorno trae consecuencias en nuestra población, sobre todo desde tempranas edades. Se estima que entre un 3 y un 5% de la población padece algún tipo de trastorno en su conducta alimentaria, más frecuentemente en las mujeres (fundamentalmente adolescentes, de 10 a 19 años), pero en los últimos tiempos también suelen verse en los hombres.>

Los más conocidos son la bulimia (comer pero con un temor intenso a engordar) y la anorexia (falta anormal de ganas de comer), enfermedades multicausales que comparten muchos síntomas. Actualmente tienen tratamientos, los que deben estar a cargo de equipos multidisciplinarios, pero si no son tomadas a tiempo pueden llevar a la muerte de quienes las padecen.>

El precio de la delgadez

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el 60% de las mujeres hace dieta y el 75% se siente gorda, aunque sólo la cuarta parte de ellas presenta realmente sobrepeso. Pero desconocen "muchas veces, que el precio de la delgadez se paga en términos de la salud mental. Ahí es cuando aparecen los trastornos alimentarios que afectan la salud física, emocional y el desempeño social de la persona", advirtió la presidenta del Colegio de Nutricionistas de la provincia, primera circunscripción, Silvia Fredes.

La profesional explicó que los desórdenes alimentarios más frecuentes son el BED (Binge Eating Disorders: compulsión a comer pero sin conducta compensatoria, como vómito inducido, laxante, diurético o actividad física excesiva); la anorexia nerviosa (negativa a comer, cuando la persona busca estar delgada y controla su apetito); y la bulimia nerviosa (se caracteriza por comer en forma compulsiva, seguida de un acto compensatorio como los mencionados).>

La licenciada Fredes explicó que "el modelo de mujer actual le otorga a la apariencia física un valor superior, vive en función de su imagen y cuerpo, donde lo que importa es pertenecer a un patrón de belleza, a un solo molde: ser delgada. La imagen física de la mujer actual es la de un cuerpo adelgazado, a veces exagerado e inalcanzable. Habitualmente, las adolescentes para poder lograr este objetivo, cuentan con un abanico de dietas cada vez más bajas en calorías y desequilibradas nutricionalmente".>

Por eso, sugirió que "la educación es la mejor herramienta para evitar la aparición cada vez más frecuente de estos trastornos. Además, la prevención se debe plantear desde la información y la educación para detectar los factores desencadenantes de la enfermedad, la modificación de la conducta alimentaria y la identificación de los grupos de riesgo".>

Cada vez más chicos

La Dra. Clara Anzaudo, a cargo del Servicio de Adolescencia del hospital de Niños Dr. Orlando Alassia y miembro de la Sociedad de Pediatría de Santa Fe prefirió no ofrecer una definición de estas patologías, ya que -como médica pediatra- se plantea la necesidad de hacer prevención y estar alerta junto a sus colegas, a los síntomas iniciales de estas enfermedades, incluso presentes en adolescentes tempranos.

La profesional advirtió que "muchos preadolescentes de 8 ó 9 años, tienen una distorsión preocupante de la imagen corporal, a veces avalados por mamás preocupadas por esa cuestión, muchas que han padecido de alguno de estos trastornos en su adolescencia o juventud".>

De acuerdo a los registros que lleva en el servicio, la paciente más chica que atendió en el consultorio ambulatorio tenía 10 años, y 11 la primera internada por anorexia.>

También dos varones debieron ser internados, de 13 y 14 años, y otros un poco más grandes, "pero con feliz resolución de sus casos", aclaró.>

En ese servicio del Hospital de Niños, el 15% del total de la consulta ambulatoria desde 1999 correspondió a casos de bulimia y anorexia, como motivo de consulta específica. A éstos deben sumarse las denominadas consultas inaparentes (por dolores de estómago o cabeza, porque no menstrúan, o se desmayaron en la escuela, porque presentan desgano o trastornos del sueño) que también llevan al mismo diagnóstico.>

La doctora mencionó que -además de estas enfermedades en particular- están los trastornos de la conducta alimentaria no específicos, que son tanto restrictivos como purgativos, pero que no reúnen los criterios de bulimia ni de anorexia, aunque son tratados como tales, que pueden llegar a hacer una u otra enfermedad.>

"Ahí está nuestro deber de estar alertas a estos pacientes", comentó, y aseguró que uno de esos trastornos es la obesidad. Al respecto, indicó que "esta patología se ve mucho cuando se aproxima el cumpleaños de 15 de las chicas, que es como una especie de iniciación de las mujeres hacia lo social y tiene un gran poder para exaltar estas enfermedades. En el hospital, a edades cada vez más tempranas, vemos los trastornos de la conducta alimentaria".>

Influencia negativa

En relación a la forma de detectar estas enfermedades, la Dra. Clara Anzaudo reconoció que al momento "de tratar lo relacionado con el inicio de la pubertad, ya vemos que este tema cuenta. Desde que la niña tiene un aumento de peso un poco acelerado, antes de la primera menstruación, son las mismas mamás las que a veces tienen una influencia negativa en sus hijas. Dicen que están gordas y que por eso las traen al servicio, cuando se trata del cambio lógico y fisiológico propio de la pubertad. Por eso es que estamos viendo casos a edades más tempranas, y eso nos llama la atención".

También recordó que estas enfermedades no son exclusivas de una clase socioeconómica en particular y dio el ejemplo de que el primer caso que tuvieron en el Sector Adolescencia del hospital, que requirió internación, fue una chica de 12 años del barrio Santa Rosa de Lima, hija de un pescador. "Por eso, vemos que la influencia social está inmersa en todas las clases sociales", opinó.>

Si los profesionales sospechan el trastorno de la conducta alimentaria deben "poner el rótulo" recién después de haber descartado otras patologías, a través de un diagnóstico diferencial e integral del adolescente. Es en ese momento cuando se pone al paciente en tratamiento, generalmente ambulatorio pero puede ser con internación, si lo requiere el caso.>

Enseñanza a futuro

En el caso del Alassia, el equipo interdisciplinario está integrado por profesionales de Salud Mental (psicólogas y psiquiatras, que atienden no sólo al paciente en lo individual sino que también centraliza en la terapia familiar, para el apoyo y porque generalmente el disparador de esta enfermedad puede ser un conflicto familiar), Servicio Social, Nutrición y otros médicos especialistas que se requieran (gastroenterólogos, endocrinólogos, cardiólogos, etc.).

Por último, la Dra. Anzaudo insistió en que "los pediatras queremos promocionar que, al menos una vez en el día, se pueda dar la reunión familiar alrededor de la comida, como antes se hacía, sin televisor, y como medio de comunicación. Se perdió este ámbito de diálogo y por eso insistimos en que se vuelva a promover la reunión familiar, como medio de acercamiento y de brindar amor".>

"Además -agregó- debemos destacar el amamantamiento de los bebés y lo relacionada que está la alimentación con el placer y el amor, desde que la mamá amamanta a su hijo hasta cómo lo nutre y lo alimenta".>

Consejos para padres

Aluba (Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia) filial Paraná es otra institución que ofrece tratamiento interdisciplinario para estas enfermedades.

La Lic. en Psicología, Silvina Cardoso, quiso marcar algunos indicios que pueden ayudar a los padres que sospechen alguna de estas enfermedades en sus hijos: "Hacen muchos comentarios sobre el cuerpo, dan vueltas para salir o se encierran, hacen crisis de llantos o angustia, están irritables o agresivos en la casa, no quieren comer, mienten (dicen que comieron en la casa de la amiga y a ella le dicen que lo hicieron en su casa), o después de comer se van rápido al baño, muchas veces para vomitar".>

También mencionó que "si se observa el ropero se puede encontrar laxantes, diuréticos y preparados para adelgazar escondidos. En los casos de bulimia, esconden galletitas, alfajores, dulces u otras comidas. Para no comer dejan la comida abajo de la cama o vestigios de vómito en el baño o en bolsitas o tarritos en distintas partes de la casa, en el techo o la arrojan al vecino. muchos chicos pierden contacto con sus amigos y otros se pelean con sus parejas".>

Por eso, sugirió que "sería importante que si los padres están detectando esto hagan una consulta lo antes posible con las instituciones que atienden esta temática. La enfermedad no se cura con el paso del tiempo sino que se agrava, se instala, e impide que esa persona pueda realizar proyectos a lo largo de su vida".>

Para concluir, Romina aconsejó a quienes estén atravesando la difícil situación que ella vivió, que se animen, que luchen y que no se den por vencidas, porque se puede salir, con mucha valentía, paciencia y ganas. "Ahora puedo ver un futuro para mí, tengo planes, y antes lo único que tenía en mi cabeza era cuánto de peso debía tener al mes siguiente. Ahora esto no está en mi mente y puedo pensar en mi vida y en el futuro. Eso me hace sentir muy bien".>

Buenos hábitos para el cuerpo sano

Formar e informar

La Sociedad Argentina de Pediatría filial Santa Fe propone a los especialistas en la atención de los más pequeños, no hablar de los trastornos de la conducta alimentaria sino promocionar buenos hábitos para tener un cuerpo sano. Por eso, desde el Hospital de Niños Dr. Orlando Alassia se ofrecen talleres en las escuelas de la zona, donde se capacita a los adolescentes para que ellos sean multiplicadores de la información.

La Dra. Clara Anzaudo explicó que "generalmente, los chicos con estas patologías tienen baja autoestima, por lo cual a raíz de algún conflicto que han tenido a nivel de ellos mismos o dentro de su familia, ejercen el control de su vida mediante el control de la alimentación".>

"Lo que proponemos -continuó- es insistir en muchas cosas que ya saben, como por ejemplo que deben realizar las cuatro comidas diarias, una alimentación variada, advertirles sobre la influencia negativa de los medios de comunicación con relación a la imagen y el cuerpo, y qué es lo interno y lo externo de una persona. Queremos crear resistencia a todo esto en los adolescentes; y explicándoles por qué es importante hacer un buen desayuno, además de las cuatro comidas, les llega más. Es un trabajo lento, de hormiga, pero es lo que más frutos puede dar", dijo, esperanzada.>

Se sabe que entre un 40 a 45% de los chicos sólo hace una comida a esta edad y la mayoría no desayuna. Por eso, la profesional mencionó que son interesantes las propuestas del denominado Programa Quioscos Saludables, que están siendo promocionados en Rosario y Córdoba, por ejemplo, obligando a los quioscos de las escuelas a ofrecer otro tipo de alimentos además de los actuales, como ensaladas de fruta, frutas, tartas y otras opciones. También les piden a las escuelas que den otros tiempos para la alimentación.>

Cabe agregar que en la Legislatura santafesina existe un proyecto de ley para regular la venta de alimentos en los quioscos de las escuelas de la provincia, siguiendo ese espíritu.>

textos de Mariana Rivera. fotos de El Litoral