Cartas a la Dirección

¿Por qué?

Señores directores: El 3 de enero el Señor se llevó a mi hijo más chico porque a tres o cuatro asesinos se les ocurrió matarlo. Porque tal vez estaban aburridos, drogados, o qué sé yo. A mí también me clavaron una cuchilla en el corazón, como a él.

¿Por qué destruyeron a una familia? El 31 de diciembre yo le decía a su papá: "Mirá qué hermoso. Es la felicidad más grande que Dios me dio ver a los tres hermanos así siempre unidos". Y él me contestó así: "Los criamos y le enseñamos a ser el uno para el otro". Y por su memoria vamos a luchar para que esto no quede impune y para que no se digan mentiras.>

Yo le pido a la jueza de Menores que si es madre piense y actúe con todo el peso de la ley, porque los menores entran por una puerta y salen por la otra.>

Hernán no se resistió al asalto, porque los miserables pesos que tenía la cajita de la recaudación estaban tirados en el piso.>

Tal vez lo odiaban porque era lindo, elegante, cariñoso, un buen amigo y compañero, porque todo lo daba. Tal vez este mundo no era para él.>

Al señor de la empresa donde también trabajaba Hernán mi más profundo agradecimiento y el de mi familia. A la cantidad de amigos y amigas de mi hijo, gracias por acompañarnos.>

Quisiera también desde mi dolor agradecer a la policía que se ocupó del caso, a los testigos que hablaron y a los que no quisieron hablar, también.>

A los jueces, pido justicia; al señor ministro de Justicia y al gobernador Obeid que pongan más seguridad en los barrios.>

Yo sé que con la fe se alimenta la esperanza. Que se haga justicia.>

Yo no tengo más a mi hijo adorado y aprenderé a callar mi pena, aprenderé a llorar, sonriendo y a soñar despierta, pero no aprenderé a olvidar.>

Agradezco a todos los vecinos y familiares que se acercaron a acompañar mi dolor.>

Nilda Griselda Gómez. Mamá de Hernán Bovier.>

Agradecimiento

Señores directores: Hace seis años mi tía en el cariño María Teresa Galaz llegó al geriátrico San Pablo de Arist. del Valle al 8900 para vivir allí. Le agradó su parque lleno de árboles y pajaritos revoloteando, sus hermosas instalaciones... Los días pasaron y se convirtieron en años, ella feliz compartió sus días con todo el maravilloso personal y sus pares, anécdotas, música, charlas, fiestas y así llegaron sus 90 años, entre festejos y aplausos; allí estuvieron todos los integrantes: autoridades, médicos, enfermeros, personal de comedor de mantenimiento y amigos íuna gran familia!

El 31 de diciembre entre luces y bengalas llegó el momento de acudir al llamado de Dios y partió.>

En su recuerdo quiero agradecer a quienes hicieron posible su estadía serena, feliz. Porque esa actitud de servicio ayuda a quienes están solitos.>

Por brindar contención, inmenso amor y cariño, gracias.>

Norma Chamorro L.C.: 5.105.082.>