Natalia Rasselli: Soprano
"Ser otro en el escenario". Esta joven santafesina es cantante de ópera. Desde el mes próximo, representará a la Argentina en Dresde, Alemania, en el concurso de ópera italiana "Comeptizione Dell'opera". Dice que Santa Fe es el lugar de sus afectos, de la sensibilidad, y habla de los desafíos permanentes que la ayudan a crecer. textos de Florencia Arri.

El arte, una elección.

"De chica, cuando me preguntaba qué quería ser, yo respondía: `cantante' como parte de un juego, de un sueño; sin noción de lo que eso implicaba. En mi adolescencia siempre estuvo presente mi inclinación artística: hice danzas, fui a un taller literario, estudié en el Crei y el Liceo Municipal, pero no terminaba de entender lo que realmente quería hacer. A los 15 sucedió algo inesperado, que reveló mi vocación: el musical de Drácula se presentó en Santa Fe, y dije `eso es lo que quiero para mi'. Esa mezcla de música y teatro juntos fue mi puntapié inicial, el poder ser `otro' sobre el escenario. Con el paso del tiempo, el musical dio paso a la ópera, que es a lo que hoy me dedico".

La magia surge en el escenario.

"Cantar es mi vida. No podría no hacerlo. No imagino la vida sin cantar. Si me lo dijeran, sería como que voy a morir... Pero en lo cotidiano soy una persona bastante tímida. En casa canto, estudio, pero no canto en asados, ni en reuniones con amigos. Supongo que, más allá de la vergüenza de la timidez, tiene que ver con esa conexión muy íntima que logro cuando canto, y que no puedo generar en cualquier lugar, en cualquier momento. Siempre sentí que es sobre el escenario donde se produce esa magia. Soy conciente de que debo aprenderlo, y creo que con el tiempo fui aprendiéndolo, pero no es lo primero que me sale".

Oídos adentro.

"Cuando me escucho pasan dos cosas. Por un lado, y como decía una famosa cantante, disfruto la sensación física de cantar. La voz pasa por todo el cuerpo, surge por los poros. Es algo que si bien uno hace para todos, para exteriorizar, parte de una conexión íntima con una misma, con Dios o lo que cada uno crea. Por otra parte, también está el oído atento de lo que se oye, que pone atención a lo que no sale para crecer, para trabajarlo y avanzar al servicio del arte, darle lo que esté dentro de mis posibilidades hacer".

La ópera.

"Conjuga música y teatro. Pone en escena la música, la voz, a través de los personajes. Siento que es donde la voz llega a su máxima expresión, donde se puede llegar a lograr lo que en otros géneros no. Eso no quiere decir que no respete otros géneros. Por el contrario, hay voces que me conmueven profundamente en distintas expresiones, porque respeto la verdad, la sinceridad del artista. Personalmente, hallo mi expresión máxima en la búsqueda de la mayor calidad sonora, y en la ópera van unidos, de la mano. Tiene que ver con una búsqueda de la perfección que nunca llega porque no somos sólo técnica, sino una unión de ésta con lo humano, lo expresivo, con lo que uno pueda decir".

Sus dos ciudades.

"Santa Fe es el lugar que despierta la sensibilidad que en Buenos Aires no encuentro. En Capital uno tiene muchas oportunidades, pero se extraña a los amigos, a la familia, a la tranquilidad... Éste es el lugar que rasca el interior, donde lo humano está a flor de piel. Aquí me inicié en el canto y gracias a los formadores que tuve pude seguir construyendo. Buenos Aires es el desafío diario, desde el momento de salir a la calle y encontrarte con la gente hasta la cantidad de posibilidades que ofrece. Allá está el ejercicio de entrenarme, de estar frente a un jurado que escucha lo que tenés para dar. Allá una está expuesta, y eso me ha fortalecido".

El concurso.

"El concurso de ópera italiana es muy importante. Es mi primer concurso internacional. Quien estudia ópera se pregunta cómo es Europa, cómo se canta allá, y tengo todas esas inquietudes. También está el compromiso de cantar frente a un jurado internacional, de participar en semifinales con artistas de todo el mundo. El sólo hecho de estar allí empieza a abrir puertas en el Viejo Continente, algo que siempre soñé. Me atrapan los desafíos. A la vez es un reconocimiento a muchos años de trabajo, de pelearla mucho, de a veces estar bien y otras tener bajones... Es importante a nivel profesional porque es una puerta que se abre y con la que siempre soñé. Quiero dar lo máximo de mí, y si llego a la final estaré feliz, pero no es lo más importante. Lo primordial es estar".

Ficha Personal

Nombre completo: Natalia María Raselli.

Fecha de nacimiento: 21 de mayo de 1977, en Santa Fe.>

Cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nuestra Señora del Calvario, del que recuerda "su formación humanista" y donde cultivó sus "amigas del alma".>

Comenzó sus estudios de canto en la Escuela de Música de Paraná, de la que egresó como profesora. A su término, en el año 2000, empezó a viajar a Buenos Aires para tomar clases con Ana Sirulnik.>

Al principio viajaba una vez por semana, después cada quince días... pero Buenos Aires terminó por atraparla con obligaciones y debió asentarse en la gran ciudad. Allí tomó clases con Guillermo Opitz, maestro de música de cámara y quien, según Natalia, "fue junto a Ana mi primer contacto con la ópera".>

Hoy, sus días se debaten entre las clases de canto que toma y que dicta, el estudio, los conciertos y las audiciones. Esta noche estrenará la versión argentina de la ópera infantil "Let's make an opera", escrita por Benjamin Britten.>

Participó del concurso alemán "Competizione Dell'Opera" especializado en ópera italiana, donde fue elegida para representar a nuestro país junto a Rocío Gonzáles, soprano del Teatro Colón. En agosto viajará a Dresden para competir con cantantes de otros lugares del mundo como Moscú, Sao Pablo y Nueva York, donde el jurado eligió al resto de los participantes.>