Capacitar es la prioridad
ASAGA, apoyando a un sector de la industria en constante movimiento
La Asociación de Aceites & Grasas hizo su balance tomando como base el crecimiento experimentado en los últimos años. En diálogo con Campolitoral, el vicepresidente, Héctor Autino, desarrolló un análisis del sector y la tesorera, Angela Orlando, comentó el aporte que la entidad realiza a la comunidad.

Luis Ciucci

-¿Cuál es el balance que se puede realizar de este año para ASAGA?

Particularmente para ASAGA, que es una Asociación muy joven porque nace en 1989 y que en su corto tiempo de vida ha venido desarrollando actividades que están enfocadas fundamentalmente a todo lo referente a las áreas de capacitación, investigación y desarrollo, este año se han generado acciones que cobran especial relevancia. Dentro del rubro capacitación cabe destacar el hecho de haber desarrollado una serie de cursos y un encuentro muy especial de gerentes en la ciudad de Salta, el cual fue realmente exitoso, en el que se abordó como tópico principal la cuestión energética -que es lo que nos preocupa a todos los industriales- y de esta manera intentar acompañar el crecimiento de una industria que ha sido sustento para el país en los últimos años.

Adicionalmente y ante la necesidad de incursionar también en las áreas de investigación y formación de nuevos profesionales, así como también supervisores, técnicos e idóneos que se desenvuelven en la industria que nos ocupa, nos interesa destacar el convenio firmado recientemente con la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (UCEL), el cual es muy abarcativo, ya que parte de la construcción de una nueva Planta Piloto dedicada inicialmente al rubro Grasas y Aceites, que luego podrá ser expandida a otros rubros de la alimentación, pero que además intenta generar en el corto y mediano plazo carreras de Pre y Post grado en dicha materia.>

-En lo que se refiere a la industria, ¿Cuáles son los números estadísticos de crecimiento de la misma?

La industria aceitera muestra una particularidad, porque después de la crisis del 2001 y la devaluación en el año 2002, en lugar de ser una industria que generó un gesto de retracción, continuó en ascenso. Obviamente que la devaluación tuvo aspectos positivos porque nos permitió competir con el resto de los jugadores en el mercado mundial de crushing de una manera positiva como consecuencia de que el precio de los insumos se pesificó en algunos casos y en otros no. Lo mismo ocurrió con el resto de los costos fijos y variables que hacen al costo global de una instalación tipo y generar del 2002 al 2005 un crecimiento sostenido, que de alguna manera también fue acompañado por los productores.

Hoy estamos situados como productores de la principal oleaginosa que es la soja, terceros a nivel mundial después de EE.UU. que produce 86 millones de toneladas, Brasil 52 millones y nuestro país que ronda los 40,5 millones y está creciendo en un nivel de 5% por año en producción de soja. El girasol, que había tenido una época pico en el 96-97 alcanzando las 7 millones de toneladas, decreció paulatinamente, pero a través del accionar conjunto de productores nucleados en ASAGIR, como una asociación específica del rubro, ha vuelto a cobrar importancia y en virtud a que es el aceite que prefieren los argentinos esto obviamente cobra para nosotros una importancia muy especial. La producción de Girasol ha crecido en los últimos períodos hasta llegar a valores que oscilan entre las 4 y 4,2 millones de toneladas. En tanto y en el caso del resto de Oleaginosas menos relevantes, quizás quepa destacar el advenimiento de la Colza, la cual comienza a mostrar un interés creciente, como consecuencia de su particularidad para la fabricación de Biocombustibles. Esto nos muestra que las oleaginosas por sí solas aportan casi 45 millones de toneladas al país, el resto para completar las 85 millones de toneladas que fue lo que produjo Argentina en el 2006 son: granos en general, maíz, trigo y otros y la expectativa es llegar a las 100 millones de toneladas en el 2010.>

-¿Qué capacidad instalada tiene la industria aceitera hoy?

Después de atravesar algunos años de pérdida, el 2003/04 fueron años muy buenos, se generaron inversiones que alcanzaron prácticamente 1.000 millones de dólares, lo cual es inusual en un país que estaba en crisis, pero que por otra parte el hecho que crezca la capacidad instalada de 90 mil toneladas diarias a 140 mil toneladas, en más de un 50 %, marcan a las claras que se trata de una industria pujante y dicho crecimiento hace que la capacidad de molienda instalada en Argentina se ubique prácticamente entre 42 y 45 millones de toneladas, cuando en el 2005 estábamos orillando los 30 millones.

Si Argentina produce 45 millones de toneladas y exporta como granos tal cual, alrededor de 7 millones, que fue lo que ocurrió este año, con China como uno de los principales compradores, quedamos que la semilla a utilizar en forma neta está en orden de 38 millones, esto pone en evidencia que hay un excedente de capacidad de molienda, lo cual en el 2006 hizo que la mayoría de las empresas tuvieran que disminuir su actividad para evitar incurrir en la detención de las plantas procesadoras y de esta forma compensar en parte la ociosidad. De todas formas, el crecimiento de la producción y la posibilidad concreta de importar granos de países limítrofes tales como Paraguay, Bolivia, Uruguay y otros, generan otras posibilidades, tendientes a paliar el mencionado déficit. >

-Héctor, la preocupación de los industriales hoy es el tema energético. ¿El Biocombustible puede ser una herramienta de opción para estos casos?

Creo que debemos dividir la respuesta en dos partes. La Argentina ha crecido industrialmente de una manera más que importante, nuestro rubro ha sustentado el desarrollo del país, porque las exportaciones del complejo oleaginoso en granos en general superan el 30 % de divisas que el país ingresa. Este crecimiento trajo como consecuencia una mayor utilización de los activos industriales y una mayor utilización energética. Hace pocos años atrás hablábamos que era un país autosuficiente en producción de gas, el ejemplo está dado en que exportábamos durante el gobierno del Dr. Menem gas a Chile, hoy nos damos cuenta que tenemos reservas gasíferas hasta el año 2015 y que prácticamente durante los meses de invierno la industria tiene que operar con combustibles alternativos.

El parque energético argentino tiene tres sustentos, que serían la producción de energía térmica, la hidráulica y nuclear. Esta última no ha crecido, pero tal vez lo haga de acá a 3 o 4 años cuando se habilite Atucha II, mientras tanto la térmica está restringida por la falta de combustible fósiles y la hidráulica esta directamente relacionada con inversiones de un monto muy elevado , para lo cual el país aún no esta preparado y además son obras de largo plazo, por lo que el problema de energía es algo serio y más que trascendente y por lo tanto la habilitación de este nuevo emprendimiento del gobierno Energía Plus premiando a las empresas que generen su propia energía, abre las puertas para que esta situación vaya mejorando pero esto no se va a producir antes del año 2008 y fundamentalmente basado en la utilización de combustibles alternativos al Gas y al Fuel Oil.>

El carbón puede ser una alternativa y la biomasa otra, como para paliar la situación. Mientras tanto, estamos seguros que el 2007 va a ser crítico como lo fue el 2006 aunque esté ayudado por las temperaturas que se registraron en el invierno pasado. >

En lo que atañe a los Biocombustibles, sin dudas que Argentina está en una posición inmejorable, se ha elaborado una ley a través del Poder Legislativo bajo la cual los Biocombustibles comenzarán a ser usados en Argentina a partir del 2010 permitiéndose adicionar hasta un 5 %. Hoy, hablar de su utilización en Argentina no es posible porque el aumento del costo de la materia prima, es decir de los aceites vegetales hace inviable competir con el diesel, pero si es importante para el mercado argentino, poder exportar Biocombustibles a Europa, porque en dicho continente ya existen leyes que marcan con claridad la obligatoriedad de que en el año 2010 todo el combustible que se expenda, deba tener al menos un 5,75% de combustibles verdes. En consecuencia de este estado de cosas, en nuestra región se están instalando dos plantas importantes en lo que hace a capacidad de producción: una es la de la Vicentín, con capacidad de 200 mil toneladas año. Esa planta va a estar en marcha en mayo del corriente año y dos o tres meses después, la sociedad Aceitera General Deheza - Bunge, van a poner en servicio una nueva planta de la misma capacidad en el predio de Terminal 6 S.A. y más precisamente en la localidad de Puerto General San Martín. Hay otros emprendimientos que están en estudio y Argentina se va a convertir en el cortísimo plazo en el principal exportador de Biodiesel a nivel mundial, porque en la actualidad es el principal exportador de aceite de soja a nivel mundial, aseveró Héctor Autino.>

-¿Cómo visualizan el crecimiento en el año 2007?

La industria aceitera no tiene límites, ya que en los peores momentos del país apostó al crecimiento. Por otra parte, el ascenso vertiginoso de la capacidad de crushing que como antes mencionaba, involucró inversiones del orden de los mil millones de dólares, va a continuar agregando valor agregado a los productos primarios. Los Biocombustibles ya comienzan a llamar nuestra mayor atención, ya que se manejan inversiones que superan los 100 millones de dólares, y esto no se detiene ya que van a seguir construyéndose plantas de Biodiesel en Argentina.

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