La derecha obtuvo mayoría pero la izquierda salió muy fortalecida
Revés para Sarkozy en legislativas francesas
Separados. Tras los buenos resultados de ayer del socialismo y con 30 años de relación, la ex candidata presidencial socialista, SégolŽne Royal, y el primer secretario del partido, Franois Hollande, anunciaron su separación. Foto: AGENCIA AFP. 

La derecha del presidente francés, Nicolas Sarkozy, obtuvo una cómoda mayoría en las legislativas de ayer y se prepara para poner en práctica un ambicioso programa de reformas, reorganizar el ejecutivo y gobernar frente a una fortalecida e inesperada oposición de izquierda.

AFP

La victoria de la UMP, el gran partido conservador francés, que obtuvo 318 escaños sobre un total de 577, era un hecho anunciado y es un triunfo innegable, pero sin embargo deja un regusto amargo entre sus protagonistas.

Seis semanas después de ser elegido presidente, Sarkozy soñaba con conseguir una mayoría abrumadora en la Cámara de Diputados y su victoria no está a la altura de estas expectativas, sobre todo porque su formación contará con 41 diputados menos que en la Asamblea saliente.>

"El sí pero... de los franceses", titulaba hoy el periódico conservador Le Figaro. "La derecha recibe un izquierdazo", resumía el diario de izquierda Liberation. "Una advertencia para Sarkozy", zanjaba el vespertino Le Monde.>

Por su parte, los socialistas tendrán 190 diputados frente a los 149 de la Cámara saliente. Sumados los diputados de partidos aliados minoritarios, la izquierda podría llegar a 227 escaños.>

"Por una vez, el Parlamento, y no las calles de Francia, será escenario de discusión de los temas importantes. La insatisfacción podrá expresarse en las Cámaras y será escuchada", celebraron hoy los analistas.>

Juppé derrotado

La amargura patente en la derecha es todavía mayor si se tiene en cuenta que el número dos del gobierno y titular de Ecología, Alain Juppé, considerado el "más brillante" del equipo de gobierno, fue derrotado en su circunscripción de Burdeos (suroeste) y anunció que presentará su dimisión.

"Lo que ocurrió el domingo no es un fracaso, ya que Nicolas Sarkozy tendrá una mayoría clara, pero es una advertencia. La izquierda no ha perdido su capacidad de reaccionar y movilizar", según los analistas de Le Figaro.>

Una abstención récord, que superó el 40 %, un deseo de reequilibrar los poderes pero también la polémica sobre un aumento del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) anunciado por la derecha entre las dos vueltas de las legislativas se sitúan entre las causas principales de esta mitigada victoria de la UMP, según sus líderes.>

Para bien o para mal, con las legislativas de ayer se cierra un intenso ciclo electoral en Francia y comienza el tiempo de la acción y la realización de las promesas electorales, tanto de la derecha en el poder como de la oposición.>

Como estipula la ley, el primer ministro, Franois Fillon, presentó hoy a Sarkozy la dimisión de todo su gobierno y recibió el encargo de formar uno nuevo.>

En la práctica, todos los ministros serán mantenidos en sus cargos salvo Juppé, para el que habrá que encontrar un sustituto. Además, serán nombrados varios secretarios de Estado nuevos, que podrían pertenecer a diferentes tendencias políticas, un signo más de la "apertura" que pretende instaurar el nuevo jefe de Estado.>

Una vez se confirme el gobierno, el programa de reformas anunciado por Sarkozy comenzará a ser una realidad. En la agenda de los diputados está ya un paquete de normas fiscales de corte liberal que incluirá reducciones de impuestos considerables para quienes compren una casa, hereden o decidan trabajar más horas que las obligatorias.>

Inmigración

Además, Sarkozy desea someter al visto bueno del Parlamento nuevas reglas sobre inmigración, concretamente para regular más severamente la reagrupación familiar así como instaurar una ley más severa contra los delincuentes reincidentes.

Para debatir estos proyectos, los diputados elegidos ayer se reunirán en sesión extraordinaria en julio.>

Por su parte, los socialistas, aliviados tras su honorable derrota, no deben encontrar nuevas excusas para atrasar su reforma interna, imprescindible para adaptarse a los nuevos tiempos y reconciliarse con sus electores.>

Su primer secretario, Franois Hollande, que dejará su cargo en 2008, garantizó hoy que la batalla por su sucesión "no se ha abierto" y pidió "unidad" entre los socialistas.>

Sin embargo, la noticia de la separación de Hollande y la ex candidata socialista en las presidenciales y posible aspirante a secretaria de la Formación, SégolŽne Royal, anunciada justamente ayer tras el cierre de las oficinas electorales, muestra claramente que la guerra por dirigir el partido y reformar sus bases, puede no haberse declarado pero de hecho ya ha comenzado.>

Complicada remodelación del Ejecutivo

El presidente Sarkozy, y su primer ministro, Franois Fillon, confirmado hoy en su puesto, afrontan una complicada remodelación del Ejecutivo tras el revés sufrido en la última ronda de las legislativas y la derrota del "número dos" del gobierno, Alain Juppé.

Fillon acudió hoy al Elíseo para analizar con Sarkozy los resultados electorales y empezar a perfilar la remodelación de su Ejecutivo que puede ser mucho más complicada de lo previsto por la derrota de Juppé a manos de una socialista en su feudo de Burdeos (suroeste), una circunscripción en poder de la derecha desde 1947.

"Conforme a la tradición republicana al día siguiente elecciones legislativas", Fillon presentó la dimisión del Ejecutivo a Sarkozy, que la aceptó y que acto seguido le eligió de nuevo para el cargo y para que "forme un nuevo gobierno", informó el Elíseo.

Juppé, ex primer ministro cuyo pasado político y talla internacional habían dado peso y consistencia a la nueva cartera de Ecología y Desarrollo Sostenible, anunció anoche mismo que presentará hoy su dimisión, en aplicación de la regla dictada por Fillon de que todo ministro derrotado tendría que renunciar.

Reemplazar a Juppé, el único derrotado de los once miembros del gobierno que optaban en las Legislativas, es toda una complicación, ya que ese "superministerio" se había creado a su medida.

Se barajaban hoy varios posibles sustitutos, como el ex ministro de Exteriores Michel Barnier, o el actual titular de Economía Jean-Louis Borloo, que a su vez sería reemplazado en su puesto por el jefe de la aseguradora Axa, Henri de Castries.

La mención de Borloo como posible sustituto de Juppé puede sorprender dado que se le culpa en la Unión para un Movimiento Popular (UMP) de causar la polémica sobre el proyecto de "IVA social" (subida del impuesto sobre el valor agregado emparejada a una bajada de las cotizaciones sociales).

Un proyecto que la izquierda utilizó como arma principal de la campaña entre las dos vueltas y con un éxito inesperado.

Si bien ahora Sarkozy técnicamente cuenta con la mayoría más que absoluta en la Cámara de Diputados para aplicar sus reformas, la pregunta es si políticamente puede ignorar la advertencia lanzada ayer por los votantes, tan sólo seis semanas después de haberle llevado al Elíseo con su promesa de "ruptura" y una semana después de que, en la primera ronda legislativa, le hicieran soñar con una "ola azul".