Señores directores: Queridos argentinos: El horizonte está delante nuestro; el pasado detrás, dejemos de remover hechos ya consumados, empecemos a mirarnos en nuestro interior y veremos que todos somos culpables... los de aquella época. Nuestros niños y nuestra hermosa juventud nada saben de lo que pasó; no se le haga ver un mundo que ellos no conocieron; de otra manera vivirán confundidos. Guíeselos hacia el camino del bien, del sinceramiento; no al camino del odio, del rencor.
Al mundo se lo manejará con amor, con educación. Todos somos iguales, blancos y negros, de distinta raza, distintas ideas políticas, de religiones, tomados de la mano de la humildad y del respeto. La soberbia, la ambición, el poder, los superpoderes, la avaricia: todo eso destruye. Que no se use el pasado para hacer política; el deber es de la justicia. Quienes ya no están, que descansen en paz. A quienes viven hay una sola justicia que los persigue: su propicia conciencia.>
Caminando juntos con nuestros hermanos, enlazados en un solo abrazo, veremos que los obstáculos serán más fácil de esquivar. Si no nos unimos, nos caeremos a pedazos; pero unidos con claridad, sin pasión política, con verdadera libertad para poder disfrutarla sin exigencias. No seamos como el pájaro en la jaula, manejado y mantenido por otros. Con la libertad, cada uno podrá construir su propio nido. Alguien tiene que empezar a ceder para salir de este estancamiento. Ceder no es rendirse, sino abrir el camino al diálogo. Si nos escuchamos seremos ganadores; de lo contrario seremos perdedores.>
Argentinos: llegó la era del despertar. Con la ceguera no podremos ver todo lo bello que tenemos para construir y disfrutar.>
De ilusión también se vive. José María Chartier. DNI: 6.191.112. Ciudad.>
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