Análisis
Si esto es la "Chancha"...
Por Enrique Cruz (h)

La insistencia de Trullet por traerlo le crea a Leandro Zárate más presiones. Pero parece que la "Chancha", como le dicen, no se siente atosigado por ello. Y lo expresa en sus declaraciones: "Yo juego tranquilo y sé que los goles van a llegar", dijo en Florencio Varela, antes de pedirle disculpas públicamente a sus compañeros por lo que, entendió, fue un error suyo: el de hacerse expulsar.

Trullet dijo: "Lo quiero sí o sí". Fue una apuesta personal y hasta llegó a decirse que le iban a controlar su peso, algo que luego fue desmentido por la dirigencia. Lo cierto es que lo trajeron. Y que además vinieron Ferrer, Marcos Flores (aunque de características distintas) y se le dio crédito a Arrúa, el jugador que recomendó Violi.>

Arrancó jugando y muchos habrán pensado: "Trullet lo pone porque lo trajo". Había razones de parte del técnico: "De visitante, en campo abierto, me sirve más". Y luego, lo confirmó con Chicago, donde tuve dos situaciones pero las tiró afuera. Fue reemplazado, pero su retiro de la cancha tuvo un corolario de aplausos. Es que la gente empezaba a notar que se trata de un jugador que no va a escatimar ningún esfuerzo.>

El sábado, otra vez las miradas apuntaban a él. Era el tercer partido. ¿Y los goles, para cuándo? Y llegaron. Fueron dos golazos, en realidad. Pero al margen de eso, Zárate jugó un muy buen partido. Y en los 21 minutos que estuvo en la cancha, en el segundo tiempo, le dio demasiado trabajo a los defensores rivales corriéndolas a todas, con ese físico abrumador no exento de tremendo potencia y hasta respetable ductilidad.>

Si esto que se vio el sábado es Zárate, estamos en presencia de un jugador capaz de meterse a la hinchada en el bolsillo y convertirse, como ya pasó en Rafaela y Tucumán, en un verdadero ídolo.>

Depende de él. El técnico ya hizo lo suyo, peleó para traerlo y lo puso. A Trullet, con lo que mostró el sábado, ya le ha respondido justificando su insistente pedido.>