Mientras se trata de cuantificar el impacto de las nuevas retenciones al complejo sojero, queda claro que el gobierno ha elegido continuar recortando la renta a la producción.
Mientras el Gobierno intenta armar el rompecabezas del sistema de subsidios, algunas cosas parecen estar claras de antemano: el beneficio no llegará a todos los productores y el impacto de la suba de retenciones golpeará en la cadena primaria. Aun así, la pérdida de rentabilidad está lejos del pánico.
Cálculos basados en el último informe del análisis económico para los cultivos de verano realizado por el Inta Marcos Juárez, por ejemplo, revelan que los productores sojeros de la zona núcleo resignarán alrededor del cinco por ciento en su margen bruto por hectárea.>
Esa menor ganancia podría ser algo más alta en las zonas más alejadas de los puertos. "De todos modos, es una medida que quedará enmascarada o disimulada por las buenas condiciones climáticas y los altos rindes", apuntó Carlos Ghida Daza, del área Economía del Inta Marcos Juárez.>
Y las hipótesis de sus análisis le dan la razón: a mayor rinde, menos pérdida. Por caso, para un planteo de soja de primera en siembra directa, la caída del margen bruto sería del 5,8 por ciento si el rinde es de 22 quintales. En cambio, si la productividad sube a 38 quintales, el retroceso rondaría el 4,8 por ciento.>
Si la comparación se realiza con los números de la campaña anterior, la incidencia del alza de las retenciones provocaría una caída de 3,4 por ciento en el margen bruto por hectárea para un planteo de soja de primera con un rinde promedio de 34 quintales.>
Atención con los tambos
En los tambos, la lectura es más preocupante, ya que el alza del maíz apunta a convertirse en un proceso estructural, en virtud de la demanda para etanol. "Si no se hace una correcta lectura de este fenómeno, al tambo le irá muy mal, porque el precio del maíz vino para quedarse y eso obliga a repensar el sistema productivo", advirtió Augusto Tamagnini, asesor de 25 establecimientos de Buenos Aires y sur de Córdoba.
El especialista considera que la necesidad de eficientizar el consumo de ese grano tiene directa relación con las pariciones y los períodos de lactancia. "Los partos hay que concentrarlos en otoño e invierno, dar maíz durante siete u ocho meses y cuando estén preñadas a fines de la primavera, manejar una dieta balanceada de silo de maíz y alfalfa", recomendó.>
También aconsejó incrementar la carga por hectárea y tomar como referencia la cantidad de litros producidos en esa área, en lugar de hablar de litros por animal.>
Subsidios: "nada para compensar"
En cuanto al esquema de subsidios, consideró que será "complicada" su instrumentación y también puso en duda el éxito del fondo compensador, que según el acuerdo entre productores, industriales y Gobierno, tendrá 105 millones de pesos.
La cifra coincide con los 35 millones de dólares que quedan del fondo que se formó el año pasado, fruto de las retenciones. "Si no hay un aumento en tranquera, la producción primaria caerá entre 10 y 15 por ciento; el consumo interno subirá seis por ciento y caerá 20 por ciento la exportación. Entonces, no habrá nada para compensar", razonó Tamagnini.>
