Algún rayo de luz en la guerra contra el terror

Javier García. (EFE)

Los derechos humanos se han seguido conculcando a lo largo de 2006 en numerosos lugares del planeta, en buena parte al amparo de la continuación de la llamada "guerra contra el terror" impulsada por la presidencia de EE.UU., aunque este año ha dejado también algunos signos para la esperanza.

La persistencia de varios conflictos regionales y el agravamiento de la situación en Irak o en los territorios palestinos, sumados a la guerra en Líbano entre Israel y Hezbolá, han supuesto un fuerte varapalo a la situación de los derechos humanos en el mundo, y especialmente al más importante de todos ellos: el de la vida.>

Por ende, la llamada "guerra contra el terror" ha servido de excusa a algunos gobiernos de Oriente Medio, África y Asia para seguir practicando detenciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, juicios injustos o represión de la disidencia política.>

En el lado positivo de la balanza, el número de conflictos activos en el planeta se ha reducido, especialmente tras la firma de varios acuerdos de paz en África y Asia, mientras que la lucha contra la impunidad ha cobrado renovados bríos con medidas para llevar ante la justicia a personajes como Augusto Pinochet, Alberto Fujimori o Charles Taylor.>

La Corte Penal Internacional (CPI) dictó además este año sus primeras actas de acusación contra dirigentes de grupos armados en países como Uganda y la República Democrática del Congo y la maquinaria de derechos humanos de la ONU, muy desacreditada, se ha revisado con la creación del nuevo Consejo de Derechos Humanos.>

También a nivel de la sociedad civil se han intensificado la solidaridad y el activismo por los derechos humanos, con las luchas de los grupos indígenas en Latinoamérica, las manifestaciones de inmigrantes en EE.UU. o la toma de conciencia de las mujeres en Asia, que han comenzado a reclamar sus derechos.>

En el lado negativo, el centro de detención estadounidense de Guantánamo continúa abierto como símbolo de la conculcación de los derechos humanos, aunque este año se escucharon cada vez más voces demandando su clausura, incluidas las de varios gobiernos y organismos de la ONU.>

Incluso el presidente estadounidense, George W. Bush, reconoció que le "gustaría mucho cerrar Guantánamo y someter a los prisioneros a juicio", algo a lo que todavía no se ha enfrentado ni una sola de las más de 460 personas de 40 nacionalidades distintas que permanecen recluidas en la base, tres de las cuales se suicidaron este año.>

Lagunas legales

Pero Guantánamo representa sólo la punta del iceberg de una gran red de centros de detención en Irak, Afganistán y otros lugares secretos en los que Estados Unidos mantiene recluidos a cientos de prisioneros sin cargos ni juicio.

La práctica de la desaparición forzada se ha extendido en países que cooperan con EE.UU. en su guerra contra el terrorismo como Pakistán, donde, según Amnistía Internacional, se ha detenido y recluido a cientos de personas en lugares secretos para ser transferidos a centros de detención de la Agencia Central de Información (CIA) en terceros países.>

Un informe del Consejo de Europa se pronunció en junio contra la práctica de detenciones secretas y desapariciones forzadas y criticó a las autoridades de hasta seis países europeos por haber "participado activamente con la CIA en estas actividades ilícitas".>

Junto a ello, la globalización del sector de armamento ha creado lagunas legales sobre la exportación de armas, lo que permite a las empresas eludir la normativa vendiendo piezas y componentes por separado y subcontratar la fabricación de armas en el extranjero.>

Como ejemplo, el helicóptero "Apache" utilizado por Israel durante la guerra del Líbano se compone de más de 6.000 piezas fabricadas en países de todo el mundo -incluidos el Reino Unido, Holanda e Irlanda-, pese a que el Código de Conducta de la Unión Europea (UE) impide exportar directamente helicópteros de ataque a Israel.>

Según los datos del informe "Armas bajo Control" 2006, elaborado por organizaciones internacionales, al concluir este año el gasto militar habrá alcanzado el récord sin precedentes de 1,05 billones de dólares, lo que supone cerca de quince veces el gasto internacional en ayuda humanitaria.>

Ese mismo informe estima que el 88 por ciento de las exportaciones de armas convencionales provienen de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Estados Unidos, Francia, el Reino Unido y Rusia).>

Entre los datos para la esperanza destaca el notable avance en la eliminación de la pena de muerte, que este año había sido ya abolida en 126 países frente a tan sólo 16 que la habían suprimido en 1977.>

También la creación del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y su primera sesión a finales de junio constituyó un paso importante para conseguir un órgano más fuerte y eficaz.>

El Consejo acordó una serie de procedimientos especiales para seguir los casos de violaciones de los derechos humanos y vigilar la actuación de todos los estados miembros en este terreno.>