Cartas a la dirección

Informaciones de fin de año

Señores directores: Recientes noticias que tomaron estado público señalan que en 2006 mejoró la distribución del ingreso y según datos proporcionados por el Indec, la brecha entre lo que gana el 10 % más rico y el 10 % más pobre descendió de 42 a 35 veces, continuando la tendencia de los últimos años. No entraremos en las particularidades de estos datos pero merece destacarse que la tasa de empleo en la actualidad estaría en niveles cercanos al 42 %, récord de los últimos 15 años, y que la creación interanual de puestos de trabajo urbano rondaría los 380.000 puestos, acotándose al respecto que los empleos sin planes habrían crecido el doble. En lo que hace al aumento de los salarios del sector formal, que en general habrían sido del 10 %, tuvo como correlato una cantidad récord de convenios colectivos, mientras que en el caso de las remuneraciones de los trabajadores en negro las mejoras habrían oscilado en un 12 %. En lo mencionado ha tenido que ver, entre otros factores, el desempeño del propio mercado y también la política de ingresos implementada por el Estado, ya que el salario mínimo evolucionó de $ 760 en agosto para pasar a $ 800 en noviembre último.

La interpretación de los datos oficiales ha generado en los economistas opiniones diferentes según el enfoque del analista y sus juicios acrecientan o empalidecen estos logros, lo que se ve reflejado en sus recomendaciones de cómo debería actuarse a futuro. Por razones de brevedad mencionaré sólo un juicio que en mi opinión merece prestarle atención porque al expresarse que "el crecimiento equilibrado del PBI con un dólar alto mejora el empleo y la distribución del ingreso monetario, pero la clave para una distribución integral mejor es salud, educación, vivienda e infraestructura", el enfoque introduce un elemento que a veces no es tenido en cuenta al considerarse la cuestión de la equidad social, por omitirse valorar lo concerniente a la política del gasto público como complemento de la política de ingresos, no obstante que constituye una herramientas de singular significación cuando se la utiliza para incrementar tal equidad. El crecimiento económico que se refleja en la tasa de crecimiento del PBI se sustenta básicamente en la formación de capital derivado de la tasa de ahorro e inversión y el aumento de la eficiencia, que se alcanza entre otras cosas a través del progreso tecnológico y organizacional que permite una asignación más racional de los recursos. En ese contexto, merece apreciarse el valor de alcanzar más equidad sin provocar efectos nocivos, y velar porque se haga más eficiente el gasto social a fin de que éste rinda el máximo posible en beneficio de sus destinatarios.>

Otra noticia interesante es que la asesora del gigante norteamericano Wester Unión en una inversión de la misma en nuestro país al ser consultada sobre su consejo favorable habría comentado que la Argentina está en un excelente momento y con un crecimiento sostenido sólido, acompañado de estabilidad política, y que a las buenas ganancias obtenidas por las exportaciones se suma la producción interna y el hecho de que las empresas reinvierten en su propio país. Si así nos ven en el exterior eso también es una buena noticia.>

Dr. Tito L. Rocchetti.>

Ciudad.>