Fiestas y vacaciones: otra preocupación. Organizarse y controlar las expectativas ayuda a evitar el estrés provocado por la llegada de fin de año. La carga del encuentro familiar implica mucha planificación y el deseo de llevar adelante la celebración "perfecta" produce agotamiento. Quienes no se toman vacaciones tienen que cuidarse especialmente para economizar energías.
Los últimos meses del año pueden resultar para muchas personas una carga difícil de sobrellevar. Al cansancio por el año de trabajo, suele sumarse el estrés de preparar las fiestas y la organización de las vacaciones. Pero, en algunos casos, el principal problema es que comienza a aflorar un marcado sentimiento de tristeza por aquellos que ya no están. Las imágenes de la familia reunida en torno de la mesa que constantemente proyectan las publicidades y la decoración navideña resultan, en estos casos, un disparador de frustración, mal humor y estrés en lugar de esperanza y alegría.
Controlar las expectativas y organizarse, aprendiendo a delegar y evitando autoasignarse tareas mesiánicas, son algunas de las claves para poder disfrutar del fin de año con tranquilidad.>
Dejar de lado las expectativas desmedidas ayuda a disfrutar de las fiestas.>
Fechas que movilizan
"Es importante planificar las actividades sin pensar que las fiestas son el único momento importante del año. La necesidad de llevar adelante el festejo perfecto lleva al agotamiento y eso genera una serie de problemas, en especial en el caso de las personas que no se toman vacaciones. La clave es planificar sin dejarse abrumar por la necesidad de cumplir con objetivos imposibles de llevar a cabo", expresó el doctor Marcelo Cetkovich-Bakmas, médico psiquiatra, secretario Científico de la Asociación Argentina de Psiquiatras.
Otro de los puntos importantes es desterrar la idea de felicidad continua pues, como en todo el resto del año, es esperable que durante la época festiva se produzcan altibajos. Esa actitud ayudará a evitar los posibles choques con otros miembros de la familia.>
"Las fiestas de fin de año son movilizadoras de reencuentros con figuras y situaciones significativas que a menudo no están debidamente internalizadas. Además, el ritmo de vida vertiginoso impide procesar, contener y darle un sentido enriquecedor a estas emociones. Es en ese momento cuando aparecen sentimientos de temor o de pérdida. Para evitarlos, la mejor recomendación es tener una anticipación positiva", destacó el doctor Roger Montenegro, médico psiquiatra, presidente de la Fundación Contener.>
¿Qué nos dice el cuerpo?
Ante cualquier situación de estrés, es necesario prestar atención a los síntomas físicos. Existen determinadas patologías que pueden agravarse como consecuencia de componentes estacionales. De acuerdo con el doctor Cetkovich-Bakmas, "en nuestro país la primavera coincide con el fin de año, de manera que hay cuadros que presentan variación estacional y suelen complicarse en esta época como consecuencia del estrés provocado por el cierre de un ciclo. El agravamiento se confunde con el cansancio y a esto se le suma la percepción de que fin de año es el fin del mundo".
Estas complicaciones ameritan, en el caso de aquellos pacientes que ya cuentan con un diagnóstico, un control más minucioso del cuadro, a fin de evitar que el paciente pueda llegar a sentirse desbordado.>
"Las personas que no presentan ninguna patología o no la tienen diagnosticada, deben estar atentos para determinar si, por ejemplo, se sienten más cansados que habitualmente o están más irritados. Si algo de eso pasara, es conveniente realizar la consulta con un especialista", indicó Cetkovich-Bakmas.>
Por su parte, el doctor Montenegro señaló la importancia de "descansar bien, comer bien, hacer ejercicio y tranquilizarse para evitar la irritación, la intolerancia y las sobreexpectativas que pueden generar ansiedad. Esto es sumamente importante, porque las actitudes autocontinentes garantizan la plenitud y el gozo real y perdurable".>
fuente: Pro Salud News.
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