La historia de un productor CREA
La camaradería te da sorpresas
De trabajador rural, Juan Milessi pasó a ser un empresario de punta. Un camino que recorrió a fuerza de trabajo, pero con un fuerte compromiso en la capacitación y en la asociación.

Aacrea/Campolitoral

Juan Milessi es miembro del CREA San Bernardo desde hace ya 20 años. Es un empresario destacado dentro del Movimiento, como productor y también como socio de una firma que presta servicios de maquinaria agrícola. Lleva en su haber más de 15 viajes de negocios a distintos países y una historia llena de logros.

El de hoy resultaba un escenario difícil de prever años atrás, cuando con 12 años de edad sólo había cursado cuarto grado de la escuela primaria y debió abandonar los estudios para trabajar codo a codo con su padre en una estancia de San Justo.>

"Además de ser empleados del establecimiento, hacíamos todo tipo de labores. Trabajé como alambrador, levantaba bolsas o amansaba algún caballo, porque cuando tenía 15 años ya era domador", cuenta orgulloso Milessi.>

"Pero en ese tiempo (década del 50) las cosas eran distintas", recuerda: "Si bien mis padres no tenían capital económico, contaban con lo que hoy se llama capital social. En casa éramos siete hermanos y a pesar de no tener estudios aprendimos mucho de ese ejemplo".>

Su costado emprendedor comenzó a manifestarse en 1970, una vez que empezó a animarse a trabajar con su propio planteo de agricultura en un campo alquilado. La experiencia fue enriquecedora, pero no por eso falta de tropiezos, hasta que en marzo de 1980 ingresó al CREA San Bernardo.>

"Ahí empecé a ver que las cosas no eran tan difíciles -cuenta-. Que si ponía ganas, voluntad y me capacitaba podía avanzar. Los trabajos empezaron a salir mucho mejor y pude comprar mis primeras herramientas".>

De un comienzo tímido, la relación con el Movimiento fue creciendo hasta que en 1987 este humilde productor llegó a Buenos Aires, a la sede de AACREA, como el primer vocal que viajó en representación de la zona Norte de Santa Fe.>

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La unión hizo la fuerza

Los campos del CREA San Bernardo son chicos. Tienen 130 hectáreas en promedio. Y el de Juan Milessi es el más pequeño, ya que es propietario de sólo 25 hectáreas.

Esta característica del grupo se suma a las limitantes de la zona. "San Bernardo es una región marginal para la agricultura. Tiene suelos franco arcillosos y muy poco limosos, pero cambian bastante en distancias muy cortas", apunta Milessi.>

Así fue como los productores supieron ver una oportunidad y un camino para ser más competitivos en dos herramientas fundamentales: la capacitación y la asociación.>

El razonamiento era simple: la realidad les mostraba que si trabajaban de manera independiente, con estructuras grandes para unidades productivas pequeñas, la rentabilidad iba a ser muy baja y corrían el riesgo de desaparecer del negocio.>

Fue entonces cuando Milessi decidió fusionarse con otros miembros del grupo y trabajar asociativamente. Entre las primeras decisiones, la agrupación logró consenso respecto de la necesidad de aumentar la superficie trabajada pagando alquileres en campos de terceros, además de comprar una máquina de siembra directa.>

En un acto emprendedor, en 1994 el CREA San Bernardo vendió todas sus herramientas de labranza convencional e incorporó de una manera definitiva la siembra directa, una técnica por entonces casi desconocida. Este adelanto les permitió mejorar los suelos y aumentar los rendimientos.>

Pero las cosechadoras disponibles en ese momento aún eran anticuadas. Para encontrar una solución -porque ninguno de los miembros del grupo podía comprar una cosechadora por sí solo- los productores se asociaron, solicitaron un crédito y adquirieron una máquina.>

Esta acción permitió no sólo comprar la primera cosechadora, sino confirmar que la asociación era una manera de trabajar y de lograr mejores resultados. Milessi sostiene: "El asociativismo ha sido, en parte, nuestra salvación. Nos permitió potenciar los recursos, reagrupar el capital de la maquinaria y disponer de una mayor peso a la hora de negociar la compra de insumos".>

Y la inversión en fierros no tardó en dar sus frutos, ya que contaban con un mercado cautivo, que eran sus propias empresas. De a poco fueron adquiriendo otras cosechadoras y hasta un equipo de pulverización.>

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La alternativa cosechó sus frutos

Poco tiempo después nació Alternativa, una empresa que se dedica a prestar servicios de maquinaria agrícola cuya particularidad radica en que, si bien es propiedad de los miembros del CREA San Bernardo, funciona como una empresa de terceros.

La firma tiene un directorio al margen del grupo CREA y las reuniones se realizan fuera del ámbito del Movimiento. En cuanto a la administración, cuenta con una oficina (que es la de Alternativa, del CREA y de Aapresid) y personal a cargo de un gerente y un jefe de máquinas, al cual los integrantes del grupo también responden.>

"Tenemos un equipo de cinco cosechadoras -explica el productor- que nos presta servicios a nosotros y a terceros. En cierta manera, somos dueños y empleados al mismo tiempo. Porque muchas veces Alternativa contrata las máquinas y a los trabajadores de los integrantes del CREA y la empresa es la que paga".>

Además, en 1994 algunos de los productores del CREA comenzaron a mejorar sus propios equipos. Esto mismo hizo Milessi, quien también cuenta con una sembradora con la cual trabaja para terceros, para los mismos integrantes del grupo y para Alternativa.>

"Al tener una distribución de cultivos entre trigo, maíz, sorgo y soja, y una gran diversidad en los grupos, tenemos los trabajos muy bien organizados a lo largo del año", cuenta el productor.>

En la actualidad, Alternativa es la empresa más grande, comparada con cada una de las empresas del CREA San Bernardo. "De la nada fuimos creciendo y nuestros proyectos se autopagaron. Nunca pusimos un peso, solo aportamos trabajo", resume Milessi. >

La capacitación, en tanto, fue una variable imprescindible a la hora de encarar el emprendimiento. La incorporación de la siembra directa permitió, a estos productores, disponer de tiempo libre para aprender a manejar nuevas tecnologías o formas de comercialización. Así fue que desde 1993 comenzaron a operar en el Mercado de Futuros y Opciones para asegurar el precio de sus granos con anticipación. >

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Naturaleza inmutable

"Gracias al CREA pude cumplir muchos sueños de pibe", reconoce Milessi, quien tuvo la oportunidad de hacer unos 15 viajes a distintos lugares del mundo, entre ellos Francia, EEUU, España y Centroamérica (México, República Dominicana, Venezuela y Cuba), destinos a los que se agregó Turín, Italia, en donde participó de un Congreso junto a otros delegados de 130 países.

En la lista también figura un viaje de capacitación junto a otros 35 productores de Aacrea a China en agosto de 2005, que también incluyó un paso por Malasia y Sudáfrica. "Creíamos que nosotros éramos los mejores productores y en China nos dimos cuenta de por qué están conquistando el mundo", confiesa.>

La posibilidad de conocer el mundo gracias al movimiento es una de las mayores satisfacciones de Milessi, que con gran humildad concluye: "comencé como un trabajador rural; el CREA y la vida fueron llevándome por distintos caminos. Hoy cuento con propiedades, un auto y la maquinaria, entre otras cosas. Sé que son cosas importantes, pero para mí lo más importante es que sigo siendo el mismo Juancho de siempre".>

El impulso de Aacrea

El grupo CREA de San Bernardo, departamento San Justo, cuenta con 8 miembros, en su mayoría ex ganaderos devenidos en agricultores. "Dejamos atrás la ganadería hace 8 años porque son campos chicos y donde hay ganado tiene que haber personas y nosotros estamos todos en la ciudad", dice, y agrega que un productor que lograba 520 kilos de carne por hectárea al año ganaba menos que con la agricultura, en el caso de que sean suelos aptos.

La dinámica del Movimiento consta de reuniones periódicas de todo del grupo en el campo de uno de los integrantes, en donde el conjunto se entera de las técnicas de manejo así como de las buenas y las malas del anfitrión para luego ofrecer su punto de vista, que se complementa con el asesoramiento de un técnico.

En San Bernardo concentran todo su esfuerzo en aprovechar el suelo de la mejor manera. Comenzaron con la siembra directa en el 86 y gracias a ello desarrollaron gran conocimiento, entre otros, en la rotación de cultivos. "Nos decían que nos íbamos fundir, por entonces había 400.000 hectáreas en siembra directa en todo el país, hoy hay 17.000.000", reflexiona Milessi.

Ahora, cuenta el productor, la preocupación de entonces de incluir gramíneas como el maíz o el sorgo en la rotación se disipó gracias a los buenos precios que muestran los granos. "Cambió el panorama para siempre por la demanda de China e India. Y sólo Brasil y Argentina son los únicos que pueden aportar un crecimiento en la producción de alimentos", asegura -esgrimiendo gran conocimiento de la coyuntura internacional- y agrega que la gran ayuda de Aacrea es justamente la capacitación, las herramientas técnicas y tecnológicas, y la información de lo que pasa en el mundo (como qué se produce y, por lo tanto, que va a faltar).