Tema central / Bulimia y anorexia
Una enfermedad que crece
De generación en generación.

Las principales afectadas por la anorexia y la bulimia son las adolescentes, pero estas enfermedades ganan cada vez más terreno entre las mujeres de 25 a 40 años. La importancia de detectarlas a tiempo para evitar consecuencias irreversibles.

textos de Elena del Castillo.

Los trastornos de la conducta en la alimentación son el primer motivo de consulta de las chicas en psiquiatría infantil y existen grupos de población especialmente propensos a sufrirlos, como es el caso de gimnastas, bailarinas o modelos. Las principales afectadas por la anorexia son las adolescentes, pero tanto esa patología como la bulimia ganan terreno entre las mujeres de 25 a 40 años. De allí que detectar la enfermedad a tiempo sea imprescindible.

El rechazo sistemático a la mayoría de los alimentos, comer con cuentagotas, el asco que sienten estas enfermas ante la comida o, por el contrario, la propensión a darse atracones de grandes cantidades y después vomitar, son la cara y cruz de una misma moneda. Cuando llega a su mayor extremo se convierte en una enfermedad nerviosa y mental importante, que llega a causar la muerte, en el caso de la anorexia, entre un 5 y un 10 de los pacientes.>

La caída del cabello, los daños en la piel, las dolencias pulmonares y coronarias, la desnutrición y la amenorrea -trastornos del ciclo menstrual-, son las secuelas biológicas de la anorexia nerviosa.>

La anorexia se da en todos los estratos sociales y afecta cada vez a más población, ya que se detectan casos a una edad temprana (6 ó 7 años) y también a una edad adulta, sobre todo entre mujeres de 25 a 40 años. Los dos factores de personalidad más coincidentes entre quienes se enferman son la tendencia a un gran perfeccionismo y la baja autoestima.>

Estas características cobran mayor cariz por la influencia de los medios de comunicación, especialmente la publicidad, que machaca continuamente a la sociedad con mensajes de crítica a un físico que no sea "perfecto" según unos parámetros de moda.>

De hecho, la anorexia tiene dos formas de transmisión: una a través de los medios y la publicidad; y otra a través de las adolescentes, que se "contagian" unas a otras.>

Ante ello, la familia juega un papel importante y los padres deben comprometerse con las pautas médicas, aunque a veces los propios progenitores empeoran la situación porque también están obsesionados por la delgadez. Al respecto, hay que recordar que los médicos ya están tratando a la segunda generación de anoréxicas, y que entre ellas hay madres y abuelas.>

La importancia del tiempo

Una de cada diez enfermas tiene un familiar que ha sufrido algún trastorno alimentario, tras comentar que la enfermedad suele durar entre tres y cinco años, salvo los casos que se detectan a tiempo, que se resuelven en meses.

Se calcula que alrededor del 70% de las personas anoréxicas se curan tras años de tratamiento, aunque la mitad con secuelas o después de pasar a la bulimia. En otro 25% de los casos la enfermedad se cronifica. >

Entre las causas que llevan a padecer anorexia y bulimia figuran factores personales, familiares, biológicos y socioculturales. En cuanto a su tratamiento, combina la terapia psicológica con los fármacos y las pautas familiares y nutricionales.>

Para los que no han sufrido anorexia es difícil entender por qué una chica puede verse gorda ante un espejo cuando aparece muy normal de peso a los ojos del resto de la gente. Sin embargo, ella adquiere un pánico a ganar peso que le obliga a realizar severas dietas impuestas a sí misma por un raro mandato de su cerebro. Esta situación influye en sus relaciones con los demás y comienza a perder interés en las relaciones sociales.>

La falta de peso conlleva alteraciones hormonales, retraso puberal, aparición de vello, intolerancia al frío, tensión baja, arritmias, bradicardia o disminución del ritmo cardíaco, estreñimiento, piel seca y quebradiza, osteoporosis e irritabilidad.>

Se puede llegar al suicidio

El cuadro que aparece en la bulimia es la ingesta voraz seguida de maniobra con el fin de eliminar las calorías ingeridas, ayunos y actividad física excesiva. Las consecuencias son vómitos autoinducidos, diarreas incontrolables, subidas y bajadas de peso, deshidratación, pérdida del esmalte dental y de piezas, debilidad muscular, calambres, taquicardias, depresión, ansiedad, aislamiento social, conflictos con los familiares, y hasta intentos de suicidio.

Si los vómitos son severos, pueden aparecer desgarramientos del esófago y ruptura gástrica. También estos pacientes pueden provocarse lesiones o heridas o se obligan a pasar frío con el fin de que todo ello contribuya a quemar calorías. >

La bulimia nerviosa es más difícil de detectar que la anorexia nerviosa, ya que la joven que la padece es sigilosa, desaparece comida, asalta la heladera, almacena alimentos en su habitación y vomita a escondidas. Una de sus peores consecuencias es el fallo cardíaco, porque en los vómitos se pierde mucho potasio, indispensable para que el corazón funcione bien.>

Generalmente, la anorexia suele aparecer entre los 12 y los 18 años. La adolescencia es una etapa de insatisfacción con el propio cuerpo que favorece la enfermedad.>

La bulimia comienza algo más tarde, entre los 16 y los 25 años, pero es cuatro veces más frecuente que la anorexia. La bulimia se da más en la mujer que en el varón en una proporción de entre diez a uno. Ambas enfermedades cuando están en su estado avanzado, obligan a la hospitalización.>

Se están registrando otros casos que padecen "trastorno de atracón", que afecta principalmente a mujeres de 40 o 50 años con rasgos depresivos y que utilizan la comida en forma de atracones para aliviar su angustia. También aumenta el número de hombres jóvenes obsesionados por conseguir un cuerpo perfecto y que puede derivar en una enfermedad llamada "vigorexia". Todas ellas son las nuevas enfermedades del mundo desarrollado o consumista.>