Al margen de la crónica
Un estímulo para aprender

Éste fue un año movido en materia educativa. No sólo por los paros docentes, sino también por el debate que se dio en torno de los ejes centrales que debe contener la normativa que reemplazará a la Ley Federal de Educación, vigente desde 1993. Y entre las obligaciones que tendrá que cumplir el Estado cuando se apruebe el proyecto de ley -que ya cuenta con media sanción del Senado- figura la alfabetización digital; un desafío que deberá afrontar este gobierno y los que sigan para garantizar que los chicos de todas las edades y clases sociales tengan acceso real a la tecnología.

En nuestra provincia, el 20,9 % de las escuelas no tienen computadoras y sólo el 16,5 % utiliza Internet. Ante esta realidad, el Estado no sólo deberá asegurar la distribución de máquinas en todos los establecimientos educativos del país, sino en número suficiente en relación con la cantidad de alumnos. Pero lo más importante para garantizar un acceso real es que, junto con la provisión de las PCs, el Estado implemente un programa educativo que promueva un uso pedagógico de la tecnología.>

No alcanza con equipar a las escuelas; se debe instalar en las computadoras software educativos -y en lo posible Internet- que permitan a docentes y alumnos trabajar los contenidos escolares y enriquecer el aprendizaje.>

Se trata, en definitiva, de desterrar de una vez y para siempre el uso de la sala de informática como lugar en donde se enseña computación, y convertirlo en un espacio que sea utilizado en las clases por los maestros de lengua, matemáticas, historia y de cada una de las materias de la currícula.>

La computadora y los recursos tecnológicos son herramientas que atraen a los chicos, y su incorporación en la práctica escolar puede ser la "carnada" para que aprendan con entusiasmo hasta los contenidos más difíciles. El desafío es grande, pero es posible avanzar paso a paso.>