Diciembre de 2001
A un lustro de la explosión
Mañana se cumplen cinco años del desplome económico del país y de su puesta al borde del colapso institucional. Cinco presidentes en una semana y 29 muertos constituyeron el saldo más visible, con fondo de cacerolas y piquetes y una ardua tarea de recomposición.

Ignacio Sanguinetti (CMI)/El Litoral

Se cumple un lustro del 20 de diciembre. Día en el que tras varios meses (años) de incubación finalmente explotó la mayor crisis social, económica y política que atravesó la Argentina. Aún es difícil establecer cuándo comenzó a gestarse el escenario que permitió que la Argentina logre el triste récord de tener cinco presidentes en poco más de una semana y nada menos que 29 muertos como consecuencia de una brutal represión en todo el país.

Renuncia del entonces vicepresidente Carlos "Chacho" Álvarez, quita de apoyo del radicalismo bonaerense, categórica derrota electoral en manos del justicialismo en las elecciones legislativas de octubre de 2001, apreciación del dólar, baja actividad industrial, suba del riesgo país, fuga de capitales, imposibilidad de renegociar la deuda, etc. Todos factores que contribuyeron a que diciembre comience bajo un absoluto desgobierno.>

Lo cierto es que tras una sucesión de infortunios oficiales y 17 días de corralito, el 19 de diciembre el presidente De la Rúa anunciaba por cadena nacional Estado de sitio por los saqueos y el desborde social. >

Sobre el final de su discurso y en un acto de abierta desobediencia civil, los vecinos de Buenos Aires -y de numerosas ciudades del país- comenzaron a hacer sonar sus cacerolas, para reunirse luego en las esquinas e iniciar una larga marcha hacia lugares símbolos: la residencia presidencial de Olivos, la casa del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, el Congreso Nacional y la Plaza de Mayo.>

Cuando las primeras columnas de vecinos llegaron a la Plaza de Mayo repiqueteando las cacerolas comenzó la represión con gases lacrimógenos, situación que no hizo desistir nuevas movilizaciones. >

Desde la madrugada del jueves 20 de diciembre se prolongó una verdadera batalla callejera que se extendió paulatinamente a todo el centro de la ciudad de Buenos Aires y algunas ciudades del resto del país. La brutal represión cobró cientos de heridos y detenidos con el triste saldo de 29 muertos, cinco de ellos en las inmediaciones de Casa Rosada.>

Presiones y represión

La represión del 20 de diciembre de 2001 en Plaza de Mayo fue la más salvaje desde el retorno de la democracia y a cinco años no hay ningún detenido por las muertes de aquella tarde y los únicos acusados por asesinato esperan el juicio oral en su casa.

Hoy, a raíz de la elevación del juicio oral que busca establecer responsabilidades, se sabe que la decisión de desalojar la Plaza de Mayo por la fuerza aquél 20 de diciembre no obedeció a la necesidad de evitar que los manifestantes tomaran la Casa de Gobierno, sino a la necesidad de una plaza vacía para poder negociar con el justicialismo. De la Rúa y sus funcionarios buscaban mostrar cierta gobernabilidad para no ser arrasados por el peronismo.>

También se habían sumado los militares en la presión por mano dura. De la Rúa ya había sido tentado por el poder castrense para, en alianza, ejercer el orden. El entonces presidente elegía el camino de la violencia para mostrar firmeza y disipar la nueva presión. Apoyarse en los militares sería interpretado como un golpe de Estado, alternativa que conducía a la guerra civil.>

La sucesión

Hacia el fin del día 20, el presidente y el gobierno en su conjunto renunciaron. La inesperada e intensa protesta y movilización y su trágica represión, marcaron el fin del gobierno de De la Rúa.

Por no haber vicepresidente, asumió Ramón Puerta, en ese entonces presidente provisional del Senado. Convocó a una asamblea legislativa que consagró presidente a Adolfo Rodríguez Saá apoyado por una improvisada alianza de gobernadores de las provincias chicas ante la prudente mirada de los gobernadores de las provincias grandes.>

Apenas asumió Rodríguez Saá -quien desatinadamente incluyó a Carlos Grosso en su gabinete-, las disputas de poder en el interior del justicialismo y la puja entre las distintas fracciones del "poder económico" dieron espacio a nuevas movilizaciones y más cacerolas.>

Sin apoyo, Rodríguez Saá renunció. También lo hizo Puerta, quien debía asumir nuevamente la presidencia. Asumió así, Eduardo Camaño, en su carácter de presidente de la Cámara de Diputados, el 31 de diciembre de 2001.>

Por la noche del martes 1° de enero de 2002 la Asamblea Legislativa, convocada por segunda vez, coronó como nuevo presidente a Eduardo Duhalde. Por vía del acuerdo parlamentario llegaba así al Poder Ejecutivo aquél que fuera derrotado en las elecciones presidenciales de 1999. >

Paradójicamente, la elección de Duhalde significaba el triunfo de una nueva alianza. La del aparato justicialista de la provincia de Buenos Aires y el "alfonsinismo", también bonaerense. En términos sociales representaba el arribo de los sectores políticos más próximos a los intereses de los grupos económicos locales.>

Mano política

El ministro del Interior, Aníbal Fernández, dijo hoy que para él hubo una "mano política" durante los saqueos registrados en diciembre de 2001, aunque dijo desconocer quiénes habrían incentivado a los saqueadores. "Uno estaba convencido de que había detrás una mano política", sostuvo el funcionario, quien en ese momento era ministro de Trabajo del gobernador Carlos Ruckauf.

Voces de la provincia

El diciembre trágico dejó siete víctimas fatales en la provincia de Santa Fe, todas ellas, de la ciudad de Rosario. La más paradigmática fue tal vez la muerte de Pocho Lepratti, un trabajador social por quien sus familiares y amigos siguen reclamando justicia.

A cinco años, el actual diputado nacional por el Socialismo y por entonces intendente de Rosario, Hermes Binner, recordó lo sucedido.

"Es una fecha que produce mucho dolor porque, para empezar, se perdieron muchas vidas humanas. No nos olvidemos de lo que pasó, por ejemplo, con Pocho Lepratti, un trabajador social que lo único que pretendía era que se bajaran las armas porque había chicos comiendo. Creo que esto es lo más doloroso que nos queda del recuerdo de esa fecha".

En el aspecto político, el hoy candidato a gobernador dijo que fue "la manifestación clara de un gobierno que creía que haciendo buena letra podía cambiar la realidad, pero sin cambiar los ejes económicos del neoliberalismo. Indudablemente, quedó demostrado que eso es imposible". Por último, entendió que tiene que darse "una fuerte participación de la justicia" para investigar lo sucedido. "Nuestra justicia tiene que actuar y avanzar", opinó.

Desde la UCR y en diálogo con El Litoral, opinó el diputado nacional Alberto Beccani, en aquel entonces, senador provincial por el departamento Rosario.

"En 2001 explotó un modelo económico que lamentablemente, la Alianza no pudo advertir o no intentó cambiar; eso produjo la crisis lamentable que tuvimos, con las consecuencias que todos conocemos", reflexionó.

Respecto del desempeño de la Justicia, consideró que existe "una deuda pendiente", y bregó porque las investigaciones "puedan aclarar todo".

Acerca de las causas que motivaron la renuncia del presidente Fernando de la Rúa, sostuvo que "no se investigó demasiado. Creo que hubo un intento de terminar con su gobierno; hubo movimientos y saqueos planeados".

A su criterio, la clase política "aprendió una lección, aunque a un muy alto costo". Respecto del "que se vayan todos", consideró que tal renovación se irá dando progresivamente a través de las elecciones y el voto de la propia ciudadanía.

Los 5 presidentes

-Hasta el 20 de diciembre: Fernando de la Rúa. Abogado y radical. Nació el 15 de setiembre de 1937 y realizó todos sus estudios en su provincia natal, Córdoba. Fue senador por Capital Federal en 1973 e integró con Ricardo Balbín la fórmula presidencial que se opuso a la de Perón-Perón a la renuncia de Héctor Cámpora. Diputado nacional en 1991. Jefe del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 1996. Asume como Presidente de la República, sucediendo a Carlos Saúl Menem, el 10 de diciembre de 1999.

-20, 21 y 22 de diciembre: Ramón Puerta. Justicialista y empresario. Nació el 9 de setiembre de 1951. Asume como presidente interino el 20 de diciembre de 2001 en su carácter de Presidente Provisional del Senado por no estar cubierto el puesto de vicepresidente por renuncia de Carlos Alvarez -compañero de fórmula de Fernando de la Rúa- en el 2000. Ocupó diversos cargos en su Misiones natal, incluida la gobernación.

-Del 23 al 30 de diciembre: Adolfo Rodríguez Saá. Justicialista, abogado y caudillo de la provincia de San Luis. Nació el día 25 de julio de 1947. Asume la presidencia el 23 de diciembre del año 2001. Fue cinco veces gobernador de su provincia. Fue electo presidente por la Asamblea Legislativa. Presentó su renuncia el 31 de diciembre de 2001.

-31 de diciembre de 2001 y 1º de enero de 2002: Eduardo Camaño. Justicialista y bonaerense. Asumió la presidencia interinamente el 31 de diciembre de 2001 en su carácter de Presidente de la Cámara de Diputados, ante la renuncia de Adolfo Rodríguez Saá.

-A partir del 1º de enero de 2002: Eduardo Duhalde. Justicialista, Abogado y ex gobernador de Buenos Aires. Nació en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, el 5 de octubre de 1941. Asume la Presidencia el 1º de enero de 2002 elegido por la Asamblea Constituyente. Acompañó como vicepresidente al doctor Carlos Saúl Menem en su primer período, después de las elecciones de 1989. Entregó el gobierno a Néstor Kirchner en diciembre de 2003.