A quince días de la última promesa

Porque hubo un 25 de diciembre y un 27 de marzo, la angustia, la desesperanza y el miedo a perder todo invaden nuestras vidas.

Algunos después de la manifestación del 16 de junio sobre la ruta 19 se preguntan: ¿Qué más quieren los del campo?>

Y yo les respondo que todo lo que se escuchó como promesa se haga realidad.>

Nosotros no le damos al pueblo, nosotros le reclamamos asistencia a los mismos que desde hace cinco años nos conocen con nombre, apellido, dirección, CUIT, CBU, etc.>

Esos que para quedarse con parte de nuestra producción no nos consultaron, no nos pidieron permiso, no nos rogaron, solamente lo tomaron. Le pusieron por nombre Retenciones porque el país y el pueblo argentino lo necesitaban.>

Bien, y así fue.>

Hoy el pueblo argentino que necesita una ayuda extraordinaria somos nosotros. ¿O acaso nosotros no somos el pueblo?>

Les pedimos a esos mismos que hoy nos regatean un subsidio decoroso y válido para poder seguir trabajando, para no desaparecer.>

La limosna no nos sirve.>

Según palabras del Ingeniero Malvasio el 16 de junio "el espíritu de la ley de emergencia agropecuaria no es que el estado se haga cargo de las pérdidas (cosas que tampoco pedimos), sino que es un aporte para reiniciar y poner nuevamente en marcha la producción".>

Yo le pregunto al Ingeniero Malvasio, quien es ingeniero agrónomo y al Secretario de Agricultura y Ganadería Dr. Costamagna, quien es médico veterinario, ¿cuánto consideran ustedes que un tambo de sesenta hectáreas (que es el promedio de la zona) necesita para ponerse en marcha donde sólo le quedan el edificio y las vacas con hambre?>

Llevamos seis meses donde solamente ordeñamos para mantener vivas las vacas en producción, no alcanza para pagar la luz, limpieza, gastos de veterinaria, alimentos para las demás categorías y nuestra propia subsistencia.>

¿Se preguntarán como hacen? Estamos comiéndonos el capital. Por ejemplo, malvendiendo vacas que nos pagan menos de lo que usted paga un kilo de huesos para el perro en la carnicería.>

Llevamos seis meses con las botas puestas, sacando terneros del barro y contando muertos.>

Seis meses de una angustia que a veces se siente como la propia muerte.>

Porque sabemos que todavía nos falta más. ¿Cuánto? Ni siquiera nos animamos a pensarlo.>

¿Tres, cuatro, seis meses más? ¿Y si después no llueve? ¿Y si vuelve a llover demasiado?>

Por esto luchamos.>

Porque queremos seguir siendo tamberos.>

Porque amamos nuestro trabajo, nuestras vacas. No esquivamos el sacrificio porque de esto vivimos y damos de vivir a tantos.>

Por un país que nos incluya, que cuide las economías regionales para que los pueblos no desaparezcan detrás de un manto verde de soja.>

Aunque estemos muy solos en la lucha, ya que ninguno de nuestros presidentes comunales se hacen eco de nuestros reclamos.>

Porque también somos pueblo, aunque seamos tan pocos que ni por el voto le importemos.>

Seguiremos luchando porque sabemos que no pedimos nada que primero no hayamos dado.>

>

Tambera inundada de la provincia de Santa Fe - DNI. 17.101.583>

San Jerónimo Norte, 29 de Junio de 2007.>

>

La fotografía que ilustra esta nota fue tomada en la tarde del 10 de Julio, en Las Tunas, a cuatro meses de la última inundación.>

>

>