Al margen de la crónica
Acostumbrados a la muerte

Dicen que las reglas escritas están y que sólo hace falta que se cumplan o bien que se sancione drásticamente a los infractores. Lo cierto es que el incendio del boliche Cromagnon con los casi 200 muertos es igualado apenas en dos o tres semanas por los accidentes de tránsito en la Argentina y muy pocos son los que optan por hacer la comparación. Al margen de las muertes, habrá que contar a los que presentan secuelas por lesiones que en algunos casos los tienen postrados durante meses y, en otros, los dejan discapacitados. El costo de la accidentología es multimillonario en lo que se paga de primas, de honorarios, como también los gastos sanitarios que demanda la atención de los lesionados, generalmente, en efectores públicos.

A esto habrá que adicionar la logística en materia de equipos de seguridad que acarrea todo accidente.>

Sin embargo, autoridades nacionales, provinciales y municipales no dan la sensación de tener políticas preventivas en serio, que vayan más allá de algún control de alcoholemia semanal y la designación de más y más inspectores. >

En tanto, la confección de un registro nacional de infractores de tránsito todavía no existe; en aquellos municipios donde se endurecen las condiciones para otorgar el registro, la viveza criolla logra esquivarlo y obtenerlo en alguna otra localidad más benévola.>

Violar un semáforo en rojo, parar el vehículo sobre las líneas blancas, estacionar en doble fila, sobrepasar y hasta duplicar las velocidades máximas exigidas son cosas de todos los días.>

Si hay casi ocho mil muertos por año en la Argentina por accidentes de tránsito, y siendo el máximo responsable de la seguridad la figura del presidente de la Nación, recordemos los años que estuvieron en el poder los últimos presidentes y hagamos la multiplicación. Alfonsín cinco años, Menem diez, Kirchner tres. Entonces, comparemos las cifras con hechos muy dolorosos para la Argentina como la dictadura, la Guerra de Malvinas, el terremoto de 1944 en San Juan, para tener magnitud de no aplicar la ley durante determinadas etapas de la vida democrática.>

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