Derivaciones del caso Coronel
Un cimbronazo en el gabinete de Gobierno
Tres funcionarios, entre ellos el hijo del ministro Roberto Rosúa, renunciaron a sus cargos para ponerse a disposición de la justicia. En diálogo con El Litoral, el titular de la cartera defendió la integridad de sus ex colaboradores, y negó que el acusado de veinte asaltos haya tenido alguna protección. Sin embargo, admitió que personalmente, no lo hubiera llevado a trabajar a Asuntos Penales.

Ivana Fux

La incomodidad en las más altas esferas del gobierno de la que había dado cuenta El Litoral en sus ediciones anteriores a partir de las derivaciones que tuvo el caso Coronel, ayer quedó explícita. Por la tarde, Jorge Obeid se reunió con el ministro Roberto Rosúa y allí terminaron de definir que tres funcionarios de su cartera debían dar un paso al costado: su hijo y director de Seguridad Comunitaria, Fernando Rosúa; el subsecretario de Asuntos Penales, José Luis Benaglia, y el titular del Patronato del Liberado, Juan Garceche.

Roberto Coronel es el preso que trabajó hasta 2005 en Asuntos Penales por el régimen de libertad asistida, y que detuvieron hace casi un mes en Rosario, acusado de una veintena de robos. Desde su celda, según lo denunciaron, amenazó telefónicamente a Rosúa (h) y a Benaglia. La versión de Coronel fue otra: ante la prensa dijo que el amenazado era él, y ante los jueces de instrucción que lo indagaron, terminó involucrando a Fernando Rosúa.>

Con las renuncias consumadas y en diálogo con El Litoral, el ministro de Gobierno defendió la integridad de sus tres ex funcionarios; aseguró que lo de Coronel son calumnias, y que la detención del delincuente de parte de la policía demuestra que no estaba protegido. Eso sí, personalmente, opinó que no lo hubiera llevado a trabajar al Ministerio.>

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-¿Cómo se argumentan las renuncias?-Las argumentaciones están dadas por los propios renunciantes; ellos sostienen que deben facilitar la labor del gobierno, del Ministerio, y de ser necesario, quedar en libertad de acción para ejercer sus propias defensas. Frente a estas declaraciones públicas conocidas por la prensa, porque no ha habito ninguna comunicación oficial, deciden hacer la contribución de facilitar la acción del gobierno para cualquier tipo de investigación. -¿Cuál es su lectura de lo ocurrido?-No puedo hacer una lectura porque no conozco el caso más que por la prensa, y la prensa lo debe conocer deformado porque habiendo secreto de sumario, mal se supone que pueda tener la información. De cualquier manera quiero decirle que tengo la absoluta y total convicción de que ninguno de los tres funcionarios ha violado ninguna norma legal ni ética, y que en consecuencia, es una acusación carente de fundamento. A qué apunta esto es difícil de determinar, pero sin dudas se inscribe en el acto de una calumnia de parte de Coronel. -Y si es una calumnia, ¿por qué renuncian?-Para facilitar que se investigue. -Pero hubo un caso, el de Alejandro Rossi, que también para facilitar una investigación judicial se alejó del cargo, pero pidiendo licencia sin goce de haberes...-Depende de la decisión de cada funcionario. En este caso, los tres funcionarios plantearon que frente a esta acusación, convenía extremar todo tipo de medidas para no entorpecer la investigación. Alejandro Rossi lo planteaba desde otro punto de vista; son respetables las dos posturas. -Con la trascendencia que se la había dado a Seguridad Comunitaria como área innovadora, ¿qué significa esta renuncia?-No tengo dudas de que se va a sentir esta pérdida, porque además, lo he advertido estos días en Rosario como consecuencia de la tormenta; vimos trabajar a ese equipo con una diligencia y una eficacia con la que hacía tiempo que las áreas de gobierno no funcionaban. De manera que sí, creo que el gobierno, el Poder Ejecutivo y el Ministerio van a sentir estas pérdidas. Pero también creo que es indispensable tener la absoluta tranquilidad de espíritu para trabajar, y mal se puede trabajar en medio de acusaciones, de calumnias. Ahora, a clarificar las cosas. Después, veremos.

-Si se habla de calumnias, de acusaciones ¿Fue un error haber llevado a Coronel a trabajar al Ministerio?

-En primer lugar el caso de Coronel como el de otros se inscribe en una política que es la que señala que el espacio-tiempo de la detención tienen como finalidad la recuperación del detenido. Esto no es un invento; es la aplicación de las prescripciones siempre ignoradas de la Constitución Nacional, de los Pactos Internacionales y de la Ley de Ejecución Penal. Esta política tiene resultados y contrarresultados. Coronel forma parte del sector que reincide y fracasa. En cuanto a arrimarlo (sic) a trabajar a una Subsecretaría de Asuntos Penales, es un valoración fáctica. Yo, personalmente, no lo hubiera hecho; hubiera sido preferible que no estuviera.>

-Coronel, en un breve contacto con la prensa, dijo que actuaba con complicidad del poder ¿Por qué cree que dijo eso?

-(Molesto) Si está en vinculación con el poder, entonces quién fue el que lo detuvo. Cuál fue el organismo que hizo la investigación, que comparó las filmaciones, que siguió los rastros de tipo afectivo de Coronel. Él es un delincuente hábil, muy hábil, que eludía, pero el organismo que lo detuvo ¿fue acaso la Gendarmería Nacional, Al Qaeda, la Policía Federal? No, fue la policía de la provincia, cuya conducción política es el ministro de Gobierno. Ese solo hecho desmiente totalmente cualquier connivencia del Estado o del poder con este señor. No hay absolutamente ninguna posibilidad de que eso sea así. >

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-A este señor Coronel, que algunos de los funcionarios renunciantes calificaron como un buen preso, Ud. lo acaba de calificar como un delincuente muy hábil. Entonces, ¿fue desacertado haberlo llevado al Ministerio?-Se trata de dos conceptos distintos en dos entornos diferentes que no se excluyen. Puede ser un hábil delincuente que cuando está preso, es un preso ejemplar. Y puede ser un muy mal delincuente, que cuando está en prisión también puede ser malo o no. Son dos etapas distintas. A la gente en general le cuesta trabajo diferenciar el estar afuera en actos reñidos con la ley, y el estar adentro, sometido a un sistema de disciplina. (Coronel) era un preso ejemplar, hábil, pero preso ejemplar.

Exceso

En diálogo con El Litoral, el secretario de Gobierno, Walter Gálvez, valoró la conducta de los tres funcionarios que decidieron "dar un paso al costado para ponerse a disposición de la justicia". Después coincidió con el ministro en descartar cualquier tipo de protección sobre Roberto Coronel, al recordar que fue la policía de Santa Fe la que lo detuvo. Por último, consideró que la política penitenciaria elegida tiene sus riesgos.

"Cuando uno trabaja con internos -sostuvo-, está propenso a excederse en la confianza, a mantener alguna vinculación o relación en función del objetivo de la política de reinserción del interno. En algunos casos la reinserción funciona; en otros no".

Rossi, de visita.

Minutos después de que se confirmara ayer la renuncia de los tres funcionarios, trascendía que en la privada del gobernador se encontraba Alejandro Rossi, ex subsecretario de Seguridad Pública. Según voceros oficiales, Rossi no conversó con el mandatario, sino con su mano derecha, Ariel Dalla Fontana. Su presencia alimentó especulaciones sobre un posible retorno al gabinete, pero fue el propio ministro quien desmintió la especie a El Litoral.

"Si ha estado Alejandro Rossi, eso no tiene ninguna vinculación con los posibles reemplazantes", sentenció Roberto Rosúa. Después se supo que la charla estuvo más vinculada con la actualidad electoral de la provincia, que con un nuevo rol del ex funcionario.

El riesgo de reinsertar

Tras advertir que personalmente no hubiera propiciado que el preso Roberto Coronel trabajara en el Ministerio a su cargo, Roberto Rosúa aclaró, de todos, que si hubo un error fue por intentar cumplir con la política de reinserción.

"Si se trató de un error, en definitiva, el error fue haber cumplido acabadamente con los objetivos de una política de recuperación, reinserción y de resocialización que se hace a través de la escuela, el trabajo, la salud, la educación", sostuvo el funcionario.

Rosúa reparó recurrentemente en los porcentajes de presos que reinciden, pero valoró a los restantes, que se logran recuperar.

"La reinserción laboral la propiciamos con el riesgo de que hay internos que reinciden, que violan la confianza, la palabra empeñada. Coronel está dentro de eso", señaló.

Después, enfatizó que esta política de resocialización "no tiene resultados totales ni absolutos"; que así como hay presos que reinciden, hay otros con salidas transitorias que no vuelven a sus lugares de detención.

Consultado sobre si se acentuarán ahora los mecanismos de verificación para seleccionar a los internos que puedan desempeñarse en organismos públicos, Rosúa aseguró que esos dispositivos ya funcionan.

"En todos los casos se tienen cuidados extremos; no se da ninguno de estos beneficios si no hay un pase por todos los filtros que importan los distintos informes de las diferentes secciones y estamentos del Servicio Penitenciario. Hay una Junta de clasificación de las Unidades Penitenciarias, hay informes de psicólogos y de disciplina, que como en el caso de Coronel, confirman si hay una conducta ejemplar. Así y todo, hay un 25 % que tiene conducta ejemplar y, sin embargo, fracasa. Esto implica un riesgo; digámoslo al revés -sugirió-: si uno de cada cuatro presos reincide, quiere decir que hay un 75 por ciento que se logra reinsertar. Son los riesgos que se asumen cuando se adoptan estas políticas".