Apuntes de política provincial
El desafío de no mentir en política
Por Teresa Pandolfo

Elisa Carrió y Rubén Giustiniani ya estuvieron en Santa Fe y Rosario, Roberto Lavagna también. Ricardo López Murphy visitó la ciudad del sur, además de Cristina Fernández de Kirchner, quien presidió un acto al que asistieron unas 4.000 personas y se la espera para el jueves venidero en esta capital. A este abanico de candidatos a presidente de la Nación hay que sumarle a Gerardo Morales -el vice de Una Nación Avanzada (UNA)- que recorrió distritos del cordón industrial rosarino haciendo campaña.

La provincia -un distrito de los más importantes en votos junto con la Capital Federal, Buenos Aires y Córdoba- resulta necesaria, casi imprescindible para sacar la diferencia respecto de un ganador o de una segunda vuelta, y esto último se señala porque cuatro años atrás, Elisa Carrió -entonces por el ARI y no por Coalición Cívica- hizo una muy buena elección en el territorio. Ganó departamentos que era impredecible que perdiera el justicialismo.

Desafío

A Santa Fe, el gobierno nacional no la ha tratado bien. Muchos han sido los anuncios no concretados en materia de infraestructura, a la vez que erráticas las políticas respecto de las producciones básicas de su economía. En una provincia donde los empresarios concretaron fuertes inversiones, los escenarios no tienen certidumbre, comenzando por el déficit energético.

Ni hablar en materia de transferencia de recursos no retornables -entre otros por retenciones- que quedan en la órbita de las decisiones nacionales. En este punto en particular se han centrado los mensajes de los candidatos visitantes: de Carrió, de Lavagna y de López Murphy. Con matices, con mayor o menor realismo y conocimiento de lo que es posible, los tres hicieron pie en esta "piedra en el zapato" que se originó cuando el país vivía su más profunda crisis política, económica y social.

Las retenciones se dispusieron para ayudar a quienes habían quedado excluidos de los circuitos laborales y se convirtieron en planes de asistencia. Fue comprensible en aquella época que la provincia concurriera en auxilio de la Nación. Lo que hay que preguntarse es si frente a una situación diferente -como incluso lo menciona el propio presidente Néstor Kirchner- medidas como ésas no deberían comenzar a cambiar.

Por eso el desafío de la senadora Cristina Fernández de Kirchner en la bota santafesina es de significación. Reiteramos: han sido muchos los anuncios en estos cuatro años que no tuvieron cumplimiento en los plazos esperados; desde la provincia, las entidades -aun las del campo- mantuvieron, a pesar de sus planteos, voluntad de alcanzar acuerdos de producción y precios para que los beneficios de unos no fueran pérdida de calidad de vida para otros, por ejemplo en materia de consumo de bienes de la canasta alimentaria.

Párrafo aparte merece la presentación de listas de diputados nacionales por el distrito. A los comentarios que hicimos en "Apuntes...." de ediciones anteriores, cabe agregar la existencia de interrogantes sobre tantas desprolijidades: ¿las cometieron los partidos? ¿Faltó experiencia en la Secretaría Electoral Nacional para requerir la documentación y analizarla? Algunos resoluciones resultan sorprendentes como, por ejemplo, que los postulantes al Congreso por el Partido Demócrata Progresista no puedan compartir la boleta con la fórmula presidencial Lavagna-Morales, o el criterio utilizado para el reemplazo de Rodolfo Vacchiano por Adolfo Stubrin en la nómina de Alianza por una Sociedad Justa.

En tanto, frente a esta andanada de visitas, cambio de vestuarios, listas y postulaciones, la ciudadanía se mantiene impávida, como si no le interesara participar de un inminente proceso comicial, como si el elector no fuera el principal protagonista. En realidad, cualquier ciudadano sabe que el Congreso ha pasado a ser, lamentablemente, un apéndice del Poder Ejecutivo, y que éste ha potenciado la candidatura de la senadora Fernández de Kirchner a cualquier costo, incluso en el discurso. El mensaje que se baja refleja, por lo menos, un autismo bastante profundo por parte de nuestras autoridades nacionales.

Frente al horror

Días atrás, un candidato a diputado nacional le decía a esta periodista que ni en las agendas de la Nación y de las provincias, figuraba el tema seguridad.

Es una realidad. Nadie aborda la evolución en el tráfico y consumo de la droga, la intranquilidad urbana, los secuestros extorsivos, los asesinatos como resolución de conflictos personales, para citar algunas aristas emergentes.

En los discursos tampoco figura qué hacer para recomponer la trama social comenzando por los núcleos familiares y lo que está pasando con ellos. ¿Este es un tema de incumbencia de la política? Quizás directamente no lo sea, pero si los segmentos dirigenciales no se interrogan por qué la sociedad está cada vez más violenta y disociada, ¿quién lo va a hacer? Porque a partir de la interrogación vendrá el camino para encontrar las respuestas y consecuentemente actuar para que las cosas evolucionen con un signo positivo.

La orientación de una sociedad involucra al Estado y fuera de él a todos los estamentos pensantes en la comunidad. Por ejemplo, ¿alguien se ocupó en plantear que la provincia debía tener una mayor cobertura de radares para controlar el tráfico de drogas? ¿Alguien se interrogó qué hacer ante en maltrato cada vez más frecuente del que son destinatarios los seres más débiles, niños y ancianos? ¿Por qué emerge tanta crueldad en las relaciones humanas, aún en las más cercanas?

Esta periodista cree que también sobre estos temas la ciudadanía debe interpelar tanto a las autoridades ya elegidas como a quienes se postulan para los comicios del 28 de este mes.