La lección de asociarse
A LA BOSLA
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En todos los tambos de la región se están confeccionando la reservas para el invierno. La correcta elaboración de los forrajes conservados es necesaria para una óptima alimentación de los animales y así lograr una buena producción lechera. En Progreso un grupo de productores se asoció para embolsar su propio silo y también brindar servicios a terceros.

Juan Manuel Fernández [email protected]

Se sabe del alto costo que representa la alimentación en los números de un tambo, que puede llegar a significar -según estimaciones de algunos especialistas- hasta el 30% del ingreso de la leche o bien cerca del 50% de los gastos directos del establecimiento. Reducir estos números es entonces uno de los desafíos permanentes que se le presentan a los productores.

Justamente guiados por esta consigna, 10 años atrás un grupo de tamberos de Progreso, departamento Las Colonias, decidió asociarse, adquirir la maquinaria necesaria y brindarse su propio servicio de picado y embolsado de reservas para el invierno. El resultado fue por demás de satisfactorio, ya que mirando hacia atrás descubren que el costo de estas tareas se redujeron hasta un 40%>

Hoy son 25 los integrantes del Grupo Picadora Progreso SA (entre ellos 2 ganaderos), que cuentan con un interesante parque de maquinaria para el picado y embolsado de forrajes, así como también de fertilización de cultivos, gracias a la reciente incorporación de una moderna máquina para aplicarlo tanto granulado como en polvo.>

Una década atrás arrancaron con una picadora John Deere 6910 que, con el paso del tiempo, cambiaron a las dos Claas (una 890 modelo 2004 y otra 870 del 2006) con las cuales la temporada pasada -entre los cultivos de maíz, sorgo y alfalfa- la empresa picó mas de 3000 hectáreas y embutió más de 24.000 metros de silobolsa a socios y terceros, empleando para ello en su totalidad mano de obra local que en plena campaña puede llegar hasta las 20 personas.>

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Puro trabajo

El equipamiento del grupo, que cuenta con una capacidad de picado y embolsado de 50 hectáreas por día, se completa con 3 embolsadoras de 9 pies, 9 acoplados sileros (que transportan el material picado desde la máquina a la embolsadora), 9 tractores, 1 taller rodante para reparaciones en general, 2 camionetas y 2 casillas para trabajos a distancia. Además de desempeñarse en Progreso, habitualmente el Grupo se traslada para hacer su trabajo hasta Esperanza, Colonia Rivadavia, Grutly, Humboldt, Santo Domingo y Cululú, entre otros destinos.

Como trabajan tanto para socios como para terceros cuentan con dos sistemas distintos. Quienes integran el grupo, como es lógico, tienen prioridad sobre los otros y también pagan un precio diferencial en función de la cantidad de acciones que posean (los hay con 15 como con 200). Cada acción equivale a 1 hectárea de picado a "valor de socio" -alrededor de un 25% menos- y las que exceden el cupo se pagan a un promedio entre esa tarifa y la de terceros.>

Quienes contratan los servicios por fuera del Grupo abonan honorarios más próximos a los que rigen en el mercado, y son "los que permiten pagar el mantenimiento y la reinversión en nuevas maquinarias", cuentan los directivos. Sin embargo, resultan valores ventajosos en comparación con los que rigen la actividad. Como ejemplo basta mencionar que, la temporada pasada, el picado y embolsado de 150 hectáreas de maíz resultó aproximadamente un 40% más barato que los parámetros propuestos por la Cámara Argentina de Contratistas de Picado -a la que no están adheridos-.>

Para socios o para terceros, el Grupo cobra por hectárea picada y por metro de bolsa (insumo que corre por cuenta del productor), más el gasoil que le demandan estas tareas.>

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Radio de acción

"Nosotros, ni bien se implantan los maíces ya empezamos a recorrer, organizamos la vuelta que se va a hacer con la máquina; mucho depende de las condiciones climáticas, porque si viene un enero muy seco los maíces se apuran y nos vemos obligados a trabajar muchas horas por día para cumplir con todos los socios", explica el presidente del Grupo, Adrián Omar Zenclusen, y reconoce el mérito de Marcelo Ramírez que es el encargado de la logística.

Para cumplir en todos lados, cuando llega la temporada de picado una de las Claas se instala en forma permanente en la zona de Esperanza, Colonia Rivadavia, Cavour y Humboldt, y allí puede quedarse trabajando unos 20 día o 1 mes. Aproximadamente, entre un 25 y un 30% de los trabajos se hacen para terceros.>

Zenclusen cuenta que al momento de conformar el grupo se optó por la figura de una sociedad anónima y no por una cooperativa (que hubiera podido reportarles algún beneficio impositivo, como la eximición de ganancias, por ejemplo) porque a veces ocurre con esta última que "no queda del todo claro de quién son las cosas". En cambio, la organización actual implica un balance anual y cuenta con una sindicatura encargada de controlar todos los movimientos; pero -ahora sí, como si fuera una cooperativa- las utilidades no se reparten entre los accionistas, sino que se reinvierten en capital.>

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Van por más

Tratando de incorporar nuevas actividades que le permitan mantener un crecimiento sostenido -y de esa manera también a sus asociados-, la empresa adquirió el año pasado un equipo para incorporación de fertilizantes en polvo y granulado a los suelos. Además se convirtió en proveedora de fertilizantes de distintos tipos, tratando siempre de brindar un servicio completo acorde a las necesidades de los productores zonales. "Esta actividad es la que nos marca la inquietud de la empresa por encarar, en forma permanente, desafíos nuevos que permiten generar expectativas futuras para nuestros asociados y crear en forma permanente mano de obra para la comunidad de Progreso", aseguran desde el Grupo.

En ese sentido, los planes futuros son de expansión. Para ello se adquirió, a pocos metros de la ruta 80S, un predio donde pretenden construir -en no más de dos años- las instalaciones necesarias (un galpón) para proteger el capital en máquinas, que a su vez seguirán mejorando para continuar brindando un servicio acorde a las necesidades de los productores zonales.>

Una actividad en crecimiento

Desde que el Grupo Picadora Progreso SA se conformó en 1997, la utilización del silobolsa fue creciendo en forma constante. "Lo vemos en nuestros propios socios, porque el que el año pasado hizo 10 bolsas este año hace 12", confiesa el presidente Adrián Omar Zenclusen, y lo atribuye al crecimiento que experimentan los establecimientos.

Asimismo, contribuye a la expansión de la actividad del Grupo el aporte que hace la tecnología a la actividad agropecuaria. "La genética en los maíces va creciendo, la gente le está dando mucha importancia a la fertilización, a usar buenos herbicidas; o sea, el que hace bien las cosas está logrando unos rindes por hectárea que son impresionantes", comenta el directivo y agrega que "se ha llegado hasta los 17 metros de bolsa por hectárea" (el promedio del grupo en 2005/06 fue de 11 metros por hectárea).

En cuanto a la presente campaña, en la que ya se picó la mayor parte de alfalfa y en algunos días se va a largar con todo el maíz, Zenclusen considera que "en la zona de Progreso no va a haber muy buenos rindes porque faltó agua en los meses de la implantación de los maíces y no tienen la altura de otros años". Y, aunque el precio del grano hoy esté por las nubes, no cree que el productor lo venda porque "la hacienda por hectárea está y hay que darle de comer igual", por lo que no mermaría la cantidad de hectáreas de picado.

El ensilado de alfalfa, en tanto, se espera que este año también se incremente. Hasta el momento el Grupo ya picó unas 1.000 hectáreas y embutió aproximadamente 2.200 metros de bolsa. Y, como ocurre con el maíz, el ensilado de pastura "también va en aumento por el crecimiento de los rindes gracias al uso de fertilizantes, en particular sulfato de calcio", agregó Zenclusen.

En números

El Grupo Picadora Progreso SA promedió en la campaña 2005/06 11 metros de bolsa por hectárea de maíz picado y 50 metros cada 30 hectáreas de alfalfa.