"Tres de Corazones"
Historia cercana, de afectos y soledades
Agridulce. Un relato mínimo y duro que sabe alternar con inteligentes rasgos de humor. Nicolás Cabré y Mónica Ayos resultan convincentes en sus actuaciones. Foto: Agencia Télam

Tres de corazones. Argentina/2007. Dirección: Sergio Renán. Actores: Nicolás Cabré, Luis Luque, Mónica Ayos, China Zorrilla, Sergio Boris, Daniel Tedeschi, Luciano Suardi y Leonardo Ramírez. Guión: Sergio Renán, Carlos Gamerro y Rubén Mira, basado en el cuento "El taximetrista", de Juan José Saer. Fotografía: José María Gómez. Música: Adrián Iaies. Edición: Luis César DïAngiolillo. Sonido: Jorge Stavropolus. Duración: 96 minutos.

Entre el apabullante desembarco de la tercera secuela de "Piratas del Caribe" y la exitosa continuidad de "El hombre araña", acaba de estrenarse la última película de Sergio Renán, inspirada libremente en el cuento "El taximetrista", de Juan José Saer.

El filme -impecable en su acabado formal- fue rodado íntegramente en la provincia de San Luis, equivalente al ámbito pueblerino, que en el relato de Saer ocurre entre Santa Fe y Colastiné Norte.>

Renán acierta en la elección del reparto, con grandes intervenciones de Luis Luque y las sobrias actuaciones de Cabré y Ayos, así como la participación de coloridos personajes secundarios.>

El realizador de "La tregua" (1974) no es precisamente un renovador del relato cinematográfico, pero resuelve la narración de un modo clásico y sobrio, para contar la historia de Angel, un muchacho introvertido e ingenuo, que ha perdido su trabajo como camionero y, de regreso a su pueblo, no quiere vivir con su conflictiva familia, dominada por un padre violento. Su necesidad lo lleva a buscar empleo como chofer en una remisería regenteada por Coria, un ambivalente mafioso local, en el que Luis Luque parece encontrar un rol a su medida. Rodeado de guardaespaldas incondicionales y temibles, dueño de negocios legales e ilegales con prostitutas en un cabaret de su propiedad.>

Debajo de su autoritarismo indiscutible, sus camisas de seda y sus ostentosas cadenas de oro, el poderoso Coria tiene una veta solitaria y sentimental, donde aspira a enamorarse y formar una familia para darle un nieto a su madre enferma, interpretada por China Zorrilla. Angel se gana la confianza de su jefe en muy corto tiempo. Sin cuestionarle su trato abusivo, el muchacho acepta un doble juego en que su patrón opera como un padre alternativo y él hace las veces de hijo (y hermano) sustituto. Pero de repente todo se volverá peligroso con la llegada de Dora (Mónica Ayos), la flamante nueva adquisición de Coria para el cabaret. Angel y ella se conocen de una fugaz pero intensa relación anterior que ha dejado raíces y ahora deben ocultarlo.>

Diferentes matices

El relato, por momentos parco y feroz, oscila entre el fresco costumbrista menos intenso pero con chispazos de humor; pendula entre el sesgo melodramático de un violento triángulo de amores imposibles y el costado humorístico que deriva particularmente del carismático personaje de Coria, que admira a Sandro e incluso lo imita en una secuencia memorable donde se crea uno de los máximos clímax de la película.

La tendencia a la "macchieta" de algunos actores se compensa parcialmente con el modo más natural de otros, como Norma Argentina (la actriz revelación de Cama Adentro), que aparecen mucho menos de lo deseado.>

La historia permite entrever una complejidad mayor, que señala desquicios internos y redenciones, donde se mezclan las aguas de los personajes buenos y malos. Sobre todos destaca la composición de Luque en la línea de los mafiosos propios de una película scorseseana, pero al mismo tiempo muy cercano. Mónica Ayos, en registro dramático, salva su parte, haciéndose cargo de un rol nada fácil, al igual que Cabré, encerrado en la gravedad de un personaje introvertido e idealista.>

La película busca subrayar la emoción constante en el relato y en el vínculo del espectador con los personajes y sus destinos. Con algunos claroscuros que la llevan por momentos a perder intensidad en su borgeano cruce entre la amistad masculina y la pasión por una mujer, "Tres de Corazones" es una válida reflexión sobre el amor, el poder y la soledad.>

Rosa Gronda