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Es el nuevo producto de la Planta de Alimentos de la UNL. Contiene ingredientes que lo vuelven mucho más nutritivo que un plato tradicional. El arroz primavera se suma a los guisos de arroz y lentejas, que ya se producen en la planta.
Es práctico, rico, de bajo costo y con un alto valor nutritivo. Éstas son las características básicas del arroz primavera, el nuevo producto que fabrica la Planta de Alimentos Nutritivos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y el Banco Credicoop.
El blanco del arroz se combina con el verde de las arvejas y el naranja de las zanahorias, todo un abanico de colores que le da un especial atractivo al guiso primavera, una nueva variedad de los alimentos nutritivos ideal para el verano por su sabor suave y la posibilidad de comerse frío (luego de la cocción). Pero más allá de que "la comida entra por los ojos", a Rolando González, director del Programa de Alimentos de Interés Social y responsable de la Planta de Alimentos, le interesa remarcar que "para comer bien hay que comer de todos los colores. Un buen plato tiene todos los colores porque así se aumenta la probabilidad de que contenga todos los nutrientes".
Un nuevo alimento nutritivo
La preparación del producto es muy fácil. Como los ingredientes son deshidratados, sólo hay que hervirlos 15 minutos en agua y el plato ya está listo para servir. Si se pretende más sabor, se puede agregar algún cubito de caldo o condimento, así como también trocitos de carne. Además, puede conservarse durante seis meses en un lugar fresco y alejado de la luz.
El arroz primavera consiste en una mezcla de ingredientes secos que combina las proteínas de las legumbres con la de los cereales para garantizar la calidad nutricional. ¿Qué significa esto? Que mezclando en una proporción del 50% las proteínas de cereales con las de las legumbres, se logra un valor biológico similar al de las proteínas cárnicas.
En realidad, el déficit de hierro que puede tener un tradicional arroz primavera respecto de un producto con carne es superado con el agregado de una mezcla de hierro y vitaminas (que incluye B1, B2, fólico), las mismas que se utilizan en el enriquecimiento de harina de trigo para fortificar el producto.
Esto hace que el valor nutricional de un plato de arroz primavera puede ser comparado con el de un guiso tradicional que incluya los mismos ingredientes que el preparado -arroz, cebolla, zanahoria, arvejas y finas hierbas- más el plus que le agregarían unos trocitos de carne o pollo.
¿Cómo se calcula el valor nutricional de los alimentos? "La base está dada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Agricultura y la Alimentación (FAO), que tiene dispuesta una recomendación según la cual por cada 1.000 kilocalorías que uno ingiere, tiene que haber entre 300 y 500 miligramos de calcio, de 4,5 a 13 mgs de hierro y 25 unidades de vitamina C, entre otras cosas. Es decir, diferentes cantidades de micro-nutrientes que estén en relación con las kilocalorías", sostiene el ingeniero.
"Las formulaciones de los diferentes alimentos nutritivos producidos por la Planta se realizan en función de asegurar que las kilocalorías que uno consume incluyan los minerales, las proteínas y las vitaminas en la calidad que se necesita para completar una buena alimentación", agrega.
Alimentos de interés social
Los alimentos nutritivos están formulados para combatir el hambre y son considerados de interés social porque son de consumo masivo, con calidad nutricional mejorada y de bajo costo. La distribución de estos productos se realiza a pedido de diferentes instituciones y en los comedores escolares.
La mayoría de los chicos que asiste a los comedores no completa los requerimientos diarios de nutrientes, ya que no come adecuadamente en su casa. En este sentido, el arroz primavera -como es un alimento nutritivo- asegura una mayor concentración de nutrientes: las proteínas, el hierro y algunos nutrientes están contenidos en exceso para compensar el déficit.
Además, se espera que estos alimentos puedan distribuirse a las familias, y así asegurar el aumento de ingesta de nutrientes, no sólo para el niño sino también para el resto de los integrantes de la casa. El programa de Alimentos de Interés Social incluye la capacitación a operadores de comedores y a los padres de los niños que asisten a comedores para ir recuperando la costumbre de "comer en casa".
Los paquetes se arman de acuerdo a las necesidades planteadas por el adquirente y pueden incluir 5, 10 ó 15 porciones. "En el caso de los comedores planteamos 15 raciones porque son más comensales. Entonces con dos paquetes se pueden preparar porciones de 400 kilocalorías, para 30 chicos. Lo importante es que cada vez que se preparan estos alimentos formulados se asegura la densidad de nutrientes, y no se depende de decisiones imprevistas que alteran la composición del menú (falta de recursos, falta de algunos ingredientes, etc.)", comenta González.
Asimismo, los alimentos de interés social resultan más económicos que cualquier pre-mezcla del mercado, ya que el emprendimiento UNL-Banco Credicoop no incluye en su precio el valor agregado al producto (formulación, practicidad, ahorro de tiempo), sino sólo los costos operativos (energía, becas de los chicos) y de insumos.
(C) Agustina Mai - Romina Kippes - UNL
