Análisis

Con cara más humana

Las encuestas pronosticaban una dura derrota para Hillary Clinton en New Hampshire, pero la senadora, que mostró el lunes su lado más humano y emotivo, logró revertir anoche un futuro que se le auguraba negro, y ganó.

Nadie, ni incluso desde dentro de sus propias filas, había previsto hoy la posibilidad de que Hillary pudiera hacerse con la victoria, dado que el favorito era el senador Barack Obama, muy crecido tras ganar en Iowa, pero lo hizo.

Hasta la víspera estas primarias, analistas y comentaristas políticos coincidían en destacar que la estrategia de la ex primera dama reconvertida en senadora por Nueva York, no había funcionado.

¿Qué ha ocurrido? ¿Qué ha conseguido que los votantes de este Estado se hayan decantado por la senadora neoyorquina en lugar de por el carismático Barack Obama, que arrasó en Iowa?

Hay respuestas para todos los gustos. Pero, los análisis del primer momento coinciden en dos puntos: uno, el poder del voto de los independientes, que es muy cambiante, y dos, las lágrimas que Hillary Clinton casi no pudo contener ayer al reconocer lo mal que pintaban las cosas para ella.

En un cambio de estrategia, que sonó real, Hillary hizo en esa ocasión un guiño a lo que podría ser el futuro tono de su campaña y, con los ojos aguados y la voz quebrada por la emoción, reconoció que esta campaña era algo "muy personal" para ella.

"No es fácil... esto es algo muy personal para mí. Este país me ha dado tantas oportunidades... simplemente, no quiero ver que retrocedemos. Es algo muy personal para mí. No es sólo político..." dijo Hillary, llorosa, en una reunión íntima con mujeres en Portsmouth.

Las imágenes rápidamente dieron la vuelta a Estados Unidos y, por lo que se ve hoy, a su futuro.

La confesión intimista y emocionada, criticada "por blanda" en algunos círculos, contrastó claramente con su mensaje del pasado jueves en Iowa, donde algunos vieron un orgullo desmedido en el que pareció no haber hecho mella la calidad del golpe que le había asestado Obama.

Las últimas encuestas llevadas a cabo en New Hampshire durante el fin de semana, que daban inevitablemente a Obama una victoria de 10 puntos, demostraban que a muchos posibles votantes no les gustó ver a Hillary empecinada en una posición desde la que parecía decir "aquí no pasa nada". Porque sí pasaba.

Y es que, según dijo a EFE Bill Woodman, profesor de Sociología de la Universidad Estatal de Iowa, Hillary "ha construido una imagen de sí misma que proyecta frialdad y falta de flexibilidad", una fachada de "Dama de Hierro" al estilo de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher que, en su opinión, "no la ayuda a conectar con la gente".

Pero, como dice con cierta sorna Glen Beck, comentarista de CNN, cuando se trata de los Clinton, la historia nunca está del todo escrita porque ellos son "grandes animales políticos" y se las arreglan para recuperar el terreno perdido.

Ya lo demostraron en 1992, cuando Bill Clinton consiguió vender su segundo puesto en New Hampshire, conseguido tras el descubrimiento de sus primeros problemas de faldas, como un triunfo.

A pesar de su victoria de hoy, los analistas coinciden en que Hillary tiene que afrontar el futuro con decisión, pero también con una buena dosis de humildad y, sobre todo, tiene que concentrarse en los Estados clave que votan el próximo 5 de febrero: California, Nueva York y Nueva Jersey.

María Luisa Azpiazu - EFE