Informe de Unicef
Dispar baja de mortalidad infantil en la Argentina
Mientras que en Capital Federal la tasa se ubica en el 8,3%, en provincias como Formosa y Chaco, estos guarismos llegan al 24,2 y 18,9%.La media en el país es de 12,9% cada 1.000 nacidos vivos, pero Unicef señala que ello representa que 25 muertes por día, la mayoría evitable

Pese a que Argentina tiene un índice de mortalidad infantil inferior al promedio de la región y en descenso, los números de las provincias reflejan situaciones de disparidad y en algunos casos duplican la tasa nacional, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Este índice -que de acuerdo a las cifras oficiales en el 2001 medía 16,6 muertes cada mil nacidos vivos y actualmente, mide 12,9-, es inferior a la media de América latina y el Caribe, que se ubica en los 22 fallecimientos cada mil nacidos vivos, pero según los especialistas de la ONU, encierra grandes disparidades.

Mientras que en Capital Federal la tasa es de 8,3, en Neuquén del 8,9 y en Río Negro del 9,3, índices de un dígito y muy por debajo de la media nacional, los técnicos de Unicef advirtieron que en las provincias del norte como Formosa, Chaco y Corrientes, los números se elevan al 24,2; 18,9 y 17,5; respectivamente.

No obstante, fuentes del Ministerio de Salud señalaron que entre 1990 y 2006 la tasa se redujo prácticamente a la mitad y en los últimos 4 años bajó 3,7 puntos porcentuales, un descenso al que destacaron, "también se sumaron las provincias".

"Producto de una serie de acciones orientadas a mejorar la prevención y la atención de los niños, Argentina logró en los últimos cinco años descender la mortalidad infantil", confirmó la titular de la cartera sanitaria, Graciela Ocaña.

Agregó que la cifra actual es "histórica" e indica que el país está en condiciones de alcanzar la meta establecida para el 2010, de reducir la mortalidad infantil a un dígito.

Basado en estadísticas oficiales del Ministerio de Salud, el informe de Unicef Argentina reconoce este descenso pero advierte que la tasa actual de 12,9 cada mil nacidos vivos, equivale a 25 muertes diarias que en su mayoría "son evitables".

Para la oficial de salud de la oficina local del organismo, María del Carmen Morasso, es posible reducir hasta el 36 % de las muertes infantiles con un mejor diagnóstico y un tratamiento oportuno durante el embarazo.

"Un ejemplo claro son las malformaciones congénitas -explicó-. Operadas en los primeros días es posible salvar la vida del niño pero si durante el período prenatal no se diagnostican, el equipo médico que atiende el parto no está preparado para realizar esa cirugía en forma inmediata y se corren riesgos".

Pobreza

La responsable del área de salud de Unicef Argentina explicó que los indicadores altos de pobreza suelen coincidir con indicadores altos de mortalidad infantil, en aquellas zonas donde llegan menos recursos.

"Las enfermedades respiratorias son muy comunes en bebés de cualquier estrato social -graficó-. Si la familia tiene recursos (económicos y sociales), hace la consulta médica y se lo trata, pero si el bebé nació en la selva o en la montaña y su familia no sabe dónde atenderse, desarrolla una pulmonía y se muere".

Morasso destacó que las intervenciones tienen que ser oportunas "durante la gestación, durante el parto o inmediatamente después" y agregó que el acceso a los recursos y a la tecnología, salva muchas de las vidas perdidas que engrosan las estadísticas.

"El gobierno provee todos los insumos -dijo-, la disparidad se da en la llegada a las comunidades porque los insumos no llegan y la gente no reclama, porque no tiene conocimiento o porque no sabe cómo hacerlo".

En este punto, coincidió el secretario de Promoción y Programas Sanitarios de la Dirección de Maternidad e Infancia del Ministerio de Salud, Juan Carlos Nadalich.

"Buena parte de los problemas que llevan a las defunciones se podrían trabajar en controles del embarazo -indicó-. El mínimo son cinco controles donde se detecta si el bebé tiene bajo peso, no se desarrolla adecuadamente o si hay problemas en relación con el canal de parto, situaciones que se pueden resolver durante el embarazo y que impactarían en el 50 % de las causas que llevan a deceso'.

"El reto que enfrenta el sistema de salud público es que las mujeres lleguen a estos controles", concluyó Nadalich y dijo que si las embarazadas entran al circuito de controles médicos, se pueden tratar problemas que pueden agravarse durante la gestación, como la hipertensión y la diabetes, y se las acompaña en todo el proceso.

Concentración del gasto de salud

El Estado Argentino invierte mucho en salud, pero la distribución de los recursos no es eficiente porque no siempre llega a las poblaciones que más los necesitan, afirmó la oficial de salud del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), María del Carmen Morasso.

La especialista advirtió que "hay una enorme concentración de recursos en la Ciudad de Buenos Aires" una realidad que no se comparte en todas las provincias sobre todo en las del noreste y noroeste, donde se concentran los índices más altos de mortalidad infantil.

"Duele pensar que el destino de una vida humana, depende del lugar donde se nace", dijo Morasso, en el marco de la presentación del "Estado Mundial de la Infancia 2008", un documento anual en el que Unicef releva la situación de los niños en el país y en el mundo y que en esta edición, hace hincapié en los problemas de supervivencia en los primeros días de vida.

Morasso destacó que en los últimos cinco años, el índice de mortalidad infantil tiene un descenso sostenido, pero advirtió que la mitad de estas muertes son prevenibles y que la brecha entre las provincias, todavía es muy grande.

El capítulo local del informe de Unicef sostiene que en Argentina, el lugar de nacimiento de un niño condiciona, en gran parte, sus posibilidades de supervivencia.

"En Formosa, las posibilidades de morir antes de cumplir un año son tres veces superiores que en la Ciudad de Buenos Aires y en las provincias de Jujuy o Chaco, la probabilidad de muerte duplica las jurisdicciones más favorecidas", señala el documento.

Mortalidad materna

En cuanto a la mortalidad materna, el otro índice que describe la situación sanitaria de la madre y el niño y su vulnerabilidad durante el embarazo y el parto, Morasso advirtió que el país asumió el compromiso de llegar a una tasa de 1.3 por mil en el 2010, pero "prácticamente hubo cambios en los últimos 16 años".

Según estadísticas oficiales, la primera causa de muerte materna está vinculada a complicaciones por abortos clandestinos y a hemorragias.

"Hacen falta bancos de sangre apropiados en todos los lugares donde las mamás dan a luz -dijo-. A veces se da por sentado que el parto se puede dar en una sala de primeros auxilios, pero si se presenta una hemorragia y no hay banco de sangre, la mujer no siempre resiste el traslado al hospital de referencia".

"El lugar donde se da a luz tiene que tener un estándar mínimo de condiciones", concluyó Morasso y agregó que "el momento del parto y el control prenatal deberían ser más cuidadosos, para evitar complicaciones impredecibles".