"Mami... mamita, ¿cómo estás, "vieji'? Aprovechá ahora para hacerte una siestita así después te prenden la tele y ves la fiesta de Unión, ¿si? Va a ser alucinante, mami. Que te sienten contra el respaldar de la cama y te pongan bien los anteojos, ¿sabés? Chau viejita, un beso".
El relato de un hincha que hablaba por teléfono con su madre antes de que comience la fiesta de los 100 años de Unión refleja el sentir del pueblo tatengue por estas horas. Recién nacidos, los que peinan nieves grises, hombres y mujeres de todas las edades le cantaron a la vida y potenciaron su calidad de unionistas a niveles inusitados.>
Unión, su historia y su presente, se fundieron en una noche mágica. Nadie olvidará la policromía de las gradas, la evocación interminable a los más consagrados con la casaca rojiblanca, la complicidad del clima para no interferir y ponerse a disposición de la familia tatengue, el "temblor" del cemento, el abrazo gigante de la tribuna que incluía a pobres y ricos, a jóvenes y viejos, a todos.>
A las 21.10, los conductores designados, Ángel Gasperín y Alberto Rafael Frutos abrieron la noche con el saludo inicial. Allí comenzaron los adelantos de lo que fue la fiesta del Club Atlético Unión. Por su parte, los cuatro costados del estadio se llenaban de banderas, camisetas y objetos rojiblancos, con lo que todos aguardaban el festejo central: los 100 años tatengues.
Los saludos no paraban de leerse. Uno fue el de Carlitos Delfino: "Desde Detroit, les mando un abrazo a todos los tatengues", decía parte del mensaje que envió el jugador de los Pistons, en la NBA. También hubo mucha gente del exterior que dejó en claro algo: no hay distancia que separe tanto sentimiento por Unión. En España, Italia, EE.UU., entre otros países, los unionistas tienen vigente su pasión.>
Ya por las 21.30, el desfile de peñas y filiales de todo el país comenzó a desarrollarse sobre la gramilla. Mientras, las tribunas se colmaban y entonaban el "Oh... vamos a volver...". La primera aparición fuerte de Miguel Torres del Sel se dio cuando encabezó la Filial San Carlos, cartel en mano, para mostrarse ante todo el público.>
Incluso desfilaron las filiales extranjeras de Chile, EE.UU., España e Israel, con sus integrantes, quienes residen fuera de nuestro país. El verde del césped empezaba a taparse de tantos tatengues que agitaban sus banderas para el aplauso de los simpatizantes.>
Las casi 1.500 personas que marcharon dentro de la cancha se integraban, además, por celebridades deportivas de todos los tiempos y los grupos de las distintas disciplinas deportivas del club, que a lo largo de la historia le dieron una cantidad enorme de satisfacciones. Por mencionar algunos: el casín, patín, voley, básquet, natación, hockey; también pasaron las escuelitas de fútbol y el fútbol amateur. El IPEI (Instituto Privado de Enseñanza Integral) dijo presente, por supuesto, en la gran noche de los unionistas.>
Algo que nucleó los comentarios de todos y cada uno de los presentes fue el despliegue de una pantalla que cubrió la totalidad del campo de juego. Así, los proyectores dispuestos en las torres de iluminación comenzaron a mostrar "El relato: los primeros cien años de una pasión".
A las 23, las luces se apagaron y, previa aparición multitudinaria de encendedores y celulares por toda la gradería (impactante, por cierto), Miguel Torres del Sel tomó la posta de la conducción. El "Negro" saludó y anunció la secuencia de imágenes del primer siglo tatengue.
Todo arrancó con una recreación ficticia de la charla que mantuvieron los fundadores del club. Lo interesante, algo que se extendió durante toda la puesta en escena, fue la articulación del relato histórico en pantalla gigante (ígigantesca!) con las presencias sobre el escenario de figuras destacadísimas de Unión, quienes eran el eco en carne y hueso de lo que aparecía en imágenes.
Primero, se mostró la década de los "20, con la situación mundial que se mechaba en todo momento con lo que sucedía en la Argentina, Santa Fe y, particularmente, en Unión. Por ejemplo: mientras en pantalla, Carlos Gardel, el "zorzal criollo", sacudía a todos con "El día que me quieras", sobre el escenario bailaban varias parejas. Entonces, El colorido era perfecto.
Más adelante, se les realizó un homenaje a distintos ex jugadores de Unión de todos los tiempos que vistieron la camiseta del seleccionado argentino. Entre ellos, Mario Zanabria, Victorio Nicolás Cocco, Héctor Scotta, Lito Botaniz, Ramón Centurión, Julio Ávila, Mario "Loco" Mendoza, Héctor "Pichón" Vitale, Oscar Passet, Luis Ojeda, Hugo Tocalli, Miguel Ángel Tojo, Ricardo Altamirano, Alberto Acosta, Nery Pumpido, Martín Perezlindo y Oscar Luque, el hijo de Leopoldo Jacinto.
La proyección pasó por distintos momentos de la historia social del mundo, el país, Santa Fe y Unión, por sobre todo. Pero recreó mojones importantísimos de la historia, que fueron de la mano y palmo a palmo con el primer siglo de vida del club de la avenida.
La línea cronológica del magnífico relato audiovisual se acercaba en el tiempo y aparecían los acontecimientos de mayor euforia para el simpatizante de Unión. El primer ascenso, en 1966, las campañas de 1978/79, y los retornos a la máxima división tras vencer a Colón, en 1989, y luego, en 1996, se llevaron todos los aplausos y el delirio tribunero.
Algunas de las presencias destacadas fueron las de Reynaldo Volken, más algunos integrantes de su glorioso plantel bien de la cantera tatengue, como para evocar al imparable Unión de finales de los "70.
Otro momento que captó la atención fue el principio de los "80. Se venía la guerra de Malvinas y, para reforzar las proyecciones en la pantalla, Mariel Trimaglio cantó "Sólo le pido a Dios". Antes, Los Ransers hicieron su aparición estelar con "La plaga", "Corazón contento", "La felicidad" y algunas presentaciones coreográficas distribuidas por los cuatro puntos de la cancha.
Pero 1989 tuvo su condimento especial. Ni bien se mencionó la fecha, Miguel Torres del Sel comenzó a corretear por todo el campo de juego al ritmo de la arenga de la gente, que enloqueció cuando la proyección mostró las imágenes de la inolvidable final ante Colón.
Incluso, Leonardo Madelón, autor del gol en el segundo partido, mantuvo una comunicación telefónica con todo el estadio -antes lo había hecho Leopoldo Jacinto Luque-, algo que le brindó aún más emotividad a la fiesta.
Casi para cerrar la presentación, el ascenso de 1996, con Carlos Trullet a la cabeza, fue el detonante de la algarabía total. Los pibes del club superaron una de las peores crisis institucionales de la historia para clasificar al octogonal y, de este modo, volver a la primera del fútbol argentino.
El "Cabezón" Trullet también habló con Torres del Sel vía telefónica para saludar a los unionistas, ya que el DT se encuentra en José Ingenieros, puesto que hoy Unión jugaba ante Almagro. Y una de las últimas apariciones (muy aplaudida) fue la de don Ángel Malvicino, el presidente del club, quien no escondió su enorme alegría por ser parte del primer siglo rojiblanco.
El reconocimiento para el trío cómico santafesino Midachi anticipó el final de la proyección, que se dio a la 0.40, luego de una vuelta olímpica de todas las celebridades deportivas que forman parte de los 100 años de Unión.
Imborrable.
Una de las menciones especiales que tuvo la gran noche de Unión fue para Elvio Lozada, el autor del primer gol de la historia a Colón, el clásico rival. Fue el 12 de junio de 1949 y Lozada, presente anoche en el 15 de abril, comentó cómo había sido su conquista. Se llevó una de las máximas ovaciones de la fiesta, puesto que se trata del primer jugador en convertirle al contrincante de siempre.
Ignacio Andreychuk[email protected]