Alatriste, el protagonista de la saga de Augusto Pérez Reverte
El siglo de oro español encuentra su película
Viggo Mortensen es Diego Alatriste, soldado veterano y malpago que, entre batalla y batalla, sobrevive como mercenario en la España del siglo XVII. Foto: Agencia EFE.

ALATRISTE. Origen: España (2006). Dirección: Agustín Díaz Yanes. Interpretación: Viggo Mortensen (Alatriste), Elena Anaya (Angélica de Alquézar), Javier Cámara (Conde Duque de Olivares), Jesús Castejón (Luis de Alquézar), Juan Echanove (Francisco de Quevedo), Eduard Fernández, Ariadna Gil,Enrico Lo Verso, Eduardo Noriega, Blanca Portillo, Unax Ugalde y otros. Guión: Agustín Díaz Yanes, basado en las novelas de Arturo Pérez-Reverte. Música: Roque Baños. Fotografía: Paco Femenía. Montaje: Pepe Salcedo. Dirección artística: Benjamín Fernández. Vestuario: Francesca Sartori. Duración: 147 min.

"Alatriste" es una vigorosa semblanza de una época cargada de claroscuros, en los estertores de un imperio agotado por interminables guerras. La misma España en la que Quevedo y Góngora escriben sus versos, Velázquez pinta sus cuadros y Lope de Vega estrena sus comedias, en el marco de una corte dominada por las intrigas y la corrupción, manejada a su antojo por el conde duque de Olivares, con el apoyo de la Santa Inquisición.

Una película profundamente universal y al mismo tiempo muy española en su tema, su fuente literaria y su magnífica estética visual alejada de los sobreabundantes tópicos anglosajones.>

El joven y audaz director Agustín Díaz Yanes logra equilibrar el necesario aliento épico del argumento con un trasfondo intimista; la espectacularidad propia del cine de aventuras, junto al desarrollo emocional de su carismático protagonista, interpretado por un inmenso Viggo Mortensen, quien habla un castellano arrastrado "de acento canalla" requerido por el personaje. En su emblemática figura, tanto la novela como el filme, reivindican el valor de unos soldados que no conocían otra forma de vida, sometidos a arbitrarias decisiones de ineptos monarcas y corruptos gobernantes, condenados a emprender gestas imposibles, e introducen lúcidos apuntes sobre cuestiones como el honor y la lealtad.>

Debido a que el guión aúna cinco libros sobre el popular personaje literario, la película está pintada a retazos, como en viñetas independientes entre ellas, pero al mismo tiempo íntimamente relacionadas, lo que puede desconcertar al espectador poco precavido, o simplemente al prejuicioso que sólo concibe una manera de narrar sin elipsis.>

En el intento de abarcar la presentación de todos los personajes, el argumento puede resultar inicialmente confuso y rápido, con subtramas que a veces se despachan de forma confusa o precipitada. Sin embargo, teniendo en cuenta que no se trata de una superproducción de Hollywood, donde sobra el presupuesto para hacer trilogías con todos los recursos, es un verdadero mérito de la dirección haber conservado una continuidad de espíritu en lo esencial, más allá del discontinuo flujo narrativo.>

Profundidad estética y ética

Además de la belleza memorable de algunas escenas y planos, la película es grande por su profundidad ética y estética. Un filme maduro, honesto y negro que refleja como pocos al ser español y también universal, sin adecuarse a las fórmulas visuales fáciles ni al modelo de historia premasticado.

Hay sobriedad, dramatismo y acción concentrada en momentos épicos culminantes como La batalla de Rocroi, que relumbra en su realización frente a las multimillonarias batallitas del "Alejandro" de Oliver Stone.>

La "encamisada" con que se inicia la película (ataque nocturno en que eran muy diestros los españoles) o la lucha en Breda, son secuencias bélicas muy crudas y plenas de tensión dramática, menos estéticas pero más reales que otras similares en tantos filmes de época al estilo de "Cruzadas" de Ridley Scott, que parece muy frío en comparación.>

"Alatriste" es un conjunto de pinceladas trazadas con austeridad y grandeza, desbordantes de emoción. Espacios recorridos por una cámara grave y directa que muestra al Madrid mugriento y populoso, las frías arquitecturas imperiales, las infernales trincheras y los paisajes históricos que remiten a los pintores españoles del siglo XVII, como en la reconstrucción de la famosa "Rendición de Breda", pintada por Velázquez.>

Con grandeza, la banda sonora sostiene y acompaña, poniendo un sello imborrable al cierre que se declara tan orgulloso, pesimista, resignado y digno como una tragedia griega.>

Rosa Gronda