No hay registros de mujeres
En el padrón hay 26 mil hombres nacidos hace más de cien años
Es porque no se tramita la baja de fallecidos por parte del Registro Nacional de las Personas. La oposición no quiere hablar de fraude, pero advierte sobre los riesgos de esta situación.

De acuerdo con las planillas oficiales que se usarán dentro de tres semanas, 26.290 hombres de más de 100 años están habilitados para votar y 7.000 de ellos tienen más de 112 años. Esto mientras el Indec, en el censo 2001, sólo registró 374 en esa situación.

Así lo consigna en un informe, en su edición de hoy, el diario La Nación, dando cuenta de los motivos de esta irregularidad y, a la vez, de las suspicacias generadas en orden a que esto posibilite algún tipo de fraude.

Al respecto, el director electoral nacional, Alejandro Tullio, fue terminante: "En los años que llevo en este cargo jamás se comprobó ningún caso".

Por lo demás, el exceso de casi 26 mil que registra el padrón se aplica sólo a los varones. No hay registro de las mujeres porque en la década del 40, cuando se sancionó la ley del voto femenino, el Congreso ordenó que sus edades no quedaran asentadas en las fichas.

Temores de trampa

Los dirigentes de la oposición no llegan a denunciar fraude, pero advierten que un padrón con irregularidades facilita la trampa. "Hoy es fácil emitir un documento falso, con foto y todo, y hacer votar a otra persona por el muerto -dijo Eduardo Macaluse, diputado nacional por el ARI-. Cuando pasa, es muy difícil de comprobar, ¿quién hace la denuncia si viene un viejito a votar con un DNI que tiene su foto? Yo no digo que vaya a pasar, pero existe el riesgo".

"Nosotros no queremos hacer campaña denunciando fraude, pero estando el recuento en manos del Correo no podemos descartar que ocurran cosas. En varias provincias es usual que haya muertos que votan. Ha pasado en Salta, Tucumán, Misiones", sostuvo el radical Gerardo Morales, compañero de fórmula de Roberto Lavagna.

Las autoridades de la Justicia electoral, que son quienes preparan los padrones, saben que sus planillas arrastran miles de muertos, incluso menores de 100 años, pero afirman que no pueden borrar a nadie sin "la baja" del Registro Nacional de las Personas (Renaper), organismo que depende del Ministerio de Interior.

Las razones

Para el gobierno, el problema está en la ley. Hay que cumplir demasiados requisitos para remover de las listas a una persona fallecida, afirma el director nacional electoral. "Con un certificado de defunción debería ser suficiente para dar de baja a alguien, pero la ley establece lo contrario", dice el funcionario.

Tullio deslinda responsabilidad en los jueces: "Ellos tienen las herramientas para depurar los padrones. Si no las quieren usar, yo no me puedo meter".

Según el director nacional electoral, la ley exige el documento cívico del fallecido para borrarlo y, si la familia no lo presenta, el muerto se eterniza en el padrón: "Para evitar esa situación, los jueces podían declarar inconstitucional la norma, por ser imposible de cumplir, y borrar a la persona que murió".

Para la Cámara Nacional Electoral, en cambio, "No se puede dar de baja a nadie sin la notificación del Renaper. La ley es clara".

Cómo resolverlo

Muchos de los fallecidos que siguen en el padrón jamás fueron denunciados y nunca lo serán, sostiene el informe del matutino porteño. Y añade que, por más esfuerzo que haga el Estado, a ellos será imposible borrarlos; sobre todo si murieron en el extranjero.

Por eso, tanto el gobierno como la Justicia apoyaron un proyecto de ley para que se quitara de los registros a todos los mayores de 100 años. Aquellos que estuvieran vivos y quisieran votar (el sufragio es optativo después de los 70) podrían hacerlo con sólo mostrar su documento.

El proyecto fue presentado en diciembre de 2006 por los diputados justicialistas Jorge Landau, José María Díaz Bancalari y Carlos Moreno. En sus fundamentos alega que cuando el Estado no se entera de los fallecimientos, "no existe disposición legal que habilite su supresión" y eso "desprestigia" al padrón, porque "puede hacer creer a la población que aquél es livianamente confeccionado".

La iniciativa no se aprobó. Muchos de los diputados de la oposición la consideraron discriminatoria.

Algunos quieren votar

Antes de los comicios de 2003, la jueza electoral porteña, María Romilda Servini de Cubría, decidió por su cuenta dar de baja a todos los mayores de 104 años, como una forma de depurar el padrón. Para sorpresa de la jueza, aparecieron tres personas que querían votar. En Tribunales cuentan que una de ellas hizo un escándalo. Era una mujer que estaba indignada por haber desaparecido del padrón.

En el caso de las mujeres, las mayores de 100 no podrían siquiera ser borradas en su conjunto porque ya no hay cómo detectarlas. Según el último censo, realizado en 2001, estarían vivas 1.508, pero en la Justicia estiman que la cifra de mujeres mayores de 100 que aún figura en los padrones es similar a la de los hombres y supera con creces las 20.000.

De la Redacción de El Litoral